¿No necesitaríamos un diccionario para comprender África?

3/05/2011 | Opinión

Algunas veces las palabras le pueden fallar a uno. Literalmente, ¿o de qué otro modo se puede describir el hecho de que el 30 de abril, el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, bajo prohibición de viajar a la Unión Europea por graves violaciones de los derechos humanos, se pasease felizmente desde Roma al Vaticano, para la ceremonia de beatificación de ese gran defensor de los derechos humanos, el papa Juan Pablo II?

Ironía sería la palabra por naturaleza, pero entonces, descubro en el contexto de los sub-complot como las sanciones, los planes de redistribución de tierra forzosos, nacionalización forzosa de compañías zimbabuenses, que palabras fantasiosas como Eu-catástrofe, momento de tensión o historia de fondo, no estarían fuera de lugar en ninguna novela de investigación.

Sería lógico esperar que Mugabe que tan a menudo clama contra los “Poderes imperialistas” evitaría viajar a las naciones occidentales que han atraído su ira, y que estos países le devolverían el mismo favor, pero Italia de hecho, ha pedido una excepción para Bob, por cuarta vez. ¿Podría ser que este antagonismo mutuo sea una creación de la prensa? Mi diccionario amablemente me ofrece frases y palabras como “pistas falsas para despistar”, hipérboles o incluso Falsos Documentos.

Otro hecho candidato definitivo para esa palabra ironía, sería la extraña situación del líder de la oposición de Uganda, Kizza Besigye, y su presidente, Yoweri Museveni. Ambos estaban casualmente a la vez en Nairobi, el mismo día de abril, pero por diferentes funciones.

El señor Besigye estaba siendo operado en un hospital de Nairobi, a tan solo unos metros de donde el hombre responsable de las fuerzas de seguridad ugandesas que hicieron que acabase en el hospital, estaba dando una conferencia sobre Desarrollo Socioeconómico. Los ugandeses, liderados por Besigye, han estado protestando últimamente por el lento desarrollo en sus vidas.

Doncellas con los pechos desnudos

Otra más, me entero de que frases como visualización dramática, hamartía*, info-vertedero, y profecía autocumplida también pueden usarse aquí.

Besigye y Museveni prometieron retomar sus rivalidades más adelante, presumiblemente cuando el líder de la oposición salga del hospital. Según mi lista de referencias, flashforward [visión de futuro], premonición y escenario de desastre inminente estarían a la altura de este caso.

¿Qué hay de la boda real? Perdida entre el frenesí de los medios quedó la asistencia de un hombre que resulta ser la envidia de casi todos los tíos de cualquier parte, al menos en África: el rey Mswati III de Suazilandia. Cada año, el rey Mswati preside una ceremonia llamada la Danza Roja, en la que él puede escoger una nueva mujer de entre miles de doncellas con los pechos desnudos.

El rey, que por ahora tiene 14 mujeres, estaba en Londres para asistir a la boda real, en la que el príncipe Guillermo juró tomar como legítima esposa a Katherine Middleton, lo que conlleva implícitamente que no habrá ninguna co-esposa. El rey Mswati, probablemente miró para otro lado en este momento. Mi otras veces fiel diccionario presenta mucha confusión en este caso: paso de lo sublime a lo ridículo, técnica de hacer el indio, yuxtaposición, vanidad, realismo mágico.

Dada la confusa plétora de frases, lo que realmente necesitamos es un diccionario que tenga un término no extravagante o fantasioso para explicar este tipo de casos en el continente. Esto es África.

Por LEE MWITI

Publicado en Africa Review, Kenia, el 02 de mayo de 2011.

Traducido por Rosa Moro.

* La palabra hamartía es un término usado en la poética de Aristóteles para referirse a un error trágico.

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