Pascua de Liberación.

17/04/2017 | Editorial

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Los cristianos celebramos el 16 de abril 2017, la Pascua de Resurrección. Otros grupos hablan de “Fiesta de Primavera”, y algunas culturas, como en Japón y China, celebran la “Fiesta del cerezo en flor”.

La Fiesta de Primavera, se celebra en muchos países, desde el equinoccio de primavera, que varía entre el 20 y el 21 de marzo para el hemisferio norte, y entre el 22 y el 23 de septiembre para el hemisferio sur.

Estas Fiestas: de Primavera, de Pascua de Resurrección y del Cerezo en flor, tienen un significado muy específico y profundo para cada pueblo y cultura.

Al mismo tiempo, todas estas Celebraciones, tan diferentes, comparten un elemento básico que es común a todas estas culturas, puesto que todas celebran: un Renacer a una Nueva Vida, y por tanto una Liberación del mal, de la muerte y de toda esclavitud que nos guardaba en la oscuridad y división.

Todo Renacer a una Nueva Vida: natural, humana y social, abraza dos dimensiones fundamentales: la Liberación de toda oscuridad y esclavitud así como la Nueva Vida en Solidaridad real.

La gran contradicción y escándalo que constatamos en nuestro mundo actual es el siguiente: Mientras gozamos de unos recursos humanos y naturales extraordinarios, y disponemos de unos avances científicos y tecnológicos sin precedentes en la historia de la humanidad, el número absoluto de personas empobrecidas sigue aumentando en el mundo, la desigualdad escandalosa sigue siendo más patente, la violencia es más cruel y frecuente, y los refugiados cada día se encuentran con más muros en el camino.

Aunque estemos en primavera, la oscuridad también existe en todos los países y las nuevas formas de esclavitud, como: el trafico cruel de seres humanos, el tráfico de armas y de drogas, el acaparamiento injusto de tierras y recursos, la corrupción desvergonzada a costa de las personas más vulnerables, la violencia de los poderosos para controlar los bienes de los pueblos, y hasta los coches-bomba explotando entre niños y mujeres refugiados, no parecen sino aumentar cada día.

En la historia de la Humanidad, siempre han existido la luz y la oscuridad, la bondad y el odio, la acogida y la exclusión, como existen en los campos: el trigo y la cizaña. Lo que es evidente, es que la inmensa mayoría de la gente es buena gente, y que la acogida es más fuerte que el odio, el deseo de justicia y paz es más universal que la violencia, y la solidaridad más profunda que el egoísmo.

Nadie nace odiando, como decía Nelson Mandela, sino que se aprende. Cuanto más disponemos de medios, y aprendemos a amar y ser amados, más podremos promover un mundo más humano y acogedor.

El hecho de que algunas personas se inclinen hacia la violencia o cualquier otra esclavitud, se debe en gran parte a las circunstancias adversas e inhumanas en las que nacen y se ven obligados a vivir y a crecer, sin oportunidades de una vida digna.

Esta vida en circunstancias inhumanas y opresoras para la mayoría de la humanidad, está causada sobre todo, por políticas socio-económicas realmente injustas y crueles. Una pequeña minoría acapara sin límites a costas de esclavizar a la gran mayoría.
Por tanto la liberación de tantas esclavitudes modernas puede y debe nacer de mentes humanas renovadas y de corazones humanos solidarios, que somos la mayoría.

Otras religiones tienen sus propias celebraciones “de pascua” en diferentes épocas del año. Los cerca de 1,9 millones de musulmanes que viven en España celebrarán cada año en septiembre, junto a los musulmanes de todo el mundo, la llamada “Pascua Musulmana” o Fiesta del Sacrificio (‘Eid al-Adha’), la fiesta mayor del Islam en recuerdo del cordero que Abraham degolló como sacrificio a Dios en lugar de su propio hijo.

Lo que realmente importa es que todas las celebraciones religiosas se conviertan en un compromiso colaborativo real para promover un mundo más justo, pacífico y solidario, con un mayor desarrollo sostenible para todos.

Los cristianos creemos que además de todos los recursos necesarios y de unas estructuras adecuadas, y junto con la colaboración profesional y responsable de líderes íntegros y de una sociedad más comprometida por el bien común, necesitamos la inspiración, la sabiduría y la motivación de unos valores humanos auténticos y de una Fe profunda en un Dios Padre-Madre que nos ofrece la Vida-Bondad en abundancia para todos, y cuenta con nosotros para construir un mundo nuevo y más humano, donde no existan personas marginadas.

FELIZ FIESTA DE PRIMAVERA,

FELIZ FIESTA DEL CEREZO EN FLOR,

Y FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN.

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