Resulta significativo que la fiesta que está viviendo la sociedad sudafricana, en honor de “Madiba” (abuelo venerable), es una fiesta cívica, en la que los políticos de siempre no pintan nada.
53 jefes de Estado anuncian ya, que participarán en los funerales en honor de Mandela. Siempre podemos esperar que algunos de ellos aprendan algo de la integridad de Madiba, si quieren pintar algo en la sociedad actual.
Algunos datos históricos:
1948: llega al poder en Sudáfrica el partido nacional que institucionalizó la segregación racial, creando el Apartheid. Mandela, inspirado por Ghandi, comenzó el ANC.
1952: La represión produjo 8.000 detenciones, incluyendo la de Mandela, y allí lanzo el primer bufete de abogados negros de Sudáfrica.
1955: Libertad provisional y Carta de la Libertad, promoviendo un Estado multirracial, igualitario y democrático, una reforma agraria y una política de justicia social en el reparto de la riqueza.
1960: La matanza de Sharpeville, matando a 69 manifestantes y Mandela detenido.
1961: Los líderes de ANC, ante la represión sangrienta, aceptan el sabotaje como medio de lucha contra el régimen, atacando instalaciones estratégicas.
1964: Mandela es condenado a cadena perpetua. Prisionero durante 27 años, en la prisión de la isla de Robben. Prisionero número 466/64. Como preso soportó trabajos forzados en una cantera de cal y también hizo el Licenciado en Derecho de la Universidad de Londres.
11 de febrero de 1990: F. de Kleck, presidente de SA, libera a Mandela y juntos negocian el proceso de democratización. Premio Nobel para los dos en 1993.
1994: Mandela es elegido como primer Presidente negro de Sudáfrica, manteniendo a De Klerk como vicepresidente, como primer gran signo de reconciliación.
Palabras de Mandela que revelan su talla humana y su integridad de líder:
“Siempre he atesorado el ideal de una sociedad libre y democrática en la que todas las personas vivan juntas en armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal por el que espero vivir y que espero lograr. Pero si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir”.
“Si existe el sueño de una bella Sudáfrica, existen caminos que llevan a esa meta. Dos de esos caminos son la bondad y el perdón “
“Al salir por la puerta hacia mi libertad supe que, si no dejaba atrás toda la ira, el odio y el resentimiento, seguiría siendo prisionero”.
“La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”.
“Si quieres hacer las paces con tu enemigo, tienes que trabajar con tu enemigo. Entonces él se vuelve tu compañero”.
“Nunca, nunca y nunca otra vez, debería ocurrir que esta tierra hermosa experimente la opresión de una persona por otra.”
“No puede haber una revelación más intensa del alma de una sociedad que la forma en la que trata a sus niños”.
“Una buena cabeza y un buen corazón son siempre una combinación formidable”.
“La acción de la sociedad tiene la capacidad de derrocar gobiernos.”
“Una de las cosas más difíciles no es cambiar la sociedad, sino cambiarse a uno mismo”
“Necesitamos restaurar y reafirmar la dignidad del pueblo africano y del mundo en desarrollo. Necesitamos situar la erradicación de la pobreza en el primer lugar de las prioridades mundiales. Hemos de tener claro, con una convicción renovada, que todos compartimos una humanidad común y que nuestra diversidad en todo el mundo es la mayor fortaleza de nuestro futuro conjunto.”
“En este mundo moderno globalizado cada uno de nosotros somos el guardián de nuestro hermano y de nuestra hermana. Hemos fallado demasiado a menudo en esta obligación moral”.
“Derribar y destruir es muy fácil. Los héroes son aquellos que construyen y que trabajan por la paz”.
“No acostumbro a usar las palabras a la ligera. Si 27 años en prisión nos han enseñado algo, ha sido llegar a entender, desde el silencio de la soledad, hasta qué punto las palabras son preciosas y hasta qué punto el lenguaje verdadero tiene su impacto en la forma en que la gente vive y muere”
Estas son tan solo algunas pinceladas para presentar la maravillosa integridad de Madiba, su madurez humana, su empatía increíble y su sabiduría en utilizar los medios adecuados, como el rugby de los afrikáneres, para promover la reconciliación nacional.
Mandela vivió, sufrió, bailó y trabajó por el Bien Común de todos, con una bondad inagotable y reconcilió la rica diversidad de Sudáfrica en una harmonía nacional.
Su legado es universal Su sabiduría y su bondad nos acompañarán para siempre.
