Los refugiados nos interpelan

24/06/2019 | Editorial

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Aunque el 20 de junio es el día internacional de los refugiados, la llegada diaria de tantas personas africanas que buscan refugio a través de nuestras costas y fronteras, nos interpela cada día.

Una cosa son: los movimientos migratorios, voluntarios y en condiciones humanas, que han existido a lo largo de la historia, entre casi todos los pueblos y continentes, siendo beneficiosos para ambas partes.

Aunque no existen datos exactos al respecto, la UA afirma que de los 190 millones de migrantes que la ONU estima a nivel internacional, 50 millones son africanos.

Pero hoy nos centramos sobre otra realidad, que es la de los 15 millones de refugiados, que se ven obligadas a salir de sus tierras ancestrales, en el África subsahariana, a causa de la violencia, del empobrecimiento extremo y de la imposibilidad de una vida digna.

Según la ONU, el 65% de estos refugiados buscan sobrevivir en los países vecinos de África. Suráfrica es el país mayor receptor de trabajadores africanos en la zona austral.

Costa de Marfil, junto con Nigeria, Ghana y Senegal son los principales países receptores de refugiados en la región de África occidental.

África central y del este es la zona más castigada por la violencia y la pobreza. Kenia y Uganda son los principales países receptores de refugiados. Kenia además recibe gran cantidad de trabajadores y de estudiantes.

La crisis de refugiados se vive ante todo dentro de África: en el Sudan del Sur, la RDC, Somalia Nigeria, la RCA, Kenia, Etiopia y en Uganda, pues en estos países de ASS encuentran refugio la mayoría de estos 15 millones de personas.

La realidad de los refugiados nos interpela a los europeos, cada día con mayor urgencia. Sólo en 2018, más de 1.600 personas han muerto o desaparecido en el mar, mientras trataban desesperadamente de llegar a Europa, según ACNUR.

“Travesías peligrosas” muestra también que, aunque el número de personas que llegan a Europa por el Mediterráneo ha descendido, la tasa de mortalidad ha aumentado pronunciadamente. En el Mediterráneo Central, se produjo una muerte o desaparición por cada 18 personas que cruzaron a Europa entre enero y Julio de 2018.

Este informe confirma que el Mediterráneo es uno de los puntos marítimos de cruce más letales del mundo”, según ACNUR. “Con la caída del número de llegadas a las costas europeas, ya no se trata de si Europa puede hacer frente a las cifras, sino de si puede demostrar humanidad suficiente para salvar vidas”.

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