Mal uso de los beneficios del petróleo , Por Chema Caballero

11/09/2013 | Bitácora africana

Koudalwa es una pequeña aldea cerca de Bongor, la capital de la región de Mayo-Kebbi Este, en Chad, donde hace 4 años desembarcaron decenas de chinos. Buscaban un lugar para establecerse y desde el cual poder dirigir su proyecto petrolífero. Poco tiempo antes habían comprado los pozos de la compañía canadiense Encana.

Hoy día, cuando se pasa por Koudalwa se ven los grandes tanques y tuberías que transportan el crudo hasta Djermaya, cerca de la capital, Yamena, a unos 300 kilómetros de distancia, donde se encuentra una refinería, también construida por los chinos, que lleva produciendo combustible desde 2011.

A pesar del boom petrolero, la vida no ha cambiado mucho para los habitante de la región de Mayo-Kebbi. Es más, el petróleo que sale de su subsuelo regresa en camiones cisterna, a través de carreteras llenas de baches, convertido en combustible, que cuesta mucho más que cuando no se producía localmente. Eso sí, en Koudalwa se puede ver una nueva escuela y varios pozos con bombas manuales construidos por la Compañía Nacional de Petróleo de China.

Esto es Chad, un país en el que desde que empezó a producir petróleo, hace 10 años, los grandes proyectos de infraestructuras distorsionan la realidad. La apariencia de opulencia no deja ver la incapacidad de los gobernantes chadianos de redistribuir la riqueza entre la población.

Fue Esso la primera compañía que empezó la explotación de petróleo en Chad, en 2003. Fue en el campo de Kome, cerca de Doba. En la actualidad esta compañía extrae 100,000 barriles diarios y emplea a unos 5.000 chadianos. Así este sector se ha convertido en el mayor empleador privado del país.

El Banco Mundial ofreció todo su apoyo al proyecto petrolífero de Chad con la intención de que los beneficios generados por el crudo se utilizasen para reducir la pobreza y fomentar el desarrollo social del país. Además, el acuerdo estipulaba que un 5% de los royalties del campo de Kome se destinasen al desarrollo de la zona de Doba, supervisado por un comité regional.

Uno de los proyectos propuestos por el comité fue la construcción de una universidad. Según un reportaje de The Gardian, la universidad lleva dos años abierta pero no tienen suficientes bancos para los estudiantes y la librería no contiene ni un solo libro. Esta universidad es solo un ejemplo del gran número de proyectos sin sentido que están surgiendo en el país. Muchos cuestionan la necesidad de una nueva universidad en un país donde solo 6.000 personas pasan anualmente el examen de fin de los estudios secundarios. Tampoco sirve de mucho construir escuelas si luego no hay maestros que enseñen en ellas o no se invierte dinero y tiempo en la formación de lo mismos.

En los últimos 10 años el dinero está fluyendo al mismo ritmo que el petróleo, pero este no ha incidido realmente en el desarrollo humano de Chad: la tasa de analfabetismo es del 34%, la mortalidad de niños menores de 5 años es de 169 por cada 1.000 que nacen vivos, el ocupa el puesto 184, de 187, en el último Índice de Desarrollo humano de la ONU y el 80% de la población vive bajo el umbral de la pobreza. A pesar de ello, los royalties se están invirtiendo en grandes proyectos de infraestructuras y no en el desarrollo humano.

La mala noticia es que hay estimaciones que prevén que el petróleo del Chad se agotará hacia 2030. El año pasado, el Fondo Monetario Internacional (FMI), en un informe, expresaba su preocupación por la alta dependencia de la economía chadiana del petróleo, mientras se relegan otros sectores basícos, como la agricultura.

Un mal uso de los beneficios del petróleo, más en infraestructuras que en desarrollo humano, la corrupción que este acarrea y la fuerte dependencia de la economía del país de este producto, serán causas de que Chad no pueda combatir la pobreza en la medida que los programas elaborados alrededor de la explotación del crudo plantearon en su momento.

Original en : Blogs de El País . África no es un país

Autor

  • Caballero, Chema

    Chema Caballero nacido en septiembre de 1961, se licenció en derecho en 1984 y en Estudios eclesiásticos en 1995 Ordenado Sacerdote, dentro de la Congregación de los Misioneros Javerianos,
    en 1995. Llega a Sierra Leona en 1992, donde ha realizado trabajos de promoción de Justicia y Paz y Derechos Humanos. Desde 1999 fue director del programa de rehabilitación de niños y niñas soldados de los Misioneros Javerianos en Sierra Leona. En la , desde abril de 2004 compaginó esta labor con la dirección de un nuevo proyecto en la zona más subdesarrollada de Sierra Leona, Tonko Limba. El proyecto titulado “Educación como motor del desarrollo” consiste en la construcción de escuelas, formación de profesorado y concienciación de los padres para que manden a sus hijos e hijas al colegio.

    Regresó a España donde sigue trabajndo para y por África

    Tiene diversos premios entre ellos el premio Internacional Alfonso Comín y la medalla de extremadura.

    Es fundador de la ONG Desarrollo y educación en Sierra Leona .

    En Bitácora Africana se publicarán los escritos que Chema Caballero tiene en su blog de la página web de la ONG DYES, e iremos recogiendo tanto los que escribió durante su estancia en Sierra Leona, donde nos introduce en el trabajo diario que realizaba y vemos como es la sociedad en Madina , como los que ahora escribe ya en España , siempre con el corazón puesto en África

    www.ongdyes.es

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