MUJERES ATRAPADAS EN KIVU. (R.D. del CONGO)

12/05/2014 | Editorial

Las vejaciones, tortura, violencia sexual y migraciones de las mujeres en la región oriental de Kivu norte y sur, de la R.D. del Congo, alcanza proporciones de tragedia humana, ante la mirada cómplice de los poderes políticos y financieros.

El silencio y complicidad de la comunidad internacional y de los gobiernos locales, en la región de los Grandes Lagos, sigue siendo, por intereses financieros, una vergüenza escandalosa.

Ya llevamos más de 20 años saqueando los enormes recursos naturales de la R.D. del Congo: oro, diamantes, coltán etc., lo cual está causando una guerra genocida con unos 7 millones de víctimas mortales, además de unos 3 millones de desplazados y más de 500.000 violaciones de mujeres y niños-as. Muchas multinacionales europeas y americanas, así como los cómplices gobiernos regionales, son los causantes del pillaje.

Esta constatación podríamos aplicarla también a otras regiones de África, como: Sudan del Sur, Republica Centro-africana, Nigeria etc. Crímenes contra la humanidad son cometidos para obtener beneficios económicos.
Las mujeres y niños-as más vulnerables son siempre las que sufren la violencia de los lobos rapaces.

Cuando estas tragedias humanas comienzan o siguen resbalándonos, como la lluvia sobre las plumas del pato, entonces habremos llegado a un profundo grado de deshumanización.

Lo mismo puede ocurrirnos frente a los retos serios que más y más personas afrontan en España. Caritas nos informa que atiende a más parados españoles que a personas inmigrantes. Un síntoma relevante es el dato de que: las clases medias decrecen y transitan, parte de las mismas, hacia los espacios de la exclusión. Grandes sectores de la sociedad se quedarán al margen. Debemos preguntarnos: ¿Por qué? ¿Qué podemos hacer?.

De nuevo, el papa Francisco indica el camino: “Poner en marcha medidas que incidan sobre las causas estructurales de la pobreza, del hambre y de la violencia”.

En su discurso a Ban Ki-Moon y la ONU, dijo: “Una parte de la humanidad continua excluida de los beneficios del progreso y relegada, de hecho, a seres de segunda categoría…

Se trata de desafiar todas las formas de injusticia, oponiéndose a la economía de la exclusión y la cultura del descarte…

El progreso económico y social equitativo solo se puede obtener uniendo las capacidades científicas y tecnológicas con un empeño solidario constante, acompañado de una gratuidad generosa y desinteresada a todos los niveles…

Junto con vuestra acción internacional encaminada a conseguir un desarrollo humano integral en favor de todos los habitantes del planeta, les invito a promover juntos una verdadera movilización de ética mundial que, más allá de cualquier diferencia de credo, o de opiniones políticas, difunda y aplique un ideal común de fraternidad y solidaridad, especialmente con los más pobres y excluidos”.

Esto resvala a todos los poderes politicos que se presentan ahora a las elecciones europeas, sencillamente porque son producto de un mismo sistema economico, que es «injusto en su raiz y objetivamente inhumano.»

Las alternativas de justicia social y respeto a la dignidad humana para potenciar un comercio más justo y sostenible, están en tus manos y en la mías.

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