¿Para qué sirve un museo en mitad de la selva? , Por Chema Caballero

11/10/2012 | Bitácora africana

Cuando hace unos meses llegué a Yagoua, en Camerún, en busca de un amigo al que hacía años que no veía, nunca pensé que lo iba a encontrar embarcado en la construcción de un Museo y un Centro cultural en un lugar tan alejado de las vías principales de comunicación y de los nudos económicos de la zona.

A primera vista se trata de un proyecto descabellado que solo lo puede llevar adelante una persona totalmente enamorada y plenamente conocedora de la cultura de la zona y ese no es otro que el Padre Antonio Melis, misionero javeriano que trabaja en Camerún desde hace casi 30 años y al que todos llaman Tonino.

Aquí os cuento el sueño de un idealista que lucha por hacerlo realidad.

Yagoua es el centro de la región del Valle del Logone, el río que divide Camerún de Chad, aunque sus dos márgenes estén habitadas por los mismos pueblos. Caprichos de las fronteras coloniales. En esta región, de unos 12.000 km2, conviven cerca de 1.500.000 habitantes pertenecientes a distintos pueblos que, sin embargo, comparten algunos modos similares de vida: organización socio-cultural, prácticas agro-pecuarias, habitat o artesanado. Al mismo tiempo, todos ellos se enfrentan de forma similar a problemas relacionados con el cambio climático, la igualdad de género, la emergencia de la sociedad civil, la escolarización o la seguridad alimentaria.

Los principales grupos que se encuentran en la zona son los massa, los tupari, los mussey, los musgum, los mundang y los fulb, entre otros.

Me cuenta el padre Tonino Melis, que el proyecto quiere ayudar a las nuevas generaciones a conservar y valorar sus raíces culturales sin renunciar a sus orígenes, para que aprendan a vivir en un mundo globalizado, asumiendo su especificidad y riqueza cultural. Además, el centro tendrá que ser un lugar de diálogo y de encuentro intercomunitario, un lugar en el que superando las particularidades étnicas, convivan armoniosamente las personas de las diferentes lenguas y culturas que hoy forman parte de una misma comunidad.

Al mismo tiempo, el centro será un lugar especializado en la investigación, archivo y consulta acerca de las distintas culturas del valle del Logone. Ahora mismo, incluso para los jóvenes pertenecientes a alguna de estas etnias, si quieren estudiar o conocer algo más su propia cultura y acceder a los archivos y publicaciones existentes sobre ella, tienen que desplazarse fuera de su propio país, especialmente a París. La biblioteca del centro quiere poner fin a esta dependencia facilitando el acceso a los textos. Tonino me muestra las copias o fotocopias de todo lo conseguido hasta el momento. Además, ha donado al centro todos los libros, estudios y objetos de su biblioteca personal.

Por último, el proyecto quiere convertirse en un referente turístico desde donde se den a conocer las diferentes culturas de la zona.

Otro de las tareas en las que se encuentra inmerso el padre Melis es la de promover las lenguas locales para que se ponga en práctica la ley que obliga a ensañar en las escuelas primarias en la lengua local y no en francés. Esta, por desconocimiento de los profesores, no se cumple. Comenta el misionero que la mayoría de los alumnos y las alumnas, cuando terminan la escuela primaria, no entienden el francés, lo cual representa uno de los principales problemas a la hora de continuar los estudios. Esto tiene como consecuencia directa que el nivel de la educación sea muy bajo y, por eso, solo el 3% de los que empiezan la escuela primaria llegan a las pruebas de ingreso en la universidad. Y estos, en su mayoría son los hijos de los ricos que pueden permitirse pagar escuelas privadas.

Tonino es lingüista y ha publicado un par de diccionarios: massa-francés y gizey-francés. Además, tiene apuntes, fotografías y videos que recogen los 30 años de trabajo e investigación que ha realizado hasta el momento en la zona.

Gracias a su conocimiento de la lengua y la cultura puede llegar a donde otros extranjeros no llegan. El día anterior a mi visita había presenciado la entronización de un jefe tradicional gizey, un grupo pequeño que no cuenta con más de 15.000 individuos. Esta persona, que es elegida Image1por el sacerdote de la tierra, deja a su familia y se recluye en la selva. A partir de ese momento, su principal función, me cuenta Melis, será observar el sol. Más tarde, cuando empiece a envejecer, será eliminado y un nuevo jefe le reemplazará. Por eso, cuando es elegido, se llora su muerte antes de coronarle. Tonino termina su relato comentando que en muchas culturas se ha eliminado el regicidio, pero en esta se conserva todavía, por eso es tan difícil presenciar este tipo de ceremonias.

El padre Melis salta de las prácticas más ancestrales al momento presente en cuestión de segundos. Acaba de contratar los servicios de fibra óptica para instalar internet en el centro y permitir, así, que los jóvenes puedan conectarse con el mundo.

En la actualidad el proyecto está casi parado. Se ha construido el edificio de la biblioteca pero las salas del museo no pasan de los cimientos. Este es uno de los principales problemas con los que cuenta el padre Tonino Melis, el dinero para seguir adelante.

El otro es la falta de interés que existe por parte de los investigadores, antropólogos y universitarios europeos para conocer a fondo alguna de las culturas de la zona. Él está en contacto con diversas universidades a las que ofrece la posibilidad de que alguno de sus estudiantes o profesores pueda dedicar tiempo a hacer estudios de campo. Comenta, con amargura, que pocos están decididos a quedarse un tiempo largo, vivir en los poblados y aprender la lengua. Parece que a las nuevas generaciones, bromea con cierta amargura, les bastan un par de semanas para conocer todo.

Sin embargo, él sigue allí, después de 30 años, investigando, descubriendo algo nuevo cada día, registrando y escribiendo en una lucha contra el tiempo para que nada se pierda.

La pregunta final es obligada: ¿pero no se supone que un misionero viene a un lugar como este para convertir y bautizar, no para construir museos o escribir diccionarios? Tonino Melis me mira un poco incrédulo y me dice: “deberías saber que evangelizar no es solo bautizar, es también dialogar con la cultura y con las gentes, para poder, así, transmitir mejor el evangelio”. Más tarde, compartiendo una cerveza 33, me comenta que se tiene que mover con mucha diplomacia para poder continuar con su trabajo, porque no todo el mundo lo entiende y acepta; recibe muchas críticas de compañeros y superiores. Pero él está convencido de que vale la pena sacrificarse para hacer realidad este sueño, que dice, que se lo debemos a las generaciones futuras del valle del Logone.

Original en : Blogs de El País: África no es un País

Autor

  • Caballero, Chema

    Chema Caballero nacido en septiembre de 1961, se licenció en derecho en 1984 y en Estudios eclesiásticos en 1995 Ordenado Sacerdote, dentro de la Congregación de los Misioneros Javerianos,
    en 1995. Llega a Sierra Leona en 1992, donde ha realizado trabajos de promoción de Justicia y Paz y Derechos Humanos. Desde 1999 fue director del programa de rehabilitación de niños y niñas soldados de los Misioneros Javerianos en Sierra Leona. En la , desde abril de 2004 compaginó esta labor con la dirección de un nuevo proyecto en la zona más subdesarrollada de Sierra Leona, Tonko Limba. El proyecto titulado “Educación como motor del desarrollo” consiste en la construcción de escuelas, formación de profesorado y concienciación de los padres para que manden a sus hijos e hijas al colegio.

    Regresó a España donde sigue trabajndo para y por África

    Tiene diversos premios entre ellos el premio Internacional Alfonso Comín y la medalla de extremadura.

    Es fundador de la ONG Desarrollo y educación en Sierra Leona .

    En Bitácora Africana se publicarán los escritos que Chema Caballero tiene en su blog de la página web de la ONG DYES, e iremos recogiendo tanto los que escribió durante su estancia en Sierra Leona, donde nos introduce en el trabajo diario que realizaba y vemos como es la sociedad en Madina , como los que ahora escribe ya en España , siempre con el corazón puesto en África

    www.ongdyes.es

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