La República Democrática del Congo no ha producido en 2008 más que el 1,2% de la producción africana. Con la llegada de dos gigantes, AngloGold Ashanti y Randgold Resources, que van a desembolsar 520 millones de dólares en la adquisición de una reserva en la Provincia Oriental; la situación va a cambiar.
Los recursos mineros congoleños son conocidos por las grandes compañías multinacionales. La prueba está en la apuesta, aparentemente loca, de dos compañías surafricanas, AngloGold Ashanti y Randgold Resources, que han emprendido la compra por 520 millones de dólares de una concesión perteneciente a la compañía australiana Moto Goldmines Ltd. El potencial de la concesión sería de 22.000 millones de dólares de reserva según el curso actual. Según Mark Smith, analista de GMP Securities en Londres, “África central es uno de los últimos terrenos auríferos a explotar”.
El problema de la seguridad
Sin embargo la situación en cuanto a seguridad es desastrosa. En la ciudad minera de Tora, a 65 km. de la mina Moto, un centenar de civiles fueron asesinados. En julio, en la región de Faradje, a 90 km., los rebeldes del LRA perpetraron 55 ataques y obligaron a desplazarse a 125.000 personas. Así pues, la Provincia Oriental es una zona de gran inseguridad, debido a los rebeldes ugandeses enfrentados con el poder de Kampala desde hace 20 años; dichos rebeldes encuentran en estas zonas unas bases inexpugnables.
AngloGold Ashanti había tenido que retirar sus trabajadores de algunas de sus explotaciones en noviembre debido a los enfrentamientos entre rebeldes y fuerzas gubernamentales. “La RDC ya es más estable”, señala un tanto optimista y voluntarista el portavoz de la sociedad. El director de Moto Goldmines declara: “Hay una cierta incertidumbre, pero la cosa está mucho mejor que antes”. Las compañías surafricanas tienen la reputación de saber organizar su propia seguridad.
Precios al alza
La apuesta de las compañías surafricanas merece la pena. La producción de oro de Suráfrica ha bajado un 50% en estos diez últimos años, mientras que los precios del oro están en alza. John McGloin, analista de explotación minera explica: “Si ustedes desean conservar su posición, deben ir a buscar en lugares como el Congo, porque es ahí donde los yacimientos son muy ricos”.
La cuestión de la seguridad se presenta como crucial, ya que el Estado congoleño no es capaz de erradicar las insurrecciones. Randgold Resources cuenta no obstante con el apoyo de los gobiernos de la RDC y de Uganda para controlar la violencia y proteger sus inversiones y oficialmente el gobierno congoleño ha reconocido que el acuerdo con las compañías surafricanas está próximo.
Grandes inversiones
La inseguridad no es el único obstáculo para la explotación del oro congoleño. Sólo la construcción de la mina de Moto podría costar 500 millones de dólares, según Jonathan Guy, analista de Investec Ltd de Londres. El transporte constituye también un auténtico quebradero de cabeza. Randgold apunta que serán necesarios dos años para transportar los equipamientos vía la frontera ugandesa, a 150 km. de los yacimientos.
Según los analistas, Randgold y Anglogold no serían las únicas compañías de explotación del metal amarillo en instalarse en RDC. Otras empresas podrían seguir su camino.
El futuro congoleño aurífero se anuncia bajo buenos auspicios; con tal de que la paz y seguridad acudan a la cita.
Por Hance Guèye, Dakar
(Les Afriques, 20-10-09)
Traducción de Ramón Arozarena.
