Manifestación de ‘manteros’. Sobrevivir no es delito , Por José carlos Rodríguez Soto

26/02/2009 | Bitácora africana

Ramó es un joven senegalés que llegó a Tenerife hace tres años en patera. Como muchos de sus compatriotas, sobrevive en Madrid vendiendo CD’s y DVD piratas en el top manta, una actividad que le causa un terrible nerviosismo al vivir siempre pendiente de que llegue la policía para salir corriendo.

Le han detenido en dos ocasiones y en cada una de ellas tuvo que pagar una multa de 900 euros. Otros 36 manteros han tenido peor suerte al dar con sus huesos en la cárcel y, actualmente, hay cientos de causas abiertas, ya que la policía detiene a manteros todos los días.
En la mayoría de los casos pasan 72 horas en los calabozos policiales antes de que se les sirvan una orden de expulsión. Esto es lo menos que les puede pasar, ya que la última reforma del Código Penal, en 1995, introdujo un artículo (el 270) que castiga con penas de entre uno y dos años de prisión a los manteros.

El pasado jueves, 12 de febrero, Ramó y varios cientos de inmigrantes, sobre todo africanos y de Bangla Desh, más un buen número de españoles, marcharon en una manifestación en Madrid desde la plaza de Lavapiés hasta la Puerta del Sol para protestar por una ley que consideran desproporcionada y que castiga «a los que buscan comer para sobrevivir». La mayor parte de los inmigrantes sin papeles no tienen otra opción más que comprar CD’s a un euro y venderlos a 1,5 euros. Como mucho, llegan a sacar 10 euros al día y, con eso, tienen que pagar el alquiler de sus viviendas (o infraviviendas) y comer.

Uno de los organizadores de la coordinadora El Ferrocarril, convocante de la manifestación, me aseguró que ellos no están en contra de que se proteja la propiedad intelectual, sino de que se haga de manera tan dura y desproporcionada, castigando a los más vulnerables.

Dos cosas me llamaron la atención en la manifestación de los manteros: en primer lugar, la presencia de numerosas «personas de Iglesia», sobre todo religiosas. En Lavapiés, lugar de cruce de culturas y religiones en el corazón del Madrid castizo, existe una comunidad intercongregacional en la que varias monjas de distintas congregaciones trabajan juntas con los inmigrantes más marginados a los que proporcionan ayuda y un acompañamiento muy valioso. En esta campaña hay un buen número de sacerdotes, monjas y cristianos de comunidades que llevan bastante tiempo apoyando a los inmigrantes sin papeles, los últimos de los últimos en la sociedad española actual.

Además, a nadie se le escapa que esta causa seguramente no tendrá nunca el privilegio de contar con el apoyo de artistas que tanto han cantado a la libertad y que han hecho abundante uso de situaciones de marginación y de injusticia para inspirar sus versos. Apenas tres artistas apoyan abiertamente a los manteros: los actores Willi Toledo y Alberto San Juan y el director de cine Javier Corchera, y, a no ser que se me haya escapado algún otro dato, pare usted de contar.

Mucho cantar aquello de «contamíname, mézclate conmigo» (mientras no me toques el bolsillo, claro), pero en este tipo de manifestaciones no verán ustedes ni a Víctor Manuel, ni a Ana Belén, ni a Joaquín Sabina, ni a Serrat ni a ninguno de los voceros que se enganchan a causas más populares, y de los actores de cine ya ni les menciono.
La Sociedad General de Autores (SGAE) hasta el momento ha mantenido lo que parece ser un interesado silencio sobre el tema. No me extraña que una de las pancartas que uno de los africanos exhibía rezase así: «Ramoncín, aprende a cantar».

Autor

  • Rodríguez Soto, José Carlos

    (Madrid, 1960). Ex-Sacerdote Misionero Comboniano. Es licenciado en Teología (Kampala, Uganda) y en Periodismo (Universidad Complutense).

    Ha trabajado en Uganda de 1984 a 1987 y desde 1991, todos estos 17 años, los ha pasado en Acholiland (norte de Uganda), siempre en tiempo de guerra. Ha participado activamente en conversaciones de mediación con las guerrillas del norte de Uganda y en comisiones de Justicia y Paz. Actualmente trabaja para caritas

    Entre sus cargos periodísticos columnista de la publicación semanal Ugandan Observer , director de la revista Leadership, trabajó en la ONGD Red Deporte y Cooperación

    Actualmente escribe en el blog "En clave de África" y trabaja para Nciones Unidas en la República Centroafricana

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