Manos Unidas abre una cuenta de emergencia para apoyar a los damnificados por el devastador ciclón Idai en Mozambique, Malaui y Zimbabue

22/03/2019 | Opinión


– Manos Unidas es una de las pocas ONG españolas que está presente, con proyectos de desarrollo, en los tres países afectados.

– Nuestros proyectos de la zona centro de Mozambique, la más golpeada por el ciclón Idai, han sufrido graves destrozos.

– Alguna carretera ha desaparecido y ahora hay grandes charcos de agua en los que comparten espacio cocodrilos y personas subidas a los árboles

– Número de cuenta emergencia del CICLON IDAI – SURESTE AFRICA: ES42 0049 6791 7420 1600 0102.

idai.jpgCon el objetivo de dar respuesta a las peticiones de ayuda que está recibiendo desde Mozambique, Malawi y Zimbabwe, los tres países más afectados por el paso del devastador ciclón Idai que ha dejado a su paso un reguero de muerte y destrucción, Manos Unidas ha abierto hoy una cuenta de emergencia.

Un desastre de proporciones incalculables

En Mozambique, donde Idai ha desatado toda su fuerza, los muertos podrían superar el millar, según fuentes oficiales, y los daños, en estos momentos, son incalculables. Las lluvias no cesan de caer y con ellas aumenta el número de edificios e infraestructuras destruidos.

En Malawi y Zimbabwe, donde Idai llegó transformado ya en tormenta, las inundaciones han causado, también, decenas de muertos y daños también muy considerables.

“En Manos Unidas hemos recibido con gran preocupación y tristeza las noticias provenientes de unos países en los que llevamos trabajando décadas. Malawi, Mozambique y Zimbabwe están entre las naciones más pobres del mundo y para nosotros es prioritaria la cooperación con ellos. De hecho, Manos Unidas es una de las pocas ONG españolas que está presente, con proyectos de desarrollo, en los tres países afectados”, asegura Beatriz Hernáez, coordinadora de proyectos de Manos Unidas en África Austral.

Las organizaciones de ayuda internacional aseguran que la tormenta es el peor desastre que ha sufrido el sureste de África en dos décadas.

En estos momentos, estamos en contacto con nuestros socios locales, la mayoría de ellos congregaciones religiosas, que, con grandes dificultades por los daños en las infraestructuras de comunicación, nos están informando de lo dantesco de la situación. “Las edificaciones que han aguantado se han convertido en refugio de cientos de familias que han perdido todo. En las calles de la ciudad todo es un caos, no hay farolas, los árboles bloquean las calles y las tiendas y mercados están cerrado”, relata Beatriz Hernaez, haciéndose eco de los mensajes recibidos en estos días.

“Nuestros proyectos de la zona centro de Mozambique, la más afectada por el paso de Idai, han sufrido graves destrozos: infraestructuras destruidas, huertos inundados, colegios impracticables…”, informa Hernáez.

“Desde Esmabama, donde Manos Unidas lleva décadas trabajado, principalmente en proyectos de educación, sanidad, agricultura y seguridad alimentaria, nos han contado que los animales volaban por los aires y que hay zonas rurales totalmente aisladas”, relata Hernáez. “Parece ser que hasta alguna carretera ha desaparecido y ahora es un gran charco de agua en los que comparten espacio cocodrilos y personas subidas a los árboles”, continúa la coordinadora de Africa Austral de Manos Unidas.

Ayuda humanitaria y reconstrucción

“En cuanto se pueda hacer una primera evaluación de los daños, pondremos en marcha las acciones de emergencia que se van a destinar tanto a socorrer a la población damnificada con ayuda de primera necesidad, como a la posterior reconstrucción de lo destruido por el viento y las aguas”, asegura Hernáez. “Cualquier ayuda que nos llegue para atender a estas personas, que lo han perdido absolutamente todo, será bienvenida. Porque las pérdidas no son solo a corto plazo: sin cosechas, el año que viene estas familias tendrán graves dificultades para encontrar un sustento, en países en los que ya se dan con frecuencia emergencias alimentarias. Además, con las inundaciones y el agua estancada aparecerán, casi con total seguridad, brotes de malaria y enfermedades gastrointestinales e infecciosas, como el cólera”, explica la coordinadora de proyectos de Manos Unidas en Africa Austral.

“No podemos ni imaginar cómo tiene que ser la situación en estos momentos. Mozambique es uno de los diez países más pobres del mundo y las infraestructuras son bastante deficitarias. Por las noticias que van llegando y por las imágenes que hemos visto, cuando bajen las aguas, la cifra de muertos esta cifra podría multiplicarse, porque, desde Mozambique nos informan de pueblo enteros desaparecidos”, explica la coordinadora de proyectos de Manos Unidas en África Austral.

Número de cuenta emergencia CICLON IDAI – SURESTE AFRICA: ES42 0049 6791 7420 1600 0102

Testimonio de la Asociación Esmabama en Sofala (Mozambique)

El lunes 18 de marzo pude coger un vuelo desde Beira a Maputo, pero vía Nampula, para poder acceder a internet y actualizaros los últimos acontecimientos que han afectado a la provincia de Sofala. El ciclón Idai, altamente destructivo, masacró Sofala en la noche del 14 de marzo. Desde entonces, no tenemos electricidad, comunicación, gasolina, comida, agua potable, carreteras, cajeros o bancos.

Este ciclón ha dejado atrás muerte y destrucción. Las escuelas, nuestra oficina y los hospitales que han aguantado, se han convertido en refugio de cientos de familias que han perdido todo. El techo el hospital en Beira se ha desprendido y ha matado a cinco recién nacidos de la unidad de neonatos y otras 160 han fallecido dentro de las instalaciones. No hay farolas, los árboles bloquean las calles y las tiendas y mercados están cerrados. Durante tres días solo hemos podido comer naranjas y aguacates y tenemos que racionalizar el agua potable.

El viento era tan fuerte que los motores de aire acondicionado se desprendieron de las paredes y volaron a los techos de los alrededores. Los animales también salieron volando, literalmente, y ahora cuelgan muertos en los árboles y tejados.

Leyendo las últimas noticias online, vemos que el viento ha alcanzado una velocidad de 230 KM/h. Ninguna ventana o puerta ha resistido a la furia del mar, arena, piedras y todo lo que encontraba por el camino. Las placas de los tejados parecían hojas que se metían dentro de las casas.

Toda esta pesadilla duró desde por la tarde hasta las 4 de la mañana. La última hora fue la más peligrosa, el viento amainó unos minutos para después atacar con más fuerza destruyendo las últimas casas que habían sobrevivido las horas previas.

Al día siguiente pedí a dos de nuestros marineros ir a la misión de Barada para recopilar información, pero el viento y el estado del mar no nos permitieron navegar. Así que le pedí a uno de nuestros conductores ir por tierra, pero después de 40 km tuvimos que volver a la ciudad puesto que la carretera había desaparecido y en su lugar había un lago de cocodrilos y gente atrapada en los árboles.

Las personas que tuvieron que caminar durante dos días para llegar a Beira, me dijeron que habían visto desaparecer pueblos enteros llenos de gente. El presidente de la República de Mozambique ha anunciado que los distritos de Buzi (Baranda y Estaquinha), Chibabava (Mangunde) y Marromeu están completamente aislados del resto y ha expresado su preocupación por las enfermedades, las calamidades y las pérdidas humanas que se esperan. Ya en las fotografías aéreas se pueden observar cientos de cuerpos flotando en las aguas del río Buzi y del río Pungue.

Después de cuatro días he recibido algo de información sobre nuestras misiones.

Machanga: la misión del internado no tiene techos y los estudiantes duermen bajo los árboles y hemos perdido completamente el cultivo de cerdos.

Estaquinha: Solo tengo información sobre las cosechas. Hemos perdido más de 100 toneladas de maíz (comida de 4 meses en nuestros internados), toda la maquinaria está bajo el agua. Una inversión de 200.000 euros se la ha tragado el agua. No tengo información sobre la misión.

Mangunde: Parte de la escuela, internado y centro de salud se han quedado sin techos. Las comunidades de alrededor de la misión están completamente anegadas.

Nuestra misión en la playa: sobre Barada no tengo todavía información y me temo lo peor.

Nuestra oficina de Beira está casi destruida y policía armada y nuestros 3 perros vigilan día y noche.

Algunos de nuestros oficiales y estudiantes están heridos, y de momento, por suerte, no tenemos información de que haya ninguna baja entre ellos.

Sigue lloviendo abundantemente y las previsiones son que seguirá así durante los próximos días y los ríos seguirán incrementando su nivel de alerta. Los países vecinos han sido también afectados por fuertes lluvias y Mozambique prevé abrir las presas para evitar que se colapsen. Pero esto significaría más inundaciones en Sofala.

Estoy consternado y deshecho por este escenario dantesco y el pánico en las caras de aquellos que ahora temen por sus vidas y las de sus seres queridos. Necesitamos ayuda urgente.

Fabrizio Graglia

Associação Moçambicana Esmabama – Sofala

Manos Unidas

[Fundación Sur]


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