Los servicios secretos burundeses y congoleños bajo el control de la engrasada máquina de Kigali

2/11/2010 | Opinión

Se ha celebrado recientemente en Bujumbura (Burundi) una reunión de los responsables de los servicios de información de Burundi (Mayor Nshimirimana), Ndahiro (Ruanda) y Daruwezi (RD Congo); reunión que marca un giro decisivo en el control de la información en toda la región. Tras la infiltración consentida y autorizado de expertos ruandeses en el seno de los ejércitos burundés y congoleño, he aquí los servicios secretos bajo el control de las “grandes orejas” de Kigali.

Signos precursores de nuevas guerras en la región

La situación en la región de los Grandes Lagos es volátil y los servicios de inteligencia de los tres países están en alerta máxima, ante la sospecha de que sus enemigos se están reorganizando en países vecinos. Esta es la razón por la que se han reunido en Bujumbura: la necesidad de establecer un marco de intercambio de información sobre las actividades de los grupos armados de la región y, sobre todo, sobre la organización de posibles rebeliones.

Porque, en cualquier momento puede reiniciarse una guerra en Burundi. Un jefe rebelde, Agathon Rwasa, ha huido tras las elecciones y parece que está en la región congoleña de Fizi-Baraka, zona que conoce muy bien. Trataría de movilizar la parte dura del FNL y las informaciones señalan que viaja constantemente a Bubanza, al oeste de Burundi. Agathon Rwasa ha enviado incluso al Secretario General de la ONU, con copia al gobierno burundés, un escrito en el que advierte que Burundi está al borde del precipicio y que si las cosas no cambiaban, él adoptaría otras medidas. Las autoridades burundesas están convencidas de que peligro podría venir del este de la RDC si este país no es capaz de neutralizar las bolsas de resistencia en la incontrolada zona de Fizi-Baraka.

Kigali no duda de que existe una alianza entre el FRF de Bisogo y las FDLR y conocen la dificultad de controlar las altiplanicies de Mulenge, terreno muy accidentado de montañas y bosques, que domina la coalición FRF y las milicias Bembe, a las que se habrían unido gente del FLN burundés y las FDLR. Los servicios de inteligencia ruandeses sospechan que el general Kayumba y sus apoyos se ha unido a esta alianza. Hay soldados ruandeses, con uniformes de las FARDC congoleñas, que están presentes en los altos de Itombwe para enfrentarse al FRF. Después de las elecciones presidenciales en Ruanda y Burundi, que han provocado rivalidades internas, algunos temen que el este del Congo, donde el Estado tiene dificultades para establecerse, se transforme en un santuario para oposiciones armadas.

Los servicios de inteligencia ugandeses ausentes en Bujumbura

Esta no participación ugandesa en la reunión de Bujumbura expresa hasta qué punto las relaciones entre Kigali y Kampala son frías, cuando las tensiones derivadas del proceso electoral en Uganda (marzo 2011) y el temido referéndum en Sudán (enero 2011) requerirían concertación. Pero lo que cuenta son las urgencias y prioridades de Ruanda y sus inmediatos intereses. Según nuestras fuentes, las autoridades ruandesas no han querido que Uganda participe en esta primera reunión, ya que sospechan que Kampala podría ayudar al general Kayumba en sus tentativas desestabilizadoras. La RDC sí que deseaba la presencia ugandesa, ya que está directamente afectada por la presencia de la LRA en su territorio y por el dossier del Sur de Sudán. Los congoleños deben hacer equilibrios entre esos vecinos molestos, Uganda y Ruanda.

Kigali muy nervioso

Los servicios de inteligencia ruandeses están muy inquietos, ya que si los rebeldes del FLN relanzan la guerra en Burundi, es evidente que las FDLR la aprovecharían para infiltrarse en territorio ruandés, en la densa selva de Nyungwe. Ello dificultaría las operaciones en dos frentes, ya que en la frontera volcánica con la RDC ya se están produciendo enfrentamientos entre las FDLR/PARECO con las FARDC (en realidad soldados ruandeses con uniformes del ejército congoleño). Los responsables ruandeses desean que sus homólogos congoleños y burundeses den el visto bueno a infiltraciones de fuerzas especiales del ejército ruandés, con misiones muy específicas y peligrosas, y que colaboren en la localización y anulación del enemigo. James Kabarebe ha viajado últimamente a Kinshasa con esta misión. Esas misiones especiales requieren pocos efectivos y son discretas, y además, en caso de daños colaterales, se podrían achacar al ejército nacional congoleño, con cuyos uniformes actuarían los ruandeses.

Los ruandeses siempre han dado una gran importancia a los servios de información y no es extraño que impulsen una colaboración entre los servicios de los tres países, con vistas a manipularlos mejor. La cultura de la información secreta está muy presente en la elite ruandesa como factor indispensable para gobernar y defender sus intereses y extender su influencia en la región. El régimen dota a estos servicios de abundantes medios.

(Resumen de un artículo de Le Millénaire 29-10-10)

Traducción de Ramón Arozarena.

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