Malí y Uganda quieren sacar tajada del dinero de los donantes a la Misión de la Unión africana en Somalia (AMISOM)

18/12/2009 | Crónicas y reportajes

Se están creando escenas de batallas para controlar el dinero destinado a las actividades de paz en Somalia por una parte entre Malí y Nigeria, y por otra parte entre Uganda y Burundi, ya que los donantes pronto estrenarán un paquete financiero mejorado para ayudar a las tropas de la Unión Africana en un país asolado por la guerra.

Aunque los donantes de la Misión de la Unión africana en Somalia (AMISOM), misión de paz de la Unión Africana en Somalia, se habían negado inicialmente a desembolsar los fondos destinados a pagar a los soldados de la misión, por falta de responsabilidad, es probable que esto cambie en un futuro cercano ya que van asumirse nuevos compromisos para el apoyo.

El EastAfrican ha descubierto que la Unión Europea y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas firmaron paquetes que verán una mayor financiación y apoyo logístico destinados a la misión de paz en Somalia.

La Unión Europea se muestra callada sobre el nivel de su ayuda, “No voy a hacer ninguna declaración sobre eso”, dijo el embajador de la Unión Europa Uganda Vincent de Visscher.

Para disgusto de países como Uganda y Burundi, que fueron los primeros en poner las tropas sobre el terreno, en Mogadishu, la promesa del dinero ha captado ahora la atención de países que no cumplieron sus promesas de enviar tropas.

Ahora quieren desplegar pequeños grupos para llevar a cabo la logística de la misión.

Según el lugarteniente Felix Kulaigye, portavoz del ejército de Uganda, “Desde que Naciones Unidas se ha hecho cargo del apoyo logístico de la misión, otros países están diciendo que quieren participar en la administración de la logística, pero sin estar en el terreno”.

El vice-representante especial de la Unión Africana para Somalia, Wafula Wamunyinyi, confirmó que la Unidad de Planificación Estratégica y Gestión de AMISOM ha recomendado que la misión necesita apoyo para el cuartel general en Mogadiscio y ha pensado en Malí para la tarea.

“Sé que Malí está considerando mandar técnicos oficiales militares al cuartel general, unos 15”.
Según Wamunyinyi, “Los funcionarios se harán cargo de la logística, los recursos humanos, el personal y las operaciones generales dentro de la misión. Funcionarios con experiencia en el funcionamiento de una misión y la prestación de ayuda al comandante de la fuerza”.

Pero el Comandante de la fuerza no comparte este punto de vista.

Según el mayor general Nathan Mugisha, comandante de Amisom, “Si ellos son técnicos, ¿por qué no aportan su experiencia en el campo? Eso es lo que queremos. No en las oficinas centrales. Es más práctico proporcionar el servicio en el campo”.

Añadió: “Ese es el problema y el motivo por el que les estamos diciendo que traigan a sus militares antes de pensar en el despliegue en la oficina central, ya que en la oficina central se está prestando servicio a los hombres. Entonces, ¿dónde están los hombres a los que se va a servir?

En 2006, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó una resolución autorizando una fuerza de paz africana en Somalia, pero sólo respondieron Uganda y Burundi.

En ese momento, se estimó que sería suficiente con 8.000 soldados.

Los dos países lograron enviar poco más de 5.000, quedando un déficit de 3.000 tropas.

Hoy, según las fuerzas de paz sobre el terreno, Somalia necesita de 10.000 a 15.000 soldados.

Sin embargo, los países de la Unión Africana siguen reacios a mandar a sus soldados, dada la situación de riesgo que prevalece en Somalia.

Mientras algunas fuentes diplomáticas dentro de la Unión europea fingen ignorancia sobre la ayuda, otras fuentes aseguran que la ayuda procedente del departamento de seguridad de la UE es una cuestión delicada, cuya publicidad podría convertir a los ciudadanos de la UE en objetivos de ataques terroristas.

Se entiende que la UE se ha comprometido a proporcionar fondos para la formación de las fuerzas de seguridad de Somalia y a extender la asistencia humanitaria a los civiles.

Unos 2.000 reclutas del ejército nacional de Somalia se entrenarán en Uganda.

Esto será parte de los esfuerzos por aumentar la capacidad del gobierno federal para hacer frente a los insurgentes de Al Shabaab, que han aprovechado el vacío administrativo para establecer bases de formación en el desierto y en zonas que están bajo su control.

El dinero de la UE se canalizará a través de la base logística de AMISOM, en Nairobi (Kenia).

Se espera que Naciones Unidas proporcione ayuda logística, como combustible, mantenimiento de vehículos, alimentos y medicamentos para los soldados de la misión.

Por HALIMA ABDALLAH

Publicado en The East African, Kenia, 14 de diciembre de 2009.

Traducido por Pilar Maroto Montalvo, alumna de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid Traducción /Interpretación, colaboradora en la traducción de algunos artículos.

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