Madrid Rumbo al Sur : Camino hacia Duna Chegaga

29/10/2009 | Bitácora africana

JORNADA 10

29 AGOSTO, 8:00.

El que parece ser jefe de nuestros guías en Tamnougalt de acerca al campamento en la vieja kasbah. Allí, sentado en el suelo, enseña a los chavales canciones bereberes tocando una especie de guitarra de tres cuerdas procedente, me dice, de la época en que Europa venía a buscar esclavos a su cantera africana.

Kasbah vieja.

La kasbah vieja, donde hemos dormido, es una especie de fortaleza de paredes de barro, paja y arena, con muy pocas ventanas al exterior. De gruesos muros y torreones rectangulares, en su interior semiderruido la temperatura es fresca.

Abajo, en el pueblo, la Kasbah es algo más florida y ornamentada, tiene más valor artístico, y está habitada. Pero en este pueblo árido y a medio construir, la kasbah vieja abandonada, en ruinas, tiene un misterio y un encanto superiores.

Trascendencia personal

Al igual que sucede en las Pirámides o en la Acrópolis, en la ruinosa Kasbah vieja de Tamnougalt el hombre, pueril en esencia, sigue intentando dejar su rastro. En las paredes se lee, rascado posiblemente con piedra, el nombre de “Elhanni Yonser”. Otro visitante concreta más: “Affani Mohamed, 19-5-1980”.

Desayuno en la Kasbah.

Un abundante desayuno en un hermoso lugar es difícilmente superable. Una manera de hacerlo ha sido pasear antes por los palmerales de la localidad. Frondoso vergel con parras, alfalfa y plantas muy variadas. El destino del paseo, un patio interior en la kasbah, tras recorrer un laberinto de pasadizos y callejas oscuros. Encima de una mesa pan, tortas, mermelada, mantequilla, miel, café, leche y té. Té siempre hirviendo y muy dulce. Todo atendido por lugareños que, en Ramadán, no van a poder comer ni beber en todo el día.

29 AGOSTO, 13:00, camino hacia Duna Chegaga.

Oasis o espejismo.

Paran los autobuses, que nos han llevado con constancia hacia el sur, hacia el Sáhara, en Zagora. Zagora es la capital de la provincia que lleva su nombre. En Zagora, restaurante Asmoa. Última sombra antes de los 50 grados de temperatura que nos esperan en breve. Los salones comedores están frescos, y parece que la comida será buena, pero nuestros ojos cubiertos de polvo se dirigen de inmediato hacia la piscina. Sucia, caliente piscina, pero irresistible.

El responsable del local no necesita ser un adivino para interpretar nuestras miradas, y nos indica que no podremos bañarnos hasta dentro de 20 minutos. Es poner puertas al campo. En tres minutos los primeros nos lanzamos al agua. En diez minutos la piscina está llena de gente. Macarena, monitora, y yo, nos tumbamos a secarnos en hamacas y nos sentimos en la gloria. Descubriendo que nuestro moreno era en gran parte suciedad, pero en la gloria.

El hilo negro y el hilo blanco.

Las características de las pistas que nos van a llevar a pleno desierto hacen que debamos dejar los autobuses y montarnos en una pequeña flotilla de Toyotas y Land Rovers, que junto con nuestros Tata y los vehículos de apoyo, forma un convoy considerable.Hacia las siete, los conductores de los vehículos marroquíes van parando en el arcén. Su costumbre dice que la noche en Ramadán, momento en el que pueden dejar el ayuno, llega cuando no se puede diferenciar un hilo blanco de uno negro. Se ve que han decidido (No les hemos visto comprobarlo) que el momento ha llegado, y comen y beben. Mientras tanto, los chicos hacen fotos de la espectacular puesta de sol. Los contraluces muestran las siluetas humanas, la vegetación arbustiva, y las irregularidades de las lejanas estribaciones. Anochece en el pre-desierto.

Lo positivo, que llegaremos a la duna de noche, sin los 50 grados de calor que nos reservaba la tarde. El inconveniente, que la transición entre paisajes y la llegada de la arena, nos serán invisibles.
Navegante, no hay camino.

Ibrahim conduce –pilota- el Toyota en el que viajamos cinco de los chicos y yo. Ibrahim parece dominar la navegación nocturna, y traza nuevas rutas. Se separa del vehículo que le precede y abre nuevos caminos. Se sonríe cuando los chicos vitorean sus saltos.
Ibra (Así le hemos bautizado) se detiene cuando, en la lejanía, las demás luces se paran. Pensamos que pueden estar buscándonos, y aquello empieza a tomar el carácter de aventura. Nos hacemos fotos.
Finalmente, resulta que había pinchado uno de los otros vehículos, y los demás nos alcanzan.

Al cabo de una hora más de París-Dakar nocturno, los faros alumbran unas haimas donde dormiremos. 25 todoterrenos y camiones y unas pequeñas haimas. El medio supera grandiosamente al fin.
Mañana, detrás de una sombra que recorta la luz de la luna, veremos la gran duna de arena.

Ramón Huarte Cronista Oficial de MRS 2009

http://www.madridrumboalsur.com

Autor

  • Madrid Rumbo al Sur

    La expedición "Madrid Rumbo al Sur" es una oportunidad excepcional para los jóvenes de la Comunidad de Madrid de viajar para conocer África. Los objetivos son: la promoción del conocimiento de África y de los africanos de la Comunidad de Madrid, la sensibilización de la juventud madrileña hacia los desafíos del desarrollo y la oportunidad de conocer sobre el terreno las actividades de cooperación al desarrollo promovidos por la Comunidad de Madrid. Para ello, los jóvenes madrileños ganadores de esta 3ª edición del concurso "Madrid Rumbo al Sur", realizarán una ruta por África Occidental, por países en los que la Comunidad de Madrid está actualmente desarrollando proyectos de Cooperación.

    Bitácora Africana irá publicando las crónicas del viaje realizado durante el verano de 2009 por tierras de Marruecos por los jovenes madrileños que se embarcaron en este emocionante viaje de aprendizaje y cooperación.

    http://www.madridrumboalsur.com

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