Níger: ¿La distensión?

25/06/2009 | Opinión

En África, un referéndum para cambiar de constitución es casi una tradición regional, incluso continental. Hay una legión de precedentes. Este tipo de consultas no son en sí, consideradas como una “violación del orden constitucional”, según la Unión Africana. Es más, su actual presidente, el coronel Mouammar Gaddafi, ha dado oficialmente su apoyo a la gestión del presidente nigerino, Mamadou Tandja, cuya intención de organizar el próximo 4 de agosto un referéndum para la redacción de una nueva constitución, le permitiría permanecer en el poder más allá de su último mandato, a finales de 2009, «con el fin de concluir los numerosos proyectos puesto en marcha». Tan sólo tiene el rechazo de varias fuerzas vivas de su país, las instituciones regionales como la CEDEAO y algunas grandes potencias.

El problema está en realidad, cuando la manipulación de las instituciones ponen en peligro la estabilidad política y social de un país extremadamente pobre y enormemente dependiente de la ayuda internacional como es Níger, situado en uno de los últimos puestos según el Índice de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. Esto es así a pesar de que la crónica anunciada del caos en Níger ha perdido su fuente de inspiración. Como un cielo que ha comenzado a clarear después de los signos precursores de un huracán.

Quizá despachamos demasiado rápido el asunto porque es cierto que el presidente Mamadou Tandja aún no ha declarado oficialmente que renuncia a su proyecto de organizar un referéndum constitucional. Pero todo lleva a creer que se bate en retirada. De todos modos, algunos índices autorizan a pensar así. Primero hay unas elecciones legislativas anticipadas que tendrán lugar el próximo 20 de agosto, según la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI), la cual no ha respaldado la idea del presidente Mamadou Tandja de realizar un referéndum constitucional. El pasado 13 de junio, «la CENI clasificó el referéndum, el día siguiente del fallo de la Corte Constitucional, anulando el decreto presidencia convocado para el 4 de agosto», según ha explicado a la AFP anónimamente un miembro de la Comisión.

El 26 de mayo Mamadou Tandja disolvió el parlamento, esta vez al día siguiente de un primer aviso desfavorable de la Corte Constitucional sobre el referéndum. Por miedo al vacío, la Constitución actual prevé que el Parlamente debe ser renovado en 45 días como mínimo y en 90 días a más tardar tras su disolución. Lógicamente, Níger deberá entrar en una era de distensión, no teniendo los opositores al proyecto presidencial ninguna razón más para salir a las calles. El Frente de Defensa de la Democracia (FDD), coalición que reagrupa a más de 200 partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil decididas a llevar al fracaso el escrutinio del referéndum, así como los sietes principales sindicatos del país, deben ahora hacer prevalecer su punto de vista a través de las urnas.

Rousseau-Joël Foute

Publicado en Camerún Tribune, el 23 de junio de 2009.

Traducido por Cristina Algarra Luján, para Fundación Sur.

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