Lucha de las mujeres africanas contra la ablación , Por Paquita Reche

18/12/2008 | Bitácora africana

1. Una cuestión que preocupa hoy en España

A finales de enero de 2008, podíamos leer en un periódico de Lérida la siguiente noticia: “La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Cervera (Lleida) ha retenido el permiso de residencia de una menor de siete años y le ha prohibido salir de España, ante el temor de que sus padres la lleven a Gambia para practicarle la ablación”.

Hoy, ya no se discute, como hace años, si esa práctica deber ser considerada un delito. Varios países africanos y europeos han promulgado leyes contra ella. Otros le aplican la legislación contra las lesiones que afecta la integridad corporal, la salud física o mental. En 2004 el Congreso de los Diputados de España promulgó una proposición de ley para castigar, con una pena de hasta de doce años esta práctica, ya se realice en España o en un viaje al país de origen, como muchas veces sucede. Pero no siempre fue así, recuerdo que en 2001 estaba de paso en España y pude recoger un largo artículo publicado por el País del 29-3-2001, con un llamativo titular: “Cientos de niñas que viven en España son mutiladas sexualmente”. En ese momento las reacciones iban de la indignación a la extrema tolerancia, a mi juicio, por una falsa compresión de lo que es “el respeto a la identidad cultural”. Ya que todos tenemos que respetar las mismas leyes democráticas que protegen los Derechos Humanos.

2. La ablación es una práctica ancestral africana

La práctica de la ablación está extendida en muchas sociedades africanas especialmente en la banda del Sahel y forma parte de una peculiar visión de la mujer: para ser mujer tiene que ser despojada de lo que se considera su parte masculina, el clítoris. Esta práctica es considerada, todavía en grupos tradicionales, como algo que no sólo es necesario sino bueno y que hace de la mujer lo que tiene que ser, mujer fecunda, con una sexualidad controlada, destinada al placer del hombre y que la priva privada del placer que haría de ella una mujer ligera. Esta operación se realiza en la niña en el momento del nacimiento o en la joven en el momento de la iniciación.

3. La lucha de las mujeres africanas contra la ablación empezó hace a penas cuarenta años

Contra la ablación se alzaron, hace a penas cuatro décadas, algunas mujeres africanas, mucho más tarde que las luchas contra el matrimonio forzoso, la poligamia o el levirato y poco a poco van ganando a su causa adeptos entre hombres que ocupan puestos de responsabilidad. En algunos países se han publicado leyes o decretos que la prohíben. ¿Por qué esta práctica fue un sujeto tabú silenciado durante tanto tiempo?
La ablación del clítoris y a veces la de los labios de la vulva o mutilación genital femenina fue sujeto tabú silenciado durante mucho tiempo, porque esta práctica cultural tiene raíces ideológicas tan profundas que, la han consolidado y hecho que muchas mujeres la interioricen como haciendo parte de lo que es bueno y normal. Por eso también se mantiene a pesar de que desde hace tantos años los movimientos feministas militan para que sea suprimida. A pesar también de la lucha que se lleva contra ella desde varios frentes, social y político, literario y artístico y campañas en los medios de comunicación social. Las leyes que la penalizan severamente en varios países tampoco han podido terminar con ella. Por ejemplo, en Burkina Faso prohibida desde 1989, no pasa una semana sin que tengamos que leer noticias sobre personas que la siguen practicando y que han sido encarceladas. ¿Qué está fallando? ¿Por qué es tan difícil hacer desaparecer esta práctica? ¿Qué está pasando se preguntan las personas responsables de su erradicación? ¿Qué raíces sustentan y alimentan esta práctica para que sea tan difícil terminar con ella?

Cuando he preguntado personas que la defendían he descubierto una ideología hecha de de falsas ideas religiosas y científicos, así como de supersticiones que están arraigadas hasta en jóvenes estudiantes que me han llegado a decir que si no comprendía y estaba contra esta práctica era por ser blanca…

La ideología pseudo científica y pseudo religiosa que rodea esta práctica toca campos muy sensibles como los campos religioso, moral y social. La ablación se considera sin razón un mandato de Dios y una mujer “sin cortar”, es impura, es sospechosa de ser una mujer ligera que deshonra a su familia. En la mujer toca a demás la fibra maternal ya que están en juego la fecundidad y el porvenir de los hijos. Se cree que, si la cabeza del niño toca el clítoris al nacer, le acarreará grandes desgracias y hasta podrá ser un delincuente…

A pesar de que ya en 1939, Sor Marie-André, habla en su libro “Femmes d´Afrique noire, de la ablación a la que están sometidas las jóvenes en AO y los peligros que encierra, esta práctica no es causa de polémica durante la colonización, como lo fueron otras prácticas denunciadas por ella ante la Cámara de Diputados, como los matrimonios forzosos y precoces y que dieron lugar a los primeros decretos que los condenaban. En los primeros años de la descolonización tampoco se habla, excepto en Kenya en donde Kenyata llega al extremo de defenderla por causas políticas porque los misioneros protestantes la habían prohibido a los cristianos.

Hasta varios años después de las independencias en Africa Occidental es sujeto tabú. Cuando en 1961, yo llegué al Alto Volta, país que hoy conocemos como Burkina Faso, se debatía mucho sobre costumbres que marginalizaban o oprimían a las mujeres pero no se hablaba de este problema. Pasarían unos años para que se empezara a tratar tímidamente en Asociaciones de mujeres.

En 1978 Awa Thiam en: “La parole aux Né-gresses”, no sólo da la palabra a las mujeres, para que hablen de los problemas de la ablación, sino que demuestra que esta práctica no se basa en ninguna obligación religiosa que aparezca en el Corán. Su obra produjo un gran revuelo y muchas polémicas que despertaron el interés en África y fuera de ella. En 1979, se creó en París una Comisión Internacional para la Abolición de las Mutilaciones Genitales. Movimientos feministas occidentales se implican en el problema, pero no siempre lo hicieron con la delicadeza necesaria para tratar desde fuera un problema tan complicado. Se crearon tensiones y desencuentros como en la Conferencia Internacional de Mujeres de Copenhague de 1980, cuando se publicaron, sin el consentimiento de las interesadas, fotos que violaban la intimidad de mujeres que habían sufrido la ablación. Las mujeres africanas que habían asistido a la reunión se sintieron despreciadas y se revelaron contra la ingerencia y el maternalismo de europeas y americanas. El diálogo quedo bloqueado.

En 1984 se crea un Comité Inter-Africano en Dakar con secciones locales en casi todos los países africanos que colaborarán en la preparación de la Conferencia sobre la ablación, en 1988, organizada en por la UNESCO Es un gran paso adelante que tendrá como consecuencia la abolición de esta práctica en: Sudán, Kenia, Senegal, Burkina Faso, Costa de Marfil y Ghana.

La Televisión y el cine han jugado un papel importante para sensibilizar.
Se puede destacar el documental “La Duperie” (El Engaño) filmado con un gran realismo y crudeza en el sur de Nigeria. Aunque en algunos sitios produjo reacciones violentas, fue sin duda, un importante instrumento de concienciación en distintos medios sociales de la ciudad u del campo de varios países y favoreció la adhesión de dignatarios tradicionales. Varios países han producido películas que se han hecho eco de esta lucha. La de mayor difusión Moodaale.

“Moodaale” es una película del cineasta Senegalés, Ousmane Sembène, que es a la vez el guionista y el director. ËL define la película como “una ficción real” porque denuncia una realidad social de la que son víctimas muchas mujeres africanas. Fatoumata Coulibaly, encarna el personaje de la protagonista y es en la vida real una militante convencida que lucha contra esta práctica desde hace más de quince años con sus reportajes radiofónicos. Actualmente es militante de primera fila de la Amsopt (Asociación maliense para el seguimiento y orientación de las prácticas tradicionales) y trabaja en la sensibilización de las poblaciones rurales. Su trabajo no es fácil en un país en donde el 90% de las mujeres están mutiladas y donde todavía la ablación no está prohibida por la ley y es considerada por la mayoría de sus conciudadanos como algo normal que hace parte de la tradición. Ver mismo del Islam. Fatoumata sabe que una ley no terminará con el problema sin una educación y cambio de mentalidad y cada dos semanas hace giras de sensibilización para explicar las consecuencias de esta nefasta práctica. También ha producido y animado dos emisiones en la TVM entre las que una de ellas sobre la salud destinada a las mujeres.

Esta película es un alegato contra la ablación, también es un homenaje a las mujeres que se han revelado contra esta práctica y luchan para que sea suprimida. La película fue premiada en Cannes en 2004 y en Festival de las Palmas en 2005. Creo que se estrenó en España en 2006. En 2008 pasó en la TVE. Esta película refleja fielmente la realidad de muchos poblados del Oeste de África. Aunque el tema central es la ablación, la película toca de rebote otros problemas tradicionales que marginan a la mujer, así como los cambios sociales que lentamente van penetrando en las sociedades tradicionales.

Moolaadé es una película que pone en conflicto dos valores: el que en la sociedad tradicional tiene la ablación y el deber de protección.
La película empieza con cuatro niñas aterrorizadas que han huido para no ser “cortadas” piden asilo y protección a Colé Ardó, una mujer que se había opuesto a la ablación de su hija. Para proteger a esas niñas, Colé se atreve a invocar sobre su casa el espíritu de protección el Moolaadé, creando así un conflicto entre dos valores tradicionales y una división del poblado entre los defensores de cada uno de ellos: el derecho de asilo y protección estará en vigor hasta que Colé no pronuncie las palabras rituales que lo levanten y la ablación que debe pasar toda mujer que quiera casarse, ser reconocida como mujer pura y honesta que se somete a un “mandato divino”, y no ser la vergüenza de la familia.
La película tiene secuencias que nos muestras situaciones y diálogos interesantes:

-conversación de Cole con las niñas y con sus coesposas

-reunión de las mujeres “cortadoras”

-llegada del emigrante que triunfó en Francia y lo que significa para el
poblado

-reunión de notables y decisiones que toman, para doblegar la resistencia de Colé y “cerrar los pensamientos de las mujeres”, como dice una de ellas cuando les prohíben la radio.

-El personaje del “mercenario” y hasta donde puede llegar la defensa de las costumbres

-La unión y complicidad que se va creando entre las mujeres.

-La resistencia y el valor de las mujeres en la lucha que mantienen contra costumbres que encarna Cole, la protagonista.

La lucha contra la ablación ha producida ya muchos frutos con leyes que la prohíben en algunos países y gestos simbólicos como la entrega y “entierro” de los cuchillos de escisión en Malí, aunque todavía no haya una ley que la prohíba. Es verdad que, si las leyes no han podido suprimir esta costumbre, ni han conseguido que desaparezca totalmente, la han hecho retroceder. Hoy, la modelo internacional Waris Dirie, que la sufrió en su propio cuerpo, ha dado visibilidad con su bello rostro y tenacidad para luchar contra ella. Desde 1994 es embajadora especial de la ONU en la lucha contra la mutilación genital femenina y ha creado su propia fundación para combatir las torturas de la ablación en el mundo, porque: “Es un crimen contra niñas pequeñas. Una niña es mutilada cada 17 segundos. Se trata de un problema concreto que exige una respuesta concreta: ¡un claro e inequívoco ‘no’ por parte de todos en el mundo! Así pasa que las mujeres inmigrantes en muchos casos no defienden la ablación por convicción, sino porque dependen económicamente de sus maridos y procuran satisfacerlos sexualmente. Porque no hay denuncias y porque como demuestran encuestas como la realizada entre mujeres y hombres inmigrantes africanos en Austria el 30,5 por ciento de los encuestados someten a sus hijas a la ablación. Más de las tres cuartas partes lo hacen por respeto a la tradición, y casi la mitad cree que es buena para la moral de las mujeres y una cuarta parte piensa que las mujeres consiguen por ello un mayor control de su sexualidad”Un problema que se resolverá con la educación

En los países del Norte este tema despierta gran interés y movimientos de solidaridad que los movimientos feministas africanos agradecen pero ponen en guardia contra las ingerencias exteriores de tendencia racista que priorizan imágenes de choque y el tono agresivo. Algunas líderes como Aminata Traore, ex candidata a la presidencia del Mali llega a decir que la ablación es un problema interno de África que se resolverá con la educación. Esta gran militante provocadora no tiene miedo para denuncia el negocio en el que se ha convertido este problema para algunos africanos ya que Occidente está dispuesto a financiar campañas para luchar contra la ablación ella sin preocuparse de que después las cosas cambien.

La ablación actualmente no es sólo un problema interno a África, hoy también es un problema en España que se no se resolverá no sólo con leyes, sino con también con sensibilización y educación.

Autor

  • Reche, Paquita

    Nació en Chirivel (Almería). Estudió Magisterio en Almería, Licenciaturas de Pedagogía y de Filosofía, en la Complutense de Madrid.

    Llegó por primera vez a Africa en 1958 (a Argelia): después estuvo en Ruanda, Guinea Ecuatorial y desde el 1975 en Burkina Faso.

    En África trabajó como profesora en el Instituto Catequético Lumen Vitae de Butare, Profesora de enseñanza secundaria de español y filosofía; Universidad Popular (filosofia). También ha colaborado con Asociaciones de mujeres y con niños de la calle en Burkina Faso.

    Está en España desde 2004, actualmente, en Logroño. Colabora con la revista de los misioneros de África "Africana", Los Comités de Solidaridad con África Negra y con Rioja Acoge.

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