“Mali: Mujeres y agricultura, el buen ejemplo de Zirablenkoro”

15/12/2009 | Crónicas y reportajes

La horticultura1 ha abierto un horizonte esperanzador a las mujeres de esta localidad. Su papel en la sociedad y su trabajo son reconocidos tanto en el desarrollo sostenible local como en la seguridad alimentaria doméstica.

Si las mujeres rurales mejor equipadas y formadas tuvieran acceso a la tierra, al agua y los insumos2, podrían producir mayor cantidad de alimentos en mejores condiciones. Este concepto ha sido asimilado por el jefe del poblado de Zirablenkoro, situado a 5 kilómetros del círculo de Kolokani en la región de Koulikoró3, de Mali. Ha concedido a las mujeres de su localidad una hectárea para la horticultura, de este modo el poblado se ha convertido en la zona de producción, por excelencia, de productos horticulturales. Además todas las mujeres, o casi todas, se están interesando por este sector. Estas mujeres se reagrupan en una asociación y repartidas en varias parcelas, cultivan todo tipo de productos horticulturales. La producción se vende por completo en el mercado de Kolokani.

La presidenta de la asociación “Ben-ko”, Sira Diarra, es optimista. Esta actividad ha permitido que las mujeres del poblado en general y las mujeres de su asociación en particular, sean independientes. La presidenta reconoce que: “la horticultura ha sido beneficiosa por varias razones. En primer lugar nosotros mismos consumimos nuestros productos. En segundo lugar, gracias a los beneficios de las ventas diarias, podemos hacer frente, sin problemas, a los gastos familiares y personales”.

También ha señalado que el dinero resultante de este ahorro sirve para hacer frente a los gastos de las ceremonias de bautizos, bodas, defunciones y otros festejos. Sira Diarra, declara con satisfacción: “no podemos describir el impacto que ha tenido esta actividad en nuestras mujeres en particular, y en el conjunto de nuestro poblado en general”.

También ha señalado que gracias a la horticultura, a partir de ahora, la malnutrición en su localidad sólo será un mal recuerdo. “Sinceramente esta actividad ha traído la felicidad al poblado. Ha aportado desarrollo, paz, gozo, solidaridad y también la cohesión en Zirablenkoro”. Desgraciadamente, Sira Diarra, declara que la mayoría de las mujeres de su localidad son analfabetas. Por este motivo, ha lanzado un llamamiento a los dirigentes para la obtención de cursos de alfabetización.

Sesión de formación

La presidenta ha recordado que las mujeres de Zirablenkoro necesitan semillas, equipamiento, información, sensibilización y organización. Estas valientes cultivadoras también necesitan información y sesiones para formarse, y así poder beneficiarse de los resultados de las nuevas técnicas y tecnologías de la agricultura. Este último punto, ha resaltado nuestra interlocutora, asegura el pleno desarrollo y aliviará a las mujeres de Zirablenkoro de las agotadoras tareas domésticas y agrícolas.

El ejemplo de Zirablenkoro prueba que la mujer rural es una socia segura para el desarrollo en el África subsahariana. Durante mucho tiempo la mujer rural ha estado descuidada, injustificadamente, y mantenida en la oscuridad de la ignorancia. Craso error. Ellas pueden participar en todas las etapas de trabajo agrícola. Las mujeres rurales constituyen un eje para el desarrollo, ya que desempeñan un papel socio-económico y cultural preponderante.

Las mujeres representan el 75% de la participación en la agricultura. A pesar de la situación de las mujeres en general, y de las mujeres rurales en particular, este dato es preocupante. El estudio realizado en el 2000 por el Ministerio de Promoción de la Mujer, la Infancia y la Familia (MPFEF) sobre los recursos naturales, en derecho moderno, revelan que los mismos derechos territoriales son reconocidos para los hombres y para las mujeres. Los dos pueden acceder a los títulos territoriales.

Hoy en día existen varios proyectos y programas que tienen en cuenta la promoción de la mujer. Los instrumentos jurídicos de gestión de territorios y de sus operaciones de desarrollo rural ayudan a las mujeres a acceder a las tierras acondicionadas. La administración expide unas actas a los ocupantes de estas zonas con el fin de asegurarlos.

Pero la realidad es que existen numerosos obstáculos para que las mujeres puedan disfrutar de estos derechos, sobre todo los que conciernen al acceso a los créditos y el equipamiento. En derecho consuetudinario, el acceso de las mujeres rurales a la tierra, a los factores4 y medios de producción, encuentra restricciones en los usos y costumbres. En el ejercicio de la costumbre se les permite la posibilidad de ocupar únicamente las tierras marginales, hostiles y poco rentables. Además, en muchas zonas, la mujer recurre al equipamiento de la unidad de producción familiar. Nadie ignora el papel de la mujer en la sociedad y su trabajo en el desarrollo sostenible local y en la seguridad alimentaria doméstica.

Si se da más poder a las mujeres rurales podrán pasar del status de dependientes al de autónomas. Así, ellas contribuirán a la organización de su propia vida y asumirán plenamente sus responsabilidades en la planificación de su porvenir.

Además del crecimiento demográfico y de la demanda de los productos alimentarios, las mujeres rurales luchan contra el reto que supone producir una mayor cantidad de producto, con recursos limitados y en un entorno más complicado.

Mariam A. TRAORE

Publicado en el diario, L’Essor, de Mali, el 28 de octubre de 2009.

Notas de la traductora:

1No hay que confundir entre horticultura y agricultura. La diferencia clave entre las dos es que la horticultura utiliza siempre un periodo de barbecho (cultivo rotativo) mientras que la agricultura es un cultivo que requiere más trabajo debido a que utiliza la tierra de modo intensivo y continuo. Además, los horticultores utilizan herramientas simples como las azadas y palos de plantar para cultivar sus cosechas mientras que agricultores utilizan animales como medios de producción: para transporte, como máquinas de cultivo, etc.

2Bienes empleados en la producción de otros bienes como por ejemplo semillas, máquinas, etc.
3Malí está dividido en ocho regiones administrativas y un distrito. Las regiones son: Gao, Kidal, Tombuctú, Kayes, Kulikoró, Mopti, Segú, Sikasso y el distrito es Bamako (al sur). Estas regiones están divididas en 49 círculos que a su vez están divididas en comunas.

4En economía, los factores productivos o factores de producción son aquellos recursos, materiales o no, que al ser combinados en el proceso de producción agregan valor para la elaboración de bienes y servicios.

Traducido por Inés Ruíz Navarro, para Fundación Sur.

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