LOS FUNDAMENTALISMOS ARRASAN EN ÁFRICA Y EN TODO EL GLOBO.

17/09/2012 | Editorial

Durante la semana pasada, hemos visto surgir nuevos focos de violencia cruel en muchas capitales de África y del mundo, encendidos ante todo, por el video ofensivo e irresponsable contra Mahoma, producido en Estados Unidos.

La ira y violencia de tales ataques mortales, sobre todo en Libia y Egipto, contra intereses americanos, nos han podido sorprender.

También nos pueden sorprender las consecuencias de la supresión o del uso irresponsable de la libertad de expresión.

Todos estos fuegos violentos y furia masiva que salta a la calle con tanta frecuencia, son síntomas de una enfermedad más profunda y grave, que está ya a flor de piel en muchos grupos fanáticos, sean de carácter religioso, cultural, político o financiero.

Los grupos fundamentalistas de corte religioso, económico-político y cultural parecen estar cada día más presentes y ser más nocivos en nuestras sociedades. Constatamos su impacto y las consecuencias.
Solo hace falta una chispa, y todo el monte arde.

Estos fuegos violentos, aquí y en África, son inevitables en nuestro mundo, debido en gran parte, a los medios tecnológicos disponibles, para hacer el bien o el mal. Pero la causa de fondo está claramente en la mente y corazón humanos.

El acceso más universal a la educación académica y técnica, no pueden superar por si mismas, nuestras crisis político-económicas, religiosas y socio-culturares. Una educación más integral y humana es ciertamente indispensable

Nuestros radicalismos, falta de respeto y compasión para con los demás requieren al mismo tiempo un cambio más profundo.

Esto es lo que Benedicto XVI ha proclamado en Líbano durante su última visita. “Vosotros: cristianos, musulmanes, judíos y todas las personas, sois hermanos-as y podéis convivir juntos en paz y harmonía”.

Mientras los grandes poderes económico-políticos, religiosos y culturales del mundo, sigamos con la misma visión de “imperio y lucro”, con actitudes dictatoriales de imponer lo nuestro a los demás, seguiremos derramando sangre y esclavitud entre millones de seres humanos.

El día cuando, los empobrecidos y los que sufren, se conviertan en el centro de atención de nuestra sociedad, de los políticos, economistas y lideres religiosos, entonces superaremos la crisis y los fundamentalismos, y veremos el amanecer de una nueva convivencia y de una autentica primavera.

Manos a la obra!

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