Las mujeres africanas protagonistas de su liberación

9/03/2015 | Editorial

Ayer día 8 de marzo recordamos el:” Día Internacional de la Mujer Trabajadora.” Ahora, este día ha venido a significar: “el Día de la Mujer”: su dignidad, derechos humanos, igualdad y contribución femenina al bienestar familiar, social y mundial. Para nosotros aquí en África Fundación Sur, celebramos: “el Día de la Mujer Africana”, especialmente como protagonistas de su liberación y del desarrollo sostenible de sus pueblos.

Los que hemos vivido muchos años en África, conocemos bien el papel tan fundamental y crucial que juegan las mujeres africanas en promover el bienestar de las familias, del clan, la tribu, la nación y la comunidad internacional.

Creo que una mayor integración de la mujer africana en la gestión: de la gobernanza, educación, salud y resolución de conflictos, etc., resultaría notablemente beneficioso, particularmente en tres campos: una gobernanza de la política económica más justa y solidaria, una gestión más humana e integra de la salud y de la educación, y una resolución más eficaz de los conflictos provocados por el tráfico de: recursos, armas, drogas y de personas.

Una gobernanza de la política economía más justa y solidaria:

Las frecuentes marchas de las mujeres africanas de defensa de la democracia y de la paz, en varios países africanos, como: Congo, Republica Centro Africana, Mali, Burkina Faso, Tanzania, Burundi, etc. indican que ellas son las pioneras y protagonistas en preocuparse por la paz y trabajar por el Bien Común.

Mujeres como: Especiosa Kaziibwe, exvice-presidenta de Uganda, Ellen Johnson-Sirleaf, presidente de Liberia, Joyce Banda, expresidenta de Malawi, Grace Rachel, mujer de Mandela, Faten Benrauda, juez-jefe en la Haya, Winni Byanyima, secretaria general de Cruz Roja internacional, Gertrude Mongella, presidenta del Parlamento Panafricano, Victoire Ingabire Umuhoza, presidenta del principal partido de la oposición en Ruanda, son algunos ejemplos de mujeres valientes y de gestión integra.

Al mismo tiempo, millones de mujeres sufren desigualdades, como: discriminación, desconocimiento de los derechos que las amparan, violencia, abusos, expolio de sus tierras, analfabetismo, falta de participación en la toma de decisiones, etc.

Una gestión más humana e integra de la salud, de la justicia y de la educación:

He tenido la suerte de conocer y colaborar con varias mujeres ugandesas: Geraldine Bitamazire, Ministra de Educación en Uganda, Julia Sebutinde, presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Doctoras en medicina de los diferentes hospitales del país, y he podido comprobar su destacada honradez, dedicación, empatía y generosidad en favor de las personas enfermas, clientes y de los estudiantes.
Aún no hemos sido capaces de suprimir las disparidades entre sexos en la enseñanza primaria y secundaria y lograr la igualdad de género en la educación, en varios países africanos. Las causas más relevantes son: la pobreza, las prácticas sociales discriminatorias y los matrimonios forzosos.

El secretario general de la ONU: Ban Ki-moon ha dicho: “a cada niña que nazca hoy, y a cada mujer y niña del planeta, el ejercicio de los derechos humanos y la igualdad no es un sueño, es un deber de los Gobiernos, de las Naciones Unidas y de todos los seres humanos”.

La garantía de la seguridad alimentaria en toda África, está asegurada por las mujeres. Al mismo tiempo, las mujeres africanas están siendo expulsadas diariamente de sus tierras, por las transnacionales e inversores extranjeros, con complicidad de los algunos gobiernos locales. Privarles de sus tierras ancestrales, es privarles no solamente de los alimentos, sino también de su vida de familia, y de su dignidad.

Una resolución más eficaz de los conflictos provocados por el control de los recursos naturales y minerales, el tráfico de armas, drogas y de personas:

La creciente participación de las mujeres, en la superación de los conflictos en la región de norte y sur de Kivu, en Ruanda, Burundi , Uganda, Tanzania, etc. está siendo fundamental e irremplazable.
En el Congreso Internacional para la resolución de conflictos en África, que ha tenido lugar en Addis Abeba, Etiopia, del 3 al 9 de marzo 2015, organizada por la OUA y por la ONU, solo había tres mujeres ponentes y más de 15 hombres. Vamos aprendiendo, pero todavía nos queda un largo camino por recorrer, para una real integración.

Mujeres como: Angeline Umugwaneza, doctora ruandesa que se ha dedicado a mediar en los conflictos en la República Centroafricana, Fatimata M’Baye, defensora de los sin voz y de Derechos Humanos, en Mauritania, etc., podrían participar en el Congreso con gran autoridad.

Necesitamos, en África y en todo el globo, la mayor compasión y empatía de la mujer para preocuparse de las personas más marginadas. Queremos su más alta honradez para una gestión más justa y solidaria de los recursos para que todos tengan lo necesario. Deseamos su alta capacidad para las relaciones humanas, integración y diálogo para ser capaces de integrar a todo el mundo en nuestra sociedad y poder resolver los conflictos. Buscamos lideres-mujeres que no vayan tras el poder sino que sitúen a la persona humana en el centro de toda política económica y social.

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