Las tunecinas andan vigilantes , por Antonio Molina

26/04/2011 | Bitácora africana

¿Dónde estaban las madrigueras de los islamistas? Durante el régimen de Ben Alí, el partido El – Thair estaba fuera de la ley. Sus miembros, de militancia salafista, parecían extraterrestres en el país de Burguiba…Ahora, de pronto, aparecen a la luz del día, barbudos, con los ojos sombreados con el “jol” y sus miradas incendiarias. Sus manifestaciones en público, sus predicaciones en las mezquitas y sus discursos en las reuniones del partido son muy ambiguos, pero siempre que pueden van atacando a la emancipación de las mujeres.

¿QUÉ PRETENDEN ESTOS “TALIBANES” TUNECINOS?

Para ellos la cosa es evidente: Después de más de 60 años de progreso hacia la modernización de la sociedad y la promoción de la mujer, es preciso volver a “su tradición”: Regreso a la Charía, lo que comporta restablecer la poligamia y el casamiento religioso y, para que disminuya el paro, forzar a las mujeres a volver l hogar y dejar el trabajo fuera de casa a los hombres.

En estas semanas de transición en que las nuevas instituciones van preparándose poco a poco. Ellos van dando “sus golpes”. Ya han incendiado varios prostíbulos y locales de alterne, con el pretexto de que el Islam prohíbe la prostitución, atacan de palabra y molestan por las calles a las mujeres y jóvenes que andan sin velo o pañuelo, persiguen a las artistas…No hace mucho le dieron una paliza a una periodista, presentadora de la TV, de la cadena NESSMA, porque animó una emisión sobre la laicidad.

Todos estos episodios son alertas que han movilizado a las feministas y a las “laicas” para aumentar su vigilancia. Este fue el objetivo de la manifestación, que organizaron el 9 de abril en Túnez contra el integrismo.

Se trata de interpelar a las autoridades provisionales de la transición y a la sociedad civil, para que garanticen la protección de todos los derechos humanos adquiridos desde tiempos de Burguiba.

¿QUÉ HACEN LOS TRADICIONALISTAS DEL ENNADHA?

El peligro de los salafistas es claro, pero existe un partido autorizado, el Ennadha, cuyos miembros pretenden profesar un Islam “sofá” , cuya actiud es por lo menos ambigua, pues mantiene la tradición machista de las sociedades patriarcales musulmanas.
La sra. Bochra Belhaj Hmida, abogada, ex presidente de la Asociación Tunecina de Mujeres Demócratas (ATFD, de sus siglas en francés) afirma: “Igualmente que yo no acepto que se diga que Ben Alí era un baluarte contra los islamistas, digo que hoy la amenaza islamista no es una fantasía. Tenemos necesidad de partidos liberales y laicos, que anulen esa corriente religiosa integrista de los islamistas.”
Los partidos llamados progresistas procuran establecer alianzas con el Ennadha, en lugar de hacer una coalición poderosa entre ellos. Hay que estudiar y trazar estrategias para combatir y neutralizar esta corriente en el plan cultural y político, denunciando las contradicciones de sus planteamientos.

Es por eso, que la abogada Bochra y otras militantes de la Asociación Tunecina de Mujeres Demócratas pretenden exigir a todos los responsables de los partidos políticos, que prometan mantener y reforzar el código del estatuto de la persona (CSP) y defender la paridad entre hombres y mujeres, todos ciudadanos con los mismos derechos y deberes y completar la publicación de la nueva ley de las herencias, para que el derecho sucesorio no sea discriminatorio, como lo es en el Islam. Este pacto debe comprometer a la clase política y a la sociedad civil.

REINA UN CIERTO OPTIMISMO

Mona ben Alima, en su blog se afirma optimista:”Yo no comprendo porqué hay que mantener un Ministerio de la Mujer o una fiesta de la mujer. Eso era en 1957, Burguiba lo estableció para celebrar una conquista. Hoy son derechos adquiridos. El Código del Estatuto Personal forma parte de las conquistas de la sociedad tunecina. Somos nosotras, comociudadanas, quienes debemos andar vigilantes para que no haya marcha atrás. Las mujeres tunecinas luchamos para conseguir la modernidad.”

Pero ¿cómo conseguirán las mujeres hacerse oír, si no tienen representación en las instituciones políticas? Esta es una amenaza real para las que han sido protagonistas de la revolución: Las mujeres que han estado muy implicadas en las manifestaciones y en los medios, no pueden retirarse y quedarse en la cuneta de la carretera mientras desfila el cortejo. De hecho, el gobierno provisional sólo cuenta con una ministra, además de la encargada de los asuntos femeninos.
Igualmente los partidos políticos no han escogido a mujeres para sus puestos de dirección, excepto el Partido Democrático Progresista (PDP) de Ahmed Néjib Chebbi, en el que Maya Jribi es secretaria general.
Pero en las filas de la UGTT (Unión General de Trabajadores Tunecinos) no destaca ninguna mujer y en la Liga para la Defensa de los Derechos Humanos, sólo tres mujeres están integradas en el Consejo de la Revolución. Una presencia simbólica.

EL DOSSIER DE LOS DERECHOS DE LAS MUJERES

Las cuestiones pendientes sobre las herencias y la igualdad de derechos en el matrimonio no figuran en la agenda del Gobierno Provisional, ni en los programas de los partidos de la oposición. Cada vez que las mujeres pretender insistir sobre la cuestión femenina, los responsables les responden con los pretextos de siempre: “Ahora no es el momento”…”Eso no es una prioridad”.

“Parece que las mujeres molestamos ahora más que antes. Los hombres parece que tienen miedo de que las mujeres les robemos sus puestos. Si las mujeres hablan de democracia los partidos de la oposición las apoyan, pero si sacan a relucir los derechos de la mujer hacen oídos sordos o muestran hostilidad.”

Por eso las feministas tunecinas están inquietas, aunque no alarmadas. Lo que ellas pretenden es no dejarse manipular por los hombres, que aunque se digan demócratas no renuncian a la mentalidad patriarcal machista, que se respira en el ambiente contaminado del Islam tradicional conservador.

NOTA: En Túnez las mujeres representan el 28% de la población activa, siendo el 72% de los farmacéuticos, el 45% de los investigadores, el 42,5 % de los abogados y el 34% de los periodistas. Además abundan en la docencia universitaria, en las profesiones sanitarias y los servicios

Autor

  • Molina Molina, Antonio José

    Antonio José Molina Molina nació en Murcia en 1932. Desde 1955 es Misionero de África, Padre Blanco, y ya desde antes ha estado trabajando en, por y para África. Apasionado de la radio, como él relata en sus crónicas desde sus primeros pasos en el continente africano, "siempre tuve una radio pequeña en mi mochila para escuchar las noticias". Durante septiembre 2002, regresa a Madrid como colaborador del CIDAF. En octubre de 2005 aceptó los cargos de secretario general de la Fundación Sur y director de su departamento África. Antonio Molina pertenece -como él mismo dice- a la "brigada volante de los Misioneros de África", siempre con la maleta preparada... mientras el cuerpo aguante.

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