Llegó y venció el general: Albricias, por Juan Tomás Ávila Laurel

11/02/2011 | Bitácora africana

Ya estaba claro desde el principio. La ONU nació con una voluntad totalitaria, y sólo los ingenuos de este mundo, que en general son los pobres, han asociado alguna vez a esta organización supranacional con los ideales de justicia, libertad, igualdad. Son los pobres de este mundo los que han creído alguna vez que la ONU remediará su desesperante situación. Y siguiendo la estela de la ONU, todos los organismos regionales que se han creado han asumido los mismos supuestos. Ya sean organismos de América Latina, de la ilustrada Europa, de los países árabes, o los de la Comunidad Británica, etcétera, la consigna es la defensa de los intereses personales de los líderes que los componen, convirtiendo estos organismos en el bastión de la intolerancia, la injusticia y la corrupción. Líderes ampliamente conocidos por su amplio historial delictivo como Pinochet, Fujimori, Alan García, todos los emires y reyes de Oriente Medio, Robert Mugabe, Omar Bashir y otros de su calaña gozan y gozaron de la protección de los organismos en los que están metidos sus respectivos países.

Esta situación es general y hace unos años que estaba sustentado en soportes popularmente asumibles, y esto debido a la labor cosmética de los aparato de propaganda de los Estados, pero últimamente ha tomado un viraje tan radicalmente descarado que se diría que los dirigentes, que parece que reclaman la vuelta al pasado histórico, donde tuvieron más poder sobre la población, ya no comulgan con los supuestos generales de la permeabilidad de los organismos del gobierno, atributo general de las democracias.

Pero esta actitud altiva contrasta con la deplorable situación de la población de los países regidos por estos líderes. En ellos, la situación de pobreza, marginalidad e indefensión alcanza unos límites insuperables, situación que no parece tener relación con los recursos económicos, dinerarios naturales, humanos, disponibles. En los ámbitos de prevalencia de esta situación, la labor cosmética de las instituciones de propaganda de estos dirigentes ha permitido la asociación de cualquier demanda de apertura con actos de desestabilización, de modo que cuando no son situaciones totalmente ignoradas por la comunidad mundial, son grupos humanos mirados con recelo. La situación parecería estrambótica si no fuera hiriente, pues los criminales son protegidos y las víctimas son miradas con recelo por las líderes mundiales, u organismos, de los que se creían promotores y defensores de la justicia.

Este es el contexto en el que emerge la figura del general-presidente Obiang. Colega de Omar Bashir, de Mugabe, de Mohamed VI, Laurent Kabila, de Laurent Gbagbo y de su vecino Paul Biya, no tiene menos méritos que todos ellos para presidir la Unión Africana, una organización que ya debería estar pidiendo disculpas a los africanos en general, y en particular a los ciudadanos de Túnez y Egipto por no haberlos ayudado a desprenderse de las garras del tirano que comía su alma.

Esta mañana se leyó a en Radio Malabo, y también en Radio Asonga, propiedad del hijo del general, un Aviso Oficial del Gobierno, y otro del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial. En los mismos, y era un único aviso, se convocaba a todos los miembros del partido, a los presidentes zonales, a todos los funcionarios, a todas las agrupaciones del Partido, a las mujeres de las agrupaciones de venta de pescado congelado y a los presidentes, secretarios y alguaciles de los consejos de poblado a concentrarse en la sede del Partido el sábado por la mañana, para ser trasladados al aeropuerto, donde tributarán un “apoteósico” recibimiento al Presidente-Fundador por haber sido elegido presidente de turno de la Unión Africana.

En Malabo, y en las inmediaciones del poblado de Baney, pero cerca de la costa, han arrasado un terreno muy grande para construir los hoteles, los establecimientos de lujo y las residencias particulares de los presidentes africanos para cuando se reunirán para celebrar la cumbre anual este año. Será en Guinea. No solamente han construido lo dicho, que todo junto es un complejo multimillonario en costes, sino que han trazado y asfaltado las carreteras para comunicar directamente el aeropuerto con este complejo residencial. Por este hecho, la elección del general-presidente era un mero trámite, y no creemos que la misma Unión Africana cree que hay otro candidato mejor situado que él.

El despliegue intelectual y cibernético, incluso mediático, que se ha hecho en torno a la elección del presidente de la Unión Africana es innecesario, pues ni el complejo construido para albergar la cumbre se destruirá, ni el dinero gastado se devolverá a las arcas guineanas. Y porque la maldad, la amoralidad y la inutilidad públicas de la Unión Africana no son recientes, habida cuenta de su enraizamiento en la comunidad política mundial. El elocuente silencio de estos mismos intelectuales o emisores de opinión ante el estado de cosas del reciente pasado los cuestiona. Por lo que se ve, todos estamos afectados por los cegadores fuegos de la fastuosidad de los dirigentes que se enseñorean sobre nuestras frágiles vidas.

original en www.fronterad.org

Autor

  • Ávila laurel , Juan Tomás

    Juan Tomás Ávila Laurel, escritor ecuatoguineano nacido en 1966 en Malabo, de origen anobonés, actualmente reside en Barcelona. Su obra se caracteriza por un compromiso crítico con la realidad social y política de su país y con las desigualdades económicas. Estas preocupaciones se traducen en una profunda conciencia histórica, sobre Guinea Ecuatorial en particular y sobre África en general. Tiene más de una docena de libros publicados y otros de inminente publicación, entre ellos las novelas y libros de relatos cortos La carga, El desmayo de Judas, Nadie tiene buena fama en este país y Cuentos crudos. Cuenta también con obras de tipo ensayístico, libros de poemas y obras de teatro.

    En Bitácora Africana incorporamos el Blog "Malabo" que el escritor realiza para la revista digital FronteraD. Desde CIDAF-UCM agradecemos a la dirección de FronteraD y a Juan Tomás Ávila Laurel la oportunidad de poder contar en nuestra Portal del Conocimiento sobre África con esta colaboración.

    @Avilalaurel

    FronteraD - @fronterad

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