Namibia, el país no africano de África

22/03/2016 | Crónicas y reportajes

«Los cortes de energía son desconocidos, las carreteras son buenas, el abastecimiento de agua funciona, los atascos de tráfico son casi inexistentes”. Si cualquier otro país africano fuera tan ordenado y eficiente como Namibia, no se dejaría de hablar de él. ¿Por qué se habla tan poco acerca de Namibia?

“Windhoek, capital de Namibia, es una de las ciudades más limpias, mejores señalizadas y más bellas del mundo. Se encuentra en un valle entre dos cadenas montañosas. Es una ciudad con unos cuidados jardines, avenidas de cuatro y seis carriles, modernos centros comerciales y algunas de las personas más hospitalarias en la tierra”.

Ascendencia europea

1. Namibia es el 34 ° país más grande en el mundo, pero, con 2 millones de habitantes, es también uno de los menos densamente poblados. Su capital, Windhoek, y su ciudad más grande, es un poco más de la mitad del tamaño de Nueva York, pero tiene una población de sólo 324.000 habitantes.

2. Namibia es uno de los países más ricos de África. El IPC per cápita del país se calculó en 2.334 US $ (diciembre de 2005), en comparación con el promedio de África de 681 US $ en el mismo período. Sin embargo, estos promedios ocultan algo: la riqueza se concentra en manos de una minoría muy pequeña, principalmente de origen europeo. El 5% más rico de la población controla el 71% del PIB, con un ingreso promedio de 14.000 US $ por año. El 55% más pobre de la población representa el 3% del PIB, con un ingreso per cápita de menos de 100 US $ por año. La tasa de desempleo es del 54% (en un país de 2 millones de habitantes).
El Genocidio Herero y Nama es considerado como el primer genocidio del siglo 20

Genocidio

3. Alemania gobernó en Namibia desde 1844 a 1915. Fue aquí donde los alemanes llevaron a cabo el primer genocidio del siglo 20, el Genocidio Herero y Nama. La mitad de la población Nama y el 80% de los Herero murieron. Los supervivientes, cuando finalmente fueron puestos en libertad, fueron sometidos a una política de expropiación, deportación, trabajo forzoso, segregación racial (fueron confinados en lo que se llamó «territorios indígenas») y discriminación. El genocidio se utilizó para privar a los negros de Namibia de su tierra. Esta tierra fue «dada» a los colonos blancos.
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4. El legado y la influencia del colonialismo alemán sigue siendo muy notable, no sólo en la forma en que se gobierna el país, sino también en los nombres de las calles (Bergerstrasse, Litzstrasse, Uhlandstrasse, etc.) y en la arquitectura.
Namibia todavía lleva su dolorosa historia colonial en los nombres de sus calles

Segregación racial

5. Sudáfrica tomó el control de Namibia en 1920, pero Sudáfrica en aquel momento también estaba gobernada por una minoría blanca, por lo que todo continuó como lo dejaron los alemanes, imponiendo las políticas del apartheid de Sudáfrica en Namibia. Los «territorios nativos» se convirtieron en «tierra natal» (Bantustans). Namibia finalmente consiguió su «independencia» en 1990, y desde entonces ha sido gobernada por la Organización de Gente Africana del Suroeste (SWAPO), al menos en teoría.nativos.jpg

6. Los namibios blancos de hoy son los descendientes de los colonizadores alemanes y sudafricanos que gobernaron el país de 1844 a 1990. Ellos constituyen el 6% de la población, pero, después de haberse aferrado a los privilegios del apartheid, controlan el 90% de la tierra: 40% de esta tierra es comercial, está vallada y se considera propiedad privada. Algunos de sus propietarios son europeos que viven permanentemente en Italia, Alemania y otros países.

7. Una gran parte de Namibia es desierto, pero desierto rico en diamantes, oro, plata y uranio (Namibia posee los segundos yacimientos de uranio más grandes del mundo). Son extraídos y vendidos por multinacionales como la compañía británica Rio Tinto. Algún corte de diamante se realiza en Windhoek, pero la mayor parte se exporta en bruto por las multinacionales que los extraen. Los tratados coloniales firmados por multinacionales occidentales aseguran que las empresas y sus accionistas en Occidente gozarán de los frutos de los recursos de Namibia, con muy pocos de estos frutos destinados para la población indígena de Namibia. La riqueza mineral de Namibia rara vez vuelve a manos de la población indígena

Chabolas

8. Katutura (que, en el lenguaje de los herero, significa «El lugar en el que no queremos vivir») es donde un buen porcentaje de la población negra de Windhoek vive. Es un municipio creado en 1961 para poder alejar a las personas negras de su ubicación anterior para dar paso a la creación de Hochland Park, un barrio sólo para blancos acomodado. Después de la independencia, Hochland Park se convirtió en una zona residencial de la clase media alta, negros (los pocos que lo están haciendo bien y ministros del gobierno) y blancos.

9. La tierra cultivable se cultiva a escala industrial (el país es un importante exportador de carne de vacuno a Europa), pero la agricultura comercial no emplea mucha mano de obra: una granja comercial emplea de media a 6 personas. Por lo tanto la agricultura comercial emplea a aproximadamente el 8% de la población activa.

10. Sin tierra propia, la mayoría de la población negra no puede convertirse en agricultores por cuenta propia. Existe un proyecto para redistribuir algunas tierras a agricultores negros, pero es un proceso muy lento (entre 1990 y 2002, sólo el 1% de la tierra fue redistribuida). El gobierno no puede hacer mucho sobre esto porque durante las negociaciones de independencia, algo llamado “Capítulo 3” se incluyó en la Constitución de Namibia, a petición del Grupo de Contacto (formado por el Reino Unido, EE.UU., Canadá, Alemania y Francia) para evitar que el gobierno de la SWAPO pudiera hacer algo con la tierra.
La agricultura comercial hace muy poco por la mano de obra

¿Redistribución?

Por lo tanto, 21 años después de la independencia, Namibia está todavía gobernada y es «propiedad» de los descendientes de los colonizadores alemanes y los sudafricanos blancos. Unos pocos miles de namibios blancos viven a lo grande, mientras que la población mayoritaria negra corta madera, extrae el agua, vive, en su mayoría, en los suburbios y bajo el umbral de la pobreza, y siguen siendo en su mayoría parados.

Al ritmo actual se tardarán un par de generaciones en lograr alguna diferencia y que ésta sea equitativa. Una bomba a la espera de explotar, como lo hizo en Zimbabue.

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