Menús de insectos en la cocina africana , por Antonio Molina

11/04/2013 | Bitácora africana

Rehogado de hormigas termitas, salteado de lombrices, estofado de gusanos y croquetas de coleópteros son algunos de los platos que podemos encontrar en bastantes restaurantes típicos, unas veces a la orilla de las carreteras y otras en los alrededores de los mercados, donde abundan los bares y las cantinas.
Es un mundo de olores y sabores diferentes de los que estamos acostumbrados a oler y degustar nosotros, porque dice un gran “chef”, cuyo nombre no recuerdo: “Antes de gustar, hay que olfatear.” Se come antes por las narices, que por la boca.

ALGUNOS PLATOS NACIONALES

En el CONGO, los gusanos de la selva condimentan la “masa” de mandioca. En UGANDA, los “senene” del lago se consumen fritos y bien picantes con “piri-piri” . En el CAMERÚN y en ANGOLA, los grillos se sirven en la sartén encebollados y con guindilla. En la República Centroafricana, los gusanos asados son un aperitivo muy popular.

Los paladares finos, los ”gourmets” de África, en muchas regiones del Continente, matan el hambre, como nosotros decimos “abren boca” regularmente consumiendo insectos y otros bichos. Se trata de una comida barata, particularmente apetitosa y bastante nutritiva y saludable.

OPINIÓN DE LOS EXPERTOS DE LA FAO

Ante estas costumbres culinarias, hace años que los expertos nutricionistas de la FAO analizaron estos productos reconsumo tradicional y sus conclusiones son que hay que animar a los africanos, para que continúen consumiéndolos como partede su alimentación por el gran aporte de proteínas que contienen.

El profesor Arnold van Huis, entomólogo holandés, consultor de la FAO, declara: “En 2050, la población mundial alcanzará los 9.000 millones de habitantes y la necesidad de proteínas aumentará en un 70%. Ya no habrá alimentos para todos.”


MENÚS INTELIGENTES

Ya hoy día, los 2/3 de las tierras agrícolas están destinadas a la ganadería de bovinos, ovinos, caprinos, suínos y aves. Hay que aumentar estas superficies sin perjudicar a los cultivos de cereales, hortalizas, legumbres y frutales. Todo sin arruinar el medio ambiente.
Según los expertos de la FAO, “el consumo tradicional de carne ya es problemático, a pesar de las granjas aviarias modernas. La carne llegará a ser un manjar de lujo para los ricos y las poblaciones pobres tendrán que mudar sus hábitos alimentarios para asegurar su nutrición.”

Este año los mayores especialistas de este sector se reunirán en un congreso internacional, cuyo tema es bastante elocuente: “Los insectos, el alimento del futuro.”

Los investigadores de la universidad de Wageningen (Holanda), que hace cinco años estudian 1400 especies de insectos comestibles, afirman: “La captura de los insectos causa un mínimo impacto sobre el ambiente. Para producir un kilo de proteínas derivadas de los insectos sirve una superficie diez veces menor que para producir la misma cantidad de proteínas animales del ganado o de las aves. Además se producen menos gases de invernadero y no se contaminan los campos.
Por otro lado, se economiza agua y dinero, disminuyendo los riesgos sanitarios.”

LUCHAR CONTRA LOS MITOS ALIMENTARIOS

El mayor obstáculo para introducir en las dietas de los diversos pueblos el consumo regular de insectos es la fuerza de la rutina de los hábitos alimentarios de cada cultura. En Occidente, la sola idea de comer grillos y larvas genera rechazo imaginario, porque nos parecen porquería. Sin embargo, consumimos ostras, almejas, mariscos, percebes, cangrejos y caracoles, que repugnan a otros pueblos.
Según las estadísticas, en el 80% de los países del mundo se comen insectos. En el Sureste asiático la gente come hasta escorpiones, cucarachas y mariposas.


ALIMENTARSE CIENTÍFICAMENTE

La experta nutricionista, Morgaine Goye, explica: “Los insectos ofrecen el mismo valor nutricional que un bistec y garantizan el aporte de proteínas, además de ser de fácil digestión. Si queremos una alimentación sana y sostenible, deberíamos recuperar las antiguas costumbres alimentares de los pueblos indígenas.”

Comer gusanos, como hacen los Bosquimanos y langostas y saltamontes como los Pigmeos, a nosotros, occidentales, puede parecer indigesto, pero los que ya los comieron, afirman que se trata de alimentos refinados.

CONCLUSIÓN

Como siempre, en estos casos podemos relativizar preguntándonos: ¿Se trata sólo de costumbres diferentes de las nuestras? ¿No será cuestión de gustos?

Ya dice la sentencia de la sabiduría popular que “de gustos, de colores y de mujeres no se discute.”

APÉNDICE –

CLASIFICACIÓN DE INSECTOS COMESTIBLES POR PAÍSES

LANGOSTA ( ‘Criquets’ o saltamontes) Uganda, Chad, Níger y Sudán.

GRILLOS – Argelia, Zambia y Zimbabue.

GUSANOS (Bruchi para polenta) Rep.del Congo y RD. Congo.

SALTAMONTES con miel – Gabón, Camerún y Guinea Ecuatorial.

GUSANOS tostados – Botsuana y Suráfrica.

LOMBRICES asadas – Nigeria, Mozambique y Rep. Centroafricana.

MARIPOSAS (Faleve en caldo) Madagascar.

COLEÓPTEROS a la brasa – Togo y Benín.

ESCARABAJOS ahumados – Chad y Etiopía.

Autor

  • Molina Molina, Antonio José

    Antonio José Molina Molina nació en Murcia en 1932. Desde 1955 es Misionero de África, Padre Blanco, y ya desde antes ha estado trabajando en, por y para África. Apasionado de la radio, como él relata en sus crónicas desde sus primeros pasos en el continente africano, "siempre tuve una radio pequeña en mi mochila para escuchar las noticias". Durante septiembre 2002, regresa a Madrid como colaborador del CIDAF. En octubre de 2005 aceptó los cargos de secretario general de la Fundación Sur y director de su departamento África. Antonio Molina pertenece -como él mismo dice- a la "brigada volante de los Misioneros de África", siempre con la maleta preparada... mientras el cuerpo aguante.

Más artículos de Molina Molina, Antonio José