Los 14 mejores discos africanos de 2014, por Afribuku

7/01/2015 | Bitácora africana

Autor: Javier Mantecón

2014 nos ha dejado una buena cosecha de discos provenientes de los cuatro rincones del continente, con Malí, una vez más, como país destacado. La selección que presentamos a continuación ha dejado de lado figuras tan destacadas como Toman Diabeto, Tony Allen, Habiz Coité, Mayra Andrade o Tiranicen, todos ellos con grandísimos trabajos bajo el brazo, para rebuscar algo más en las infinitas profundidades africanas. Primamos por tanto la originalidad y frescura así como la calidad de los álbumes que seleccionamos para ofrecer una variedad estilística de muchos quilates. Una lista pero no una clasificación, que lo disfruten.

1. Anansy Cissé – “Mali Overdrive”
(Malí)

Blues lleno de polvo y distorsión en el que la calidad melódica y rítmica de las canciones sobresale enormemente. Sus guitarras cargadas de rever y suciedad nos transportan al Sahel de inmediato y ponen de manifiesto al gran compositor que firma el disco. Durante años Cissé ha estado escribiendo canciones para otros músicos de la región, ahora le llega su turno para comerse el mundo.

2. Girma Yifrashewa – “Love & peace”
(Etiopía)

Este año ha sido el año del debut internacional del reputado pianista etíope Girma Yifrashewa. Comenzó su carrera musical con el arpa etíope o krar, Yfrashewa pronto se cambió al piano para desarrollar su enorme talento. Después de desarrollar parte de su aprendizaje en Bulgaria, tras el fallecimiento del reputado compositor Ashenafi Kebede, Yifrashema decidió seguir sus pasos y lanzarse a escribir música, influenciado por el estilo de su mentor. El resultado es “Love & Peace”, un disco delicioso de piano que nos evoca paisajes etéreos de tierras lejanas. Cinco temas de larga duración basadas en la música etíope contemporánea.

3. Kasai All Stars – “Beware of Fetish”
“República Democrática del Congo”

Kasai All Stars es un colectivo de más de veinte músicos de cinco etnias distintas todos ellos provenientes de la región de Kasai, en el centro del Congo. Con base en Kinshasa y arropados dentro de la serie Congotronics, no sería descabellado denominarles chamanes antes que músicos. Sus canciones se centran en temas de carácter ritual, sus polirritmias, percusiones dementes y likembes eléctricos nos invitan al trance dionisíaco y telúrico. “Beware the fetish”, su segundo LP, nos ofrece más de 100 minutos de locura rítmica plagada de grandes momentos y también grandes melodías.

4. Kassé Mady Diabaté – “Kiriké”
(Malí)

La “voz de oro de Malí” sigue su imparable carrera discográfica para reivindicar su figura a nivel internacional, donde es apenas conocido por sus colaboraciones en discos de otros autores y músicos. Su fantástico disco precedente “Manden Mandin Kadenou” (2009) ya nos puso en aviso, Kassé Mady Diabaté está considerado uno de los mejores griots de la música maliense y miembro fundador de la Orquesta Badéma o de las Maravillas de Malí, ahora, deja de lado una de las vertientes que le hizo célebre en su país, la música afrocubana, para centrarse en la tradición mandinga más pura. El resultado es “Kiriké”, un disco profundo y sencillo al mismo tiempo. Su voz mantiene la perfecta afinación que siempre le ha caracterizado, esta vez arropada por músicos de la talla de Makan Tounkará (n´goni), Vincent Segal (cello) o Ballaké Sissoko (kora), entre otros. Descendiente de griots y por tanto, portadora de una tradición milenaria que transmite a la perfección, Kassé Mady a sus 65 años nos inunda, mejor que nunca, con su voz para hacernos perder la noción del tiempo.

5. Aziza Brahim – “Soutak”
(Sáhara Occidental)

El Sahara Occidental se encuentra literalmente aislado del mundo. Su situación política impacta directamente en su realidad diaria y sus manifestaciones culturales no pueden escapar a esta realidad. Aziza Brahim, nos abre una puerta a esta cultura a través de su tercer y brillante nuevo álbum “Soutak”. Partiendo de la música haul como base, Brahim integra el blues africano dentro de su obra para crear una colección de canciones soberbia favorecida por una producción exquisita. Un paso de gigante a nivel discográfico para una artista llamada al éxito internacional.

6. Noura Mint Seymali – “Tzenni”
(Mauritania)

Noura Mint Seymali es una estrella en su Mauritania natal. Ahora se ha atrevido a grabar un disco cuasi psicodélico junto a su marido y guitarrista Jeiche Ould Chighaly. Su instrumento de base, el ardine, sólo tocado por mujeres que transmiten su conocimiento de una generación a otra, dota de una personalidad única a este disco “Tzenni” de una calidad compositiva excelente. Basado en la experiencia que la artista ha adquirido durante décadas en su país natal en “Tzenni” oímos batería, tidinit, bajo y guitarra rugiendo mientras acompañan al cortante ardine y la voz de siglos de Noura Mint Seymali. Si no conociéramos la tradición mora de la que proviene, podríamos asegurar que este es un disco de rock y del bueno. “Tzenni”, un disco que nos recuerda que, incluso en los países más impenetrables e impermeables, se hace música alucinante.

7. Alsarah & The Nubatones – “Silt”
(Sudán)

Durante todo el pasado año (2014) Alsarah no ha dejado de copar titulares de la prensa musical internacional. En 2013 se embarcó en el célebre “The Nile Project” y el año pasado, junto a los excelentes músicos que integran The Nubatones, edita “Silt”, sin duda uno de los discos, provenientes de Sudán, más celebrado de los últimos años. Calificado por la propia artista como “Retro pop africano del este”, el álbum usa métodos modernos para acercase a las canciones sudanesas de los años 60, particularmente a las llamadas “Canciones de Retorno”, compuestas como una muestra de llanto durante la expulsión de las poblaciones que habitaban el margen Nilo para la construcción de la presa de Asuán.

8. Aziz Sahmaoui & University of Gnawa – “Mazal”
(Marruecos)

“Mazal” el segundo disco de Aziz Sahamoui & University of Gnawa nos abre las puertas a otras músicas de una manera relajada. Partiendo del gnawa bereber, heredero a su vez de la música saheliana, Aziz Sahmouri plantea un disco internacionalista pero con un regusto muy delicado. Sahmouri, que en su tiempo lideró la entrañable Orquesta Nacional de Barbes, echa toda la carne en el asador invitando al francés Emile Parisien al saxo y al almeriense Niño Josele a la guitarra flamenca, destacando a éste último en la soleá titulada: “Yasmine”. “Une dune pour deux”, una de las canciones más deliciosas del álbum, habla de la reconciliación entre los pueblos del desierto. “Mazal” es un trabajo completísimo y variado que hará las delicias de los aficionados ya no solo a la música gnawa si no a la música en general. Del río Níger al Guadalquivir pasando por el Draa.

9. Mamani Keïta – “Kanou”
(Malí)

Mamani Keïta se coló por primera vez en nuestros oídos en el año 2002 con el sensacional “Electric Bamako” junto a Marc Minelli. Desde entonces, la otrora corista de Salif Keita, ha ido consolidando su carrera internacional a través de
álbumes arriesgados y siempre
sobresalientes. Keïta canta en mambara, y sigue la tradición griot en su fraseado melódico pero integra elementos contemporáneos a su música y esta vez sin salir de casa. El carismático y veterano guitarrista maliense Djeli Moussa Kouyaté añade su excelente guitarra. “Kanou” está plagado de grandes momentos, “Dounia”, “Marie massa”, “Djalal kibali” o la propia “Kanou”.

10. Orlando Julius & The Heliocentrics – “Jayiede Afro”
(Nigeria)

Orlando Julius fue uno de los pioneros del afrobeat en Nigeria junto a Fela Kuti y Tony Allen en los años 60 y 70. Durante décadas desapareció y tras treinta años de silencio Julius se alía con el colectivo de free jazz británico The Heliocentrics para grabar canciones nuevas, algunas guardadas durante décadas en un baúl y versiones de clásicos. El resultado es un disco imaginativo, divertido y en cierta manera clásico y contemporáneo simultáneamente. Utilizando la estructura del estilo musical que le hizo célebre.

11. King Ayisoba – “Wicked Leaders”
(Ghana)

La música Fra fra de Ghana, ha sido siempre denostada en su propio país. Hasta que en 2007 King Ayisoba hizo sonar en la radio de todo el país dos canciones que pusieron en el mapa, tanto nacional como internacional, la tradición de la que proviene. Un año después King Ayisoba editó su primer LP “Modern Ghanians” plagado de hiplife y ritmos urbanos de moda en la capital, Accra. Su intento de modernizar su discurso no obtuvo unos resultados artísticos demasiado notables, desinflando la burbuja que se había creado a su alrededor. Después de varios años colaborando con otros artistas, Ayisoba editó en 2014 su nuevo disco “Wicked Leaders” en el que retoma la tradición Fra fra más pura. Armado con su kologo, instrumento de dos cuerdas que acompaña a la voz, Ayisoba nos canta, grita y por primera vez susurra, historias en twi, inglés y por su puesto fra fra.

12. Zivanai Masango – “It´s Time”
(Zimbabwe)

Guitarrista autodidacta y colaborador con artistas de la talla de Thomas Mapfumo, Oliver Mtukudzi o Bushman, Zivanai Masango ha comenzado a destacar como compositor solista en los últimos años. Su estilo, heredero de la guitarra sudafricana, ha ido poco a poco incorporando formas de géneros tanto occidentales como de otros rincones del continente africano. Así pues encontramos en su música trazas de jazz, de soukouss o de blues sin caer en el pastiche, y siempre a servicio de la melodía.

13. Les Ambassadeurs du Motel de Bamako
(África Occidental)

La reedición más sonada del pasado año, en materia de discos clásicos africanos, es sin duda este doble disco. Les Ambassadeurs fueron, y aún son, una institución en África Occidental al igual que lo fueron Bembeya Jazz o la T.P. Orchestre Polyritmo de Cotonou. Por su formación pasaron grandes figuras de la música africana actual como Kanté Manfila, Amadou Bagayoko, Cheick Tidiane Seck o Salif Keita, que, unidos, crearon una banda que traspasó fronteras uniendo la música tradicional de sus países, la música cubana y la orquestal, para, en un principio, entretener a los huéspedes del motel en cuestión. Pronto el talento de sus componentes disparó su fama consolidando su influencia y su alcance durante décadas en toda la región. Oportunamente, este doble recopilatorio coincide con la gira de reunión que tres de sus miembros más ilustres, Bagayoko, Seck y Keita, hicieron durante 2014. La compilación se centra en una etapa concreta del grupo, la que comprende del año 75 al 77, cuando Les Ambassadeurs se encontraban en plena efervescencia creativa. Poco se puede remarcar de las canciones incluidas en este trabajo que no lo hagan ya por sí solas. Una banda legendaria en su mejor momento, beneficiándose de un sonido que por fin, tras infinidad de reediciones de bajo coste, les hace justicia.

Bonus track:
14. Black Mango – “Naked Venus” y “Soft Kicks”
(Malí)

Una de las grandes sorpresas que nos ha deparado este 2014 ha sido este misterioso single proveniente de Malí. Sólo dos canciones que nos dejan con la boca abierta. ¿Música avant-rock tradicional maliense? Parece que sí existe, y se llama Black Mango. Podríamos considerar “Naked venus” como la versión maliense de “Venus in furs” de la Velvet Underground. “Soft Kicks”, por su parte, nos traslada a una atmósfera en la que una vez más la tradición y el rock vanguardista se dan la mano. Una maravilla mayúscula que esperemos no quede únicamente reflejada en este único single.

Fuente : Afribuku

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  • afribuku

    Afribuku pretende hacer descubrir y reflexionar sobre manifestaciones culturales africanas contemporáneas de interés, divulgándolas a través de esta página y de las redes sociales. En África existen numerosas propuestas artísticas de excelente calidad que permanecen ocultas a los ojos del mundo. Es necesario que todos aquellos que creemos en una visión más realista y honesta de África tratemos de que la comunidad iberoamericana se familiarice y comience a disfrutar de la gran diversidad que ofrece este continente.

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