¿Los últimos mártires de la nueva religión llamada EPA?

21/02/2008 | Opinión

El 20 de diciembre era el día marcado para que el Consejo de Europa aprobase una regulación de la Comisión Europea para reservar el acceso libre de impuesto a los mercados europeos desde 2008 para los países de la ACP (África, Caribe y Pacífico) que se hubiesen firmado los Acuerdos de Asociación Económica provisionales.

Esta aprobación podría ser un alivio para las compañías de exportación de los países de la ACP que firmaron los acuerdos provisionales para evitar la interrupción del comercio con la Unión Europea, UE. Sin embargo, las mismas compañías de exportación deberían comprender bien las implicaciones de estos pasos para sus propias economías, en términos de los que les espera de ahora en adelante, en las próximas negociaciones de los EPA, con la Comisión Europea en 2008.

Los acuerdos provisionales de Asociación Económica, no son más que unas medidas provisionales para satisfacer las reglas de la Organización Mundial del Comercio, para la continuación de las exportaciones de los ACP a la UE. En la práctica, se trata de posponer la agonía que les espera a esos países de la ACP, en 2008.

Los países de la ACP que no están incluidos en la lista LDC, de los países menos desarrollados, que no firmaron los acuerdos provisionales, excepto Suráfrica, y que tienen un acuerdo bilateral con la Unión Europea, serán penalizados por degradar los acuerdos comerciales de Cotonú, del Sistema Generalizado de Preferencias de la Unión Europea.
Bajo este sistema, los países podrán ser penalizados con tarifas por la imposibilidad de la Comisión Europea de “dar a estos países un nuevo marco de comercio equivalente a su actual situación y en conformidad con las reglas de la Organización Mundial de Comercio, OMC”. (Cotonú, Art. 37.6). El Acuerdo de Cotonú, (Art. 37.7) establece específicamente que ningún país de la ACP estará peor en 2008 de lo que estaba antes, por el principio de adquisición.

Durante las dos primeras semanas de 2008, el Parlamento europeo y algunos países de la Unión Europea pidieron a la Comisión Europea que cumpliese con el principio de adquisición, pero por desgracia la Comisión Europea actuó a su manera ignorando las provisiones más importantes de Cotonú, se presionó a los países de la ACP que no se incluyen en la lista de los países menos desarrollados, para que firmasen los acuerdos provisionales a cambio del acceso a los mercados europeos libres de impuesto y de cuotas.

El comisario de Comercio de la Comisión Europea, Peter Mandelson, en un comunicado emitido tras el consejo general de Asuntos y Relaciones Externas, celebrado el 10 de diciembre de 2007, en Bruselas, admitió que hasta los acuerdos provisionales podrían ser cuestionados en la OMC. “Nada está garantizado, pero lucharemos por esto en la Organización Mundial de Comercio. Puede que nos ataquen otros países en desarrollo, pero creemos que podemos defender nuestra postura y ganar”, una promesa muy vaga para basar las relaciones de comercio de un país en el futuro con la Unión Europea. ¿Se repetirá la historia a si misma? El artículo 39.2 de Cotonúm y el 39.3 establecen que la Unión Europea cooperará con los ACP en la OMC “para identificar y después perseguir los intereses comunes” y que “se prestará particular atención a la mejora del acceso a la comunidad y otros mercados para los productos y servicios originales de los países de la ACP”, mientras que estuvieron de acuerdo en “la importancia de la flexibilidad en las normas de la OMC para que tengan en cuenta el nivel de desarrollo de los países del ACO, así como de las dificultades a las que se enfrentan para cumplir con sus obligaciones”.

Teniendo en cuenta la presión sobre los países de la ACP que no pertenecen a los menos desarrollados, para que firmen los acuerdos de asociación provisionales, para evitar la interrupción del comercio de exportación y el destino de el Sistema Generalizado de Preferencias, esperando por los que no han firmado los provisionales, ¿Es todo lo anterior simplemente otro descuido por parte de la Comisión Europea?
Cuando los países de ACP pidieron en 2004 una reforma del Acuerdo General Sobre Aranceles y Comercio, GATT, artículo XXIV, en la ronda de Doha de la OMC, la UE estaba más pre – ocupada con su batalla contra los Estados Unidos por la eliminación de subsidios para apoyar la petición de los países de ACP. Una reforma del artículo XXIV del GATT podría haber tenido una influencia fundamental para facilitar los requisitos de la Organización Mundial del Comercio, pero de nuevo, la Unión Europea estaba segura al amparo del artículo 37.7 de Cotonú, que establece que las negociaciones de los EPA se llevarían a cabo bajo las reglas de la OMC que prevalecían entonces”.

Incluso si pudiera comprenderse por qué algunos países de la ACP cedieron a las presiones de la Comisión Europea para firmar los acuerdos provisionales, todo lo expuesto expone un panorama deprimente de lo que espera a esos países en la continuación de las negociaciones de los EPA en 2008, especialmente dadas las tácticas de negociación que tiene la Comisión Europea, hasta el momento.
Durante la cumbre Europa África, en Lisboa, (el 8 y 9 de diciembre de 2007) el Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barosso, apoyó la amenaza del señor Mandelson, reiterando que se impondrían tarifas punitivas a los países de la ACP, no considerados de los menos desarrollados, LDC, que no hubieran firmado los acuerdos provisionales, así que un país podía o firmar, o enfrentarse a esas tarifas punitivas. Esto es un contraste directo con las propias provisiones de la UE en su “Consenso de Desarrollo”, adoptado en 2006.

Puede que el Presidente de Senegal, Abdoulaye Wade, estuviese en lo cierto cuando dijo durante la cumbre África-Europa, que “Europa está a punto de perder la batalla en su competición en África. Con el precio de un coche europeo se pueden comprar dos chinos”. Cuando los planes de la Unión Europea con África no salen, según la estrategia de Lisboa, entonces emplean las tácticas de armamento pesado, para intimidar a los países de la ACP para que firmen los acuerdos inspirados por la Unión Europea de la Organización Mundial del Comercio, o castigar a los que no lo hicieran con tarifas punitivas.

Las luces de emergencia deberían haberse activado ya para las industrias de exportación de los países que no son LDC de ACP, que han firmado los EPA provisionales. Las negociaciones de los EPA en 2008 con la Comisión Europea podrían tener efectos perjudiciales a largo plazo, sobre las economías de esos países. Habrá que tomar decisiones duras para asegurar que la ACP no es engullida por la agenda de los EPA de la Comisión Europea, sino que la UE cumple sus principales promesas de que los EPA son sobre desarrollo, y no sólo parte de otro capítulo de su agenda de Lisboa.

Dadas las tácticas de negociación de la Comisión Europea, durante el 2007, puede que deban ser felicitados como los antiguos señores coloniales que finalmente le dieron la espalda a sus antiguas colonias. Puede que después de todo, el señor Mandelson tenga su trofeo de los EPA en la mesa de su despacho, a finales de 2008, cuando los comisarios de la Comisión Europea sean remplazados.

Wallie Roux

Wallie Roux, es un Analista Independiente de Políticas de Comercio de Namibia.

New Era

[Fundación Sur]

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster