Los agricultores tanzanos condenan el impuesto sobre producción agrícola

22/04/2013 | Crónicas y reportajes

El Gobierno tanzano debería poner fin al impuesto sobre producción agrícola, ya que es una carga para los agricultores y un acicate para acrecentar su pobreza y poner en peligro los numerosos esfuerzos conseguidos tras la revolución agrícola.

Un nuevo estudio ha demostrado que el impuesto, considerado por agricultores y empresarios como una “engorroso gravamen”, tiene negativas consecuencias en toda la cadena de producción.

De acuerdo con este estudio «el impuesto desalienta la inversión en el sector agrícola, ya que los precios se encarecen demasiado. En idéntico sentido, las debilidades del sistema de cobros del impuesto desmotiva tanto la producción, como la comercialización de cereales/cultivos, la alta tributación y los mecanismos de débil responsabilidad afectan negativamente su cumplimiento por parte de los contribuyentes».

Dadas las negativas consecuencias que el impuesto está teniendo en el sector agrícola, se recomienda que debería ser abolido por completo, tal y como declara el documento titulado “Estudio sobre el Sistema de Tributación sobre la producción agrícola en Tanzania” realizado por el Consejo Tanzano de Agricultura, y financiado por Best AC.

El estudio revela que el impuesto no contribuye al desarrollo del sector agrícola del país, sino que se utiliza para pagar asignaciones y salarios a los funcionarios de otros sectores. “Los fondos de esta partida se destinan a financiar otras operaciones por parte de los Consejos de Distrito que incluyen principalmente asignaciones a los consejeros que intervienen en las reuniones del comité y del consejo”.

Ninguno de los nueve Consejos de distrito entrevistados en dicho informe tenía un sistema de re-inversión relacionada directamente con el impuesto de producción agrícola que revirtiera en el sector agrícola de nuevo. Y de acuerdo con el estudio, los inversores entrevistados dijeron que sería crucial eliminarlo, argumentando que el impuesto sobre producción agrícola es excesivamente alto para el sector agrícola, caracterizado por márgenes muy reducidos de beneficios.

Al margen del hecho que la ley dice que son los comerciantes y no los agricultores los que están obligados al pago del impuesto, los primeros han venido imponiendo el pago a estos últimos indirectamente. Según el estudio “Alguno de los agricultores entrevistados dijo que el impuesto sobre producción agrícola se les carga a ellos en lugar de a los comerciantes. De acuerdo con el informe, los agricultores declaran que a veces los comerciantes hablan del impuesto cuando se negocia acerca de la reducción de precios. Es entonces cuando ellos argumentan que en la mayoría de los casos los comerciantes podrían quitarles el gravamen del impuesto y así reducir los precios o cárgalo ellos directamente.

Algunas investigaciones sostienen que los sistemas de comercialización de cultivos en Tanzania son poco eficaces y se caracterizan por una información desigual, con pocos compradores que a menudo forman cárteles, y una falta generalizada de facilidades de almacenamiento para los cereales y cultivos.

“Sobre la base de que no hay razón para creer que el impuesto sobre producción agrícola se carga a los agricultores por parte de los comerciantes” dice el informe, añadiendo que: “Bajo tal situación, los argumentos a favor de la supresión del impuesto pueden no necesariamente garantizar a los agricultores mejores precios de mercado”.

La deficiente estructura existente para el cobro del impuesto sobre producción agrícola también se revela como una justificación más para suprimir dicho impuesto, y así beneficiaría a otros grupos y no sólo al Gobierno.

La Sra. Laetitia William, funcionaria del Consejo Agrícola Tanzano (ACT), declara en una entrevista que los consejos de distrito han puesto en marcha agentes para el cobro del impuesto. “Estos consejos dan a los agentes una cantidad estimada de lo que deben cobrar para el Gobierno. Ellos pueden cobrar más y pagar a los gobiernos locales, y sólo acordar la cantidad estimada. El resto no se toma en cuenta”. Una efectiva recolección del impuesto capacitará a cada consejo a obtener al menos 300 millones de Shillings tanzanos (unos 142.000 Euros) por cereal de temporada. El informe evidencia que las razones para la externalización del cobro del impuesto influyen en la falta de capacidad por parte de los consejos de distrito para administrar dicho cobro dado su propio tamaño.

De acuerdo con el estudio, las graves deficiencias en el cobro de impuestos y los mecanismos de contabilidad han debilitado la producción agrícola y su comercialización tanto como el cumplimiento de parte de los pagadores, reduciendo las cantidades de beneficios recogidos. La ACT también sugiere que debería suprimirse el impuesto sobre los cultivos, dada la inconsistencia de cantidades cobradas entre los diferentes distritos.

El estudio revela que existen variaciones entre las propias tasas del impuesto a lo largo y ancho del país lo que afecta negativamente a las condiciones agrícolas y comerciales en materia de competitividad: “puede encontrarse por ejemplo, que en Kilosa el impuesto sobre la producción agrícola es más bajo que en Monduli dónde la tributación es mayor, esto atrae a los comerciantes a la hora de comprar cereales provenientes del distrito con los impuestos más bajos y condiciona al otro distrito” dice la Sra. William. El impuesto de producción agrícola que se aplica actualmente en los consejos de distrito varía/oscila entre el 0.34% y el 5%.

Así, el informe declara que el actual impuesto de producción agrícola sobre la caña de azúcar en el Distrito de Mvomero, que era del 2% en 2009/2010, bajó al 1.6% en 2010/11 y volvió a subir el 3% en 2011/12, mientras que el acuerdo por ley del porcentaje tasaba el 5%.

De acuerdo con los estatutos del Distrito de Monduli el impuesto sobre producción agrícola sobre cultivos se debe cargar al 5% del precio de salida, y sin embargo en la práctica todos los cultivos se cargan 1,000 Shillings tanzanos (alrededor de medio euro) por cada saca, al margen de su valor (lo que equivale al 1 o 2%).

El Distrito de Mufindi carga 8.50 Shillings tanzanos por cada kilo de té, lo que equivale al 0.34% del precio. Así, según las estadísticas de producción agrícola en los consejos de distrito indica que se pierden cantidades ingentes de ingresos, dada la ineficacia del sistema de recogida de tributos.

Por ejemplo, y de acuerdo con el estudio, basándose en el análisis de las estadísticas de producción, el potencial de ingresos por tasa de producción existente del impuesto sería del 5%, casi 4 billones de Shillings tanzanos contra una proyección de 200 millones de Shillings (alrededor de 94.000 euros) realizada por el Distrito de Babati.

Aún cuándo la tasa del impuesto se redujera un 2%, los ingresos que esperan generarse basándose en la producción (aproximadamente 1.38 billones de Shillings), serán mayores que los ingresos actuales y futuros, a condición que sean provistos de mecanismos de recogida de impuestos que aseguren que todos los potenciales ingresos serán recogidos.

La Sra. William sugiere que debido a su pequeña contribución a los beneficios de los Consejos, la supresión del impuesto no supondría un visible impacto en los ingresos de distrito. Explica que hoy en día el impuesto sobre producción agrícola supone alrededor del 2% del total de los ingresos de los Gobiernos locales.

La Ley de Financiación Local No. 9 de 1982 especifica que el impuesto sobre producción agrícola es una de las principales fuentes de ingresos de los distritos y Consejos urbanos en Tanzania.

Veneranda Sumila

(Reportera de BusinessWeek)

(The Citizen, Tanzania)

(Traducción de Yolanda Gonzalo Balmisa)

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