Las muchas caras de la Esclavitud y el Imperialismo

4/12/2015 | Opinión

La noticia de un médico nigeriano, con sede en Londres, Emmanuel Edet, y su esposa, que fueron declarados culpables de esclavizar a Ofonime Domingo Inuk durante 24 años, tomó al mundo por sorpresa. A pesar de lo horrendo del caso, éste es sólo, uno de los muchos de estos casos, de los cuales, la mayoría, nunca salen a la luz. Ben Cooley se refirió a esto cuando reveló que “Hope for Justice”, la organización benéfica que dirige, ha liberado a más de 70 esclavos sólo este año 2015.

imperialismo.jpgLa educación se supone que nos libera y nos ayuda a ser más racionales. Sin embargo, como nos demuestra este caso del Reino Unido, la educación tal y como la concebimos actualmente, no es al parecer suficiente.

Ahora, resulta fácil identificar la esclavitud física y luchar en su contra, pero ¿cómo hacer frente a la esclavitud mental? A diferencia de la esclavitud física donde hay un oprimido y un opresor, la esclavitud mental es una sumisión, deliberada o tal vez inconsciente, a una entidad percibida como superior percibida. Es una reinvención sutil del imperialismo. Nigeria obtuvo su independencia hace 55 años. Pero, ¿somos realmente un estado soberano o, simplemente, una colonia independiente? ¿Tenemos una organización realmente independiente de la identidad de Occidente?mundo_en_rejas.jpg

Sacudo la cabeza cada vez que veo a los pobres indefensos vestidos con traje y corbata, sudando profusamente bajo el caliente sol tropical. ¿Quién dice que no pueden vestirse como un Soyinka Wole o un Ngozi Okonjo-Iweala, para asistir a una entrevista de trabajo? ¿Quién restringe los atuendos de los nativos? ¡Pensad en ello¡. Somos tan «independientes» que incluso celebramos los días festivos de otros países. Sólo con que sea algo proveniente del Reino Unido o de los Estados Unidos, nos subimos rápidamente al carro.

Sí, algunas de estas fiestas son notorias; por ejemplo, el Día de la Madre, Día del Padre, Acción de Gracias… Pero si quisiéramos adoptarlas, ¿por qué no nos quedamos con las nuestras? Una vez dicho esto, el verdadero problema no es el de los días festivos. Parece que tenemos una predilección por las normas y cultura occidentales. Ese es el verdadero problema.

Sí, es posible que necesitemos mejorar algunos aspectos de nuestra cultura y nuestras tradiciones, pero no podemos permitirnos el lujo de descartarlas por completo. Sí, es posible que debamos adoptar algunas costumbres de occidente pero debemos adaptarlas a nuestra peculiar situación. Abrazar la cultura occidental en su totalidad significa erosionar nuestros valores y negar nuestra propia esencia. ¿Qué tal ha funcionado esto para nosotros hasta ahora? ¿No es obvio que necesitamos un cambio?

Philip Amiola, profesor y escritor. Lagos (Nigeria).

africanheraldexpress.com

Traducción Mercedes Sánchez

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster