Nigeria: la medicina tradicional funciona bien

3/09/2009 | Crónicas y reportajes

En Nigeria la medicina tradicional se moderniza y goza de buena salud. Desde ahora, todos los que la practican están identificados, formados y su preparación, certificada, tras superar pruebas en laboratorios. Cada vez más y más clientes acuden a ellos, indignados con los medicamentos falsos.

En Nigeria, la medicina tradicional va viento en popa. En cualquier parte de este inmenso país, el número de clientes y de puntos de venta aumenta. Esta evolución es el resultado de la formación de médicos tradicionales nigerianos en China y la India y de la importación de materiales modernos que, desde 1990, permiten convertir materias primas (raíces, cortezas, hojas) en cápsulas, comprimidos, etc. Hoy en día, los farmacéuticos tradicionales cuentan con pequeños laboratorios en los que prueban y fabrican sus especialidades. Así, estos productos responden “a las normas internacionales y a la exigencia de las personas ávidas de medicamentos naturales más prácticos”, explica un terapeuta tradicional. Consciente de la importancia económica y social de estas actividades, el gobierno nigeriano creó, en 2008, una agencia de desarrollo de la medicina tradicional. La Nigeria natural medecine development agency ha comenzado a censar a los trabajadores de este sector tras haber evaluado las necesidades y este año le ha propuesto al gobierno la puesta en marcha de laboratorios de transformación de plantas a gran escala (hojas, cortezas, raíces, etc).

“Estas innovaciones nos tranquilizan”

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 80% de los nigerianos recurrieron, en 2008, a esta medicina que utiliza sustancias vegetales, animales y minerales, combinadas con tratamientos espirituales. Una herencia cultural dominada al principio por unos pocos iniciados, que hoy en día es ejercida por miles de nigerianos. La adhesión a la asociación de médicos tradicionales (activa en cada uno de los 26 estados de la federación) y una buena moral son los requisitos fundamentales para ejercer. Los terapeutas tradicionales se forman en institutos especializados entre los cuales el más conocido es el Iris College of Natural Medecine, creado en Lagos en 2007. Los que imparten la formación son profesores en medicina y en farmacia, impregnados de la tradición y con un buen conocimiento acerca de las virtudes con las que cuentan las plantas. El psicólogo nigeriano Paul Anayo explica su vuelta a los orígenes por el fracaso del sistema médico moderno (pocos equipos en los hospitales, fuga de cerebros) y, además, por la gran cantidad de medicamentos falsificados que circulan por Nigeria. En este país en el que, según datos del Banco Mundial, el 70% de la población vive con menos de un dólar al día, el consumo de medicamentos falsos pone de luto a muchas familias. Durante una reunión subregional de aduaneros sobre la falsificación, en Cotonou, Benín, el director general de las aduanas de ese país reveló que “cerca del 80% de los medicamentos que circulan por el África occidental son falsos”. Si bien en el mejor de los casos son ineficaces, la mayoría son peligrosos debido a sus efectos secundarios. Los nigerianos creen que sus médicos tradicionales poseen unos poderes sobrenaturales que les permiten diagnosticar con facilidad distintas enfermedades. Ya en la realidad, la Agencia Nacional para la Administración y el Control de Alimentos y Medicamentos (NAFDAC), certifica, desde 2001, la composición de los medicamentos y el modo de administrarlos. “Estas innovaciones nos tranquilizan”, comenta un cliente. La NAFDAC estima que la certificación de los medicamentos tradicionales ha permitido al Estado acumular más de 30 millones de dólares en 2007.

El motor de la economía nacional.

Para Anselme Adodo, director de Pax Herbal Clinic and Research Laboratories, un consultorio de cura tradicional, esta medicina a veces se adapta mejor a ciertos casos pues, según él, “ninguna enfermedad es natural y algunas son el resultado de la brujería”. “He aquí el porqué de que los practicantes modernos nos manden a menudo a pacientes cuyos casos están fuera del alcance de su campo de acción”, explica. Kayodé Farouk, terapeuta tradicional, recuerda que los remedios naturales llevan mucho tiempo reservados sólo a los pobres pero que se tienen en cuenta mucho más desde que se presentan como medicamentos modernos, de un empleo más sencillo. La consecuencia: las cosas marchan para los médicos tradicionales que, dicho por alguno de ellos, forman parte del club de los millonarios. Como en el caso de Olajuwon Okubena, propietario del consultorio Health Forever que calcula que sus ingresos anuales alcanzan los 100 millones de nairas (más de 470.000€).

Para el presidente de la Asociación Nacional de Farmacéuticos Modernos, Anthony Akhimien, Nigeria no ha hecho más que aprovechar el éxito de los medicamentos a base de plantas que se han puesto de moda en el mundo entero, particularmente en los Estados Unidos y en Europa. “Si el gobierno mantiene esta industria, podría convertirse en un motor de la economía nacional al igual que en otros países”.

Daouda Aliyou

Publicado en http://www.syfia.info, Nigeria, el 24 de julio de 2009.

Traducido por Juan Son Ceballos, para Fundación Sur.

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