La cumbre de Paris, para intentar frenar el calentamiento del planeta, que durará 12 días a partir de hoy, comienza su andadura con mal pie, porque, mientras la UE considera irrenunciable que el acuerdo sea vinculante, China y Estanos Unidos, los mayores contaminadores del planeta, se niegan a tal compromiso. ¿Cómo enfriar el clima en una cumbre caliente?
Entre 147 y 195 jefes de Estado y de Gobierno (según los Medios), buscan un acuerdo para conseguir el compromiso de limitar a dos grados centígrados el aumento de la temperatura global del planeta, de aquí a 2100, y conseguir una reducción de los gases de efecto invernadero (CO2).
Según Naciones Unidas, unas 150 especies de animales desaparecen cada día por culpa del cambio climático. Además, con el calentamiento global, los desastres naturales, como: sequias, pobres cosechas de alimentos, deshielo de los glaciares, inundaciones, etc. van en aumento.
La gran esperanza para que la gestión de los recursos del Planeta sea más humana y justa buscando el bien común, por encima del crecimiento lucrativo de los poderosos, radica, no tanto en los jefes de Estado reunidos en Paris, como en la sociedad misma de sus países de origen.
Ayer, 29 de noviembre, grandes demostraciones pacíficas y relacionadas con el cambio climático, se celebraron por casi todas las grandes ciudades del mundo.
En Madrid, según los medios, estuvimos miles de personas, paseando entre Cibeles y Sol, con globos verdes, fotos de la naturaleza, tambores y pancartas muy significativas, como: “Los ricos contaminan y a los pobres exterminan”, “100% Renovables”, “No cambies el clima, cambia tu vida”, “Menos cumbres y más legumbres”, etc.
La toma de conciencia y el compromiso para “cuidar de nuestra Casa Común” sigue creciendo por todo el Planeta, y esta es la verdadera esperanza para este y otros cambios. Los cambios reales nunca nacen o llegan de los poderosos. Toda liberación y desarrollo autentico nace de la sociedad.
El Papa Francisco es un gran Profeta de la justicia social y del cuidado de la Casa Común. (Ver su última encíclica: “Laudato Si”, sobre el cuidado de la Casa Común).
Incluso en esta visita a Kenia, Uganda y R.C.A. insiste en que “La marginación que sufren entre el 60% y el 70% de los habitantes de los barrios contaminados de Nairobi, Kampala, Bangi, donde sobreviven con menos de un dólar al día, es debida sobre todo a unas minorías que concentran el poder y derrochan con egoísmo”.
“Necesitamos ciudades integradas y para todos. Necesitamos superar la mera proclamación de derechos que en la práctica no se respetan, concretar acciones que mejoren el hábitat popular y planificar nuevas urbanizaciones de calidad para albergar a futuras generaciones”. El Papa pide a los Gobiernos que detengan la atrocidad en los barrios chabolistas.
El Papa sigue centrándose en esta visita a los tres países africanos en tres grandes objetivos: dialogo y compromiso entre religiones por la paz y el desarrollo integral, reconciliación de sociedades divididas y justicia social a través de gobernanza responsable y una distribución equitativa de los recursos naturales y minerales
