Los legisladores africanos acusan de parcial al Tribunal Penal Internacional

10/06/2010 | Crónicas y reportajes

Los parlamentarios de los países miembros del Tribunal Penal Internacional, ICC, en África, acusan al tribunal de La Haya de buscar hacer justicia “selectivamente” centrándose sólo en buscar criminales principalmente en África.

Los legisladores africanos dicen que mientras que el ICC está dispuesto a investigar crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en Kenia, Uganda, Sudán… sin embargo no hace nada con respecto a numerosas quejas recibidas sobre líderes occidentales, que están acusados de causar un sufrimiento incalculable con las guerras que han iniciado en Oriente Medio.

Los africanos dicen que el ICC parece actuar bajo la influencia de algunos poderes occidentales que lo utilizan como instrumento para eliminar a los líderes que se oponen a sus políticas en África.

Sin embargo, los funcionarios del ICC dicen que estas acusaciones carecen de fundamento porque el panel de jueces que constituye el tribunal está dominado por jueces africanos.

Este sentimiento de los parlamentarios fue expresado en la sexta asamblea consultiva de parlamentarios para el ICC y el estado de derecho, el 26 de mayo, en Kampala, de cara a la primera gran cumbre de revisión convocada para evaluar la efectividad del Tribunal al implementar el estatuto de Roma.

“El ICC como tribunal en sí, es inocente. Nuestro problema es que el proceso de acusación normalmente está politizado. Por ejemplo, la voz de Estados Unidos es la que más se escucha a pesar de que no es un país miembro del Tribunal Penal Internacional. Pero los países miembros con poca influencia internacional no consiguen que se escuchen sus quejas”, explica Isaac Musumba, el ministro de Uganda para la cooperación regional.

En África, el fiscal general del ICC ha abierto casos contra 16 individuos por supuestos crímenes cometidos en el norte de Uganda, en la República Democrática del Congo, en la República Centroafricana y en Darfur, región suroccidental de Sudán.

Además, el fiscal está investigando la violencia postelectoral de Kenia y analizando la situación, un paso preliminar para iniciar una investigación a fondo, en Guinea y otros países africanos, así como en varios países de fuera de África.

Pero los críticos del ICC a menudo citan las atrocidades cometidas en Gaza como ejemplo de la parcialidad del tribunal contra África, al no investigar las atrocidades allá.

Además, se han remitido al ICC más de 50 quejas contra el ex presidente de los EEUU, George Bush, y el ex primer ministro británico, Tony Blair, para que sean investigados, pero no han sido tenidas ni en cuenta.

Es posible que debido a esta parcialidad percibida por los africanos del ICC la Unión Africana y la Organización de la Conferencia Islámica se hayan levantado en defensa del presidente de Sudán, Omar Al Bashir, perseguido por el Tribunal por crímenes cometidos en Darfur. Los cargos contra el líder sudanés son tres cargos de genocidio, cinco de crímenes contra la humanidad y dos de asesinato.

Pero para justificar sus acusaciones el juez Sang Hyun argumenta que una cuarta parte de todo el personal del ICC es de África y cinco de los 11 jueces son africanos. “Dependemos de la cooperación africana y la contribución africana al ICC es muy importante”, explica.

Una serie de provisiones en el estatuto del ICC han sido trasferidas para su modificación, para que el tribunal deje de ser un perro ladrador y sea capaz de morder.

Entre estas provisiones sometidas a revisión está la definición del crimen de agresión y protección de las víctimas. También se está considerando la confiscación de activos de los procesados bajo el estatuto de Roma.

Sin embargo, los críticos argumentan que no parece haber un terreno de juego con igualdad de condiciones para el proceso de los culpables, que, aparte de loa sospechosos africanos, aún no han sido perseguidos. “En el mundo árabe algunos todavía nos preguntamos su existe realmente la justicia en el ICC. Hemos planteado la cuestión de la jurisdicción. Es hora de escucharnos [a los árabes]”, dijo el doctor Salah Ali Abdulrahman, durante el debate sobre el ICC de Kampala.

El mismo fiscal del ICC ha recibido duras críticas de los estados africanos que piden que su poder sea recortado.

Charles Kazooba

(East African, Kenia, 10-06-10)

Traducción: Rosa Moro.

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