Los gobiernos de África siguen sin apoyar a los agricultores

23/10/2008 | Opinión

Tras años de inversiones insuficientes y abandono, la agricultura está volviendo al primer plano, ya que los gobiernos, despertando ante las preocupaciones por la seguridad alimentaria en todo el mundo, reinvierten en el sector, según informes de expertos en industria y otras organizaciones.

Sin embargo, África todavía está retrasada en la cuestión de un apoyo comprehensivo del gobierno a la agricultura.

Tras décadas de políticas, impulsadas por los bancos de desarrollo internacionales y por los países industrializados que favorecen las explotaciones agrícolas grandes y medianas, el agricultor africano es abandonado y se agrupa para tener punto de apoyo.

Semillas, fertilizantes, inversión pública y servicios de riego y extensión, cosas que sólo necesitan los agricultores, no están a su alcance.

Cada año, los agricultores de Europa y de Estados Unidos reciben millones de dólares en ayuda a la agricultura, como los subsidios de sus gobiernos por plantar o no plantar, cosechas de alimentos.

Según el Instituto Internacional de Investigación de Políticas Alimentarias, IFPRI, el desarrollo mundial, junto con los países que progresan en Asia y Latinoamérica, continúa desarrollando políticas de apoyo a la agricultura doméstica que estimula la productividad agrícola y asegura la disponibilidad y asequibilidad de los alimentos.

Hoy, el apoyo a la agricultura bajo la política agrícola común de la Unión Europea es el gasto único más grande de todo el presupuesto general de la Unión Europea, que asciende a cerca del 43 % de 40.000 millones de euros.

En el mundo en desarrollo también, los gobiernos han ofrecido un apoyo sustancial a los productores agrícolas.

En Asia, donde los precios del arroz se han más que duplicado en los últimos cinco meses, los gobiernos han autorizado subsidios que ascienden a casi 1.000 millones de dólares para fertilizantes e irrigación, mientras que China ha puesto en marcha un programa colosal, con 5.600 millones de dólares para acelerar la producción de comida.

Es sólo en África donde los agricultores no están utilizando semillas híbridas o fertilizantes, una falta que ha condenado al continente a morir de hambre. También es África el único lugar donde la producción agrícola per cápita ha estado en descenso durante las dos últimas décadas.

IFPRI dice que sólo un paquete de apoyo comprehensivo a los agricultores africanos puede desatrancar el crecimiento y lograr la igualdad. “Este tipo de medida sacaría de la pobreza a más de 100 millones de africanos en 17 países”, asegura el informe.

A menos que se encuentren ya las soluciones para acelerar la producción alimentaria, advierten los expertos, no habrá excedente de alimentos ya que los países ricos están aumentando sus adquisiciones para aprovechar el mercado emergente de los biocombustibles.
Aún peor, otros están almacenando fertilizantes, para garantizar el abastecimiento de alimentos a sus ciudadanos.

Para poner al continente en el camino de la seguridad alimentaria, las organizaciones como la nueva Asociación para el Desarrollo de África, la Corporación del Milenio del gobierno de los Estados Unidos, el Banco Mundial y la Alianza para la Revolución Verde en África, AGRA, buscan asociarse con los gobiernos africanos para movilizar las inversiones necesarias para un crecimiento sostenido en las áreas de cosechas de cereales del continente.

Según AGRA, depender sólo de la economía dirigida únicamente por el mercado no es el camino para alcanzar la revolución verde en los minifundios de África.

Añade que los subsidios a la agricultura deben ir acompañados de inversiones públicas en infraestructuras como sistemas de riego, carreteras y mercados, investigación y servicios de expansión.

Incluso si lo gobiernos ofrecen subsidios, ellos también deben elaborar una estrategia de salida para evitar la polarización y la presión insostenible sobre el presupuesto nacional. También se ha pedido a los bancos comerciales que aumenten los préstamos a la agricultura.

“Mientras los bancos comerciales están dando préstamos a un mayor ritmo a los sectores de comunicaciones, energía y el inmobiliario, los préstamos a la agricultura son miserablemente bajos”, asegura AGRA.

Este años, AGRA se ha asociado con los bancos para dar servicios financieros y préstamos a los agricultores minifundistas del este de África. En Tanzania, ha dado un millón de dólares de garantía de liquidez para respaldar 5 millones de dólares en préstamos a los comerciantes agrícolas rurales, a través del Banco Nacional de Micro Finanzas.

En Kenia, AGRA, el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola y el gobierno de Kenia, han contribuido cada uno de ellos con 2.5 millones de dólares, para una garantía de préstamo en un programa conjunto con el Banco de Equidad, que está prestando ahora a los agricultores y comerciantes agrícolas 50 millones de dólares.

Catherine Riungu

Artículo publicado en el East African, de Kenia, el 19 de octubre de 2008.

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