Cada día resulta más evidente que tanto la colonización, como la esclavitud de muchos pueblos africanos siguen siendo una deplorable y cruel realidad.
Esta nueva esclavitud es impuesta en casi todas las regiones, ricas en recursos naturales y minerales, tanto por gobernantes y empresas regionales y africanas, como por extranjeras. Los mismos dictadores africanos se han vuelto también esclavizadores de sus propios pueblos de la region.
Esta es la razón más inmediata de tantos grupos armados que pululan en dichas regiones ricas de África, como en Sur Sudan, región de los Grandes Lagos, etc.
Si analizamos brevemente los dos últimos genocidios que han sufrido los pueblos de la R.D.C, como el causado por Leopoldo II a finales del siglo XIX, y el causado por Kagame y otros dictadores, en la región de Kivu desde 1995, constatamos que se trata no solamente de una cuestión racial, sino sobre todo de una cuestión de control de poder, de las tierras y de los recursos de la región.
Tales dictadores, se sirven de grupos armados, que parecen ser independientes, pero que están orquestados por los dictadores regionales y extranjeros, para expulsar a las poblaciones locales, y tomar posesión de sus tierras ancestrales y recursos con toda impunidad regional, africana e internacional, y hasta de la ONU.
Este es el caso de grupos armados como: M 23, Kony, ahora el ADF y otros, que sirven para desestabilizar la región con violencia, para expulsar a las poblaciones locales y justificar la invasión de los ejércitos regionales, como el de Kabila, Kagame y Museveni, apoyados por sus poderosos patronos extranjeros, para apoderarse por la violencia, de las tierras y recursos de extensas regiones, como el Kivu, al este de la RDC.
Tales dictadores y poderes financieros no solamente expulsan a los habitantes locales, sino que explotan los recursos, y ocupan esos mismos territorios con gente de su propia tribu o etnia, ante el visto bueno de sus patronos-amigos en Occidente y hasta de la misma ONU.
Actualmente observadores de diversas ONGs en la RDC, han constatado la llegada de miles de ruandeses a la región de Kivu, ocupando las tierras, que sus legítimos propietarios ancestrales se vieron violentamente obligados a abandonar.
Estas nuevas esclavitudes se producen a la luz y conocimiento de todos los pueblos y líderes africanos e internacionales, que no solamente permiten tales crueles expulsiones y expropiaciones, sino que se atreven a pregonar, en las reuniones tanto de la UA como de la UE o la misma ONU, discursos sobre los Derechos Humanos, respeto a las poblaciones africanas de cada país, y sobre la colaboración para el desarrollo y progreso de los Pueblos africanos.
Semejante hipocresía política para tratar de encubrir auténticos masacres y hasta genocidios humanos, con total impunidad regional, africana e internacional, resulta escandalosa y perversa, y produce profunda indignación y el rechazo más absoluto.
Necesitamos sociedades civiles más informadas y comprometidas a través de diferentes Movimientos sociales africanos, nacionales y globales, para:
– denunciar tales crueles esclavitudes y explotaciones,
– elegir gobernantes más íntegros y responsables,
– aislar a los líderes corruptos y las empresas explotadoras,(lista negra de ONU)
– promocionar empresas más éticas y colaborativas, y para
– promover un desarrollo sostenible para todos los Pueblos de África.
Cuando todos lo decidamos, ya no habrá gente en África y en el mundo, sin Techo, Tierras y Trabajo, y superadas las demás esclavitudes impuestas a tantos seres humanos, podremos vivir con dignidad y harmonía.
