Nigeria: ¿violencia entre cristianos y musulmanes, o violencia entre ganaderos Peuls y agricultores Beroms?

19/04/2010 | Opinión

Una vez más Nigeria ha caído en la violencia. Una vez más, el veredicto fue fácil y rápido, tanto para los medios de comunicación internacionales como para muchos observadores, a la hora de determinar las causas que provocaron centenares de muertos. Pero para Maurice Oudet, esta interpretación realizada a partir de los habituales clichés, esconde la auténtica realidad que provoca que tales desencadenamientos de violencia puedan todavía producirse en Nigeria. Incluso podría extenderse a otros países vecinos. La explicación que vincula estos hechos a los conflictos inter religiosos en Nigeria esconde otras verdades.

Lo que ocurrió en Nigeria estos días, en los alrededores de Jos, debería hacernos reflexionar. Ha habido por lo menos 500 muertos. Algunos hablan de conflictos entre cristianos y musulmanes. Otros, de conflictos entre ganaderos peuls y agricultores beroms. Otros, de crisis de origen étnico con tintes religiosos. Se trata de un conflicto entre ganaderos peuls musulmanes y agricultores beroms cristianos. Pero de dónde proviene este conflicto. ¿Es de origen religioso? ¿Es de origen étnico?

Un habitante Peul de Jos, Yusuf Alkali, señaló a la AFP que estas incursiones podían haber sido realizadas en represalia a un ataque ocurrido hace quince días y llevado a cabo por Beroms contra Peuls, sospechosos de haber robado ganado, y que había provocado la muerte de cuatro pastores. «Los Peuls han sido obligados a abandonar sus campamentos y creo que realizaron un contraataque», explicó el Sr. Alkali.

Es difícil sacar conclusiones sobre estos trágicos acontecimientos a través de la prensa. Pero sí es posible cuestionarse acerca de la situación. En muchos países de África, los ganaderos tradicionales tienen dificultades a la hora de integrarse en la sociedad moderna y la administración no siempre les ayuda.

En Burkina, con el crecimiento demográfico (hemos pasado de 4 millones de habitantes en 1965 a cerca de 16 millones), acaso los ganaderos peuls y los agricultores logran siempre cohabitar? No hemos vivido acontecimientos tan trágicos en este país pero, ¿somos inmunes al desencadenamiento de tal violencia? No estoy seguro de ello. Nos necesitamos unos a otros. Los ganaderos necesitan a los agricultores, los agricultores necesitan a los ganaderos y nosotros necesitamos a ganaderos y a agricultores.

Me enteré de estos acontecimientos ocurridos en Nigeria mientras estaba en una región de Burkina dónde la tensión entre ganaderos peuls y agricultores y también con la administración está viva. La frustración de los ganaderos peuls es cada vez más intensa. En esta región, donde la violencia ya estalló, los agricultores y los ganaderos a los que encontré son unánimes en afirmar que la situación actual es insana y que la violencia corre el peligro de estallar de nuevo.

En ciertos pueblos, se forman grupos de jóvenes para empujar los rebaños hacia los campos de los campesinos o hacia el bosque vecino. Después, llaman al guardia forestal para que verifiquen la infracción cometida. Los ganaderos son fuertemente penalizados, pero no reciben por parte del Tesoro ni recibos ni comprobantes del pago realizado. Y estas multas no aparecen en las partidas de ingresos del municipio. Cuando algunos tienen el coraje de ir a quejarse a los responsables administrativos (prefectura, ayuntamiento), su respuesta es:

«No estamos al corriente». Y allí queda todo. En algún lugar, un jefe de poblado se opone a que los ganaderos peuls creen su propio agrupamiento. En otra parte, encontramos quien coloca límites en terrenos que fueron cedidos a los ganaderos peuls hace muchos años… Pero encontramos también agricultores que se quejan de las malas acciones cometidas por ganaderos peuls. Todo esto, con una población cada vez más numerosa, corre el peligro de desembocar en conflictos difíciles de contener.

Cada vez que la administración no desempeña su papel aplicando la ley de un modo estricto y administrando la justicia equitativamente, las frustraciones son grandes. Son tantas amenazas para el futuro. Nadie puede negar que existe, tanto en el seno de la administración como entre los guardabosques, individuos que prefieren engrosar su mensualidad a costa de los ganaderos (entre otras cosas) antes que aplicar la ley de modo imparcial. Son criminales incendiarios incapaces de detener la violencia cuando ésta estalle.

Deseo que, con este desencadenamiento de violencia en Nigeria, el ministerio de la Administración Territorial y de la Descentralización de Burkina, inicie una investigación sobre el papel de la administración en los conflictos entre ganaderos y agricultores. ¡Y qué todos los qué se enriquecieron injustamente sean tratados como se merecen! ¿Sabremos enfrentarnos con la realidad y tomar las medidas adecuadas antes de que sea demasiado tarde?

Maurice Oudet

M. Maurice Oudet es el Presidente del Servicio de ediciones en lengua nacional de Burkina Faso. Padre Blanco en Burkina Faso.

Artículo publicado en Pambazuka, el 29 de marzo de 2010.

http://pambazuka.org/fr/category/comment/63452

Traducido por Mariona Foix Llorens, para Fundación Sur.

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