LAS MANOS INVISIBLES QUE FOMENTAN LA GUERRA EN ÁFRICA

13/01/2014 | Editorial

El 95% de las armas ligeras que circulan en el continente africano, proviene del exterior.

Según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz (SIPRI), con sede en Estocolmo, el tráfico de armas alcanzó en 2009, los 400.000 millones de dólares y aumenta un 8% cada año.
Entre los 100 países exportadores de armas, el 90% son estadunidenses o europeos. La falta de transparencia de los gobiernos en este tráfico de armas, hace de África la zona más vulnerable y difícil para investigar y controlar.

Estos mismos países exportadores de armas, son los que más hablan de Derechos Humanos y de respeto a la libertad de los pueblos. Constatamos como los políticos poderosos utilizan la etiqueta “Derechos Humanos” para tratar de cubrir sus negocios lucrativos, atropellando al mismo tiempo la dignidad y derechos humanos de tantos pueblos.

Dos casos concretos de guerras fratricidas en este momento, son: Sudan del Sur y la R. de Centro África.

En Sudan el Sur, mediadores africanos y americanos siguen intentando conseguir un acuerdo de “cese de hostilidades”, para seguir negociando. El enviado especial americano Donald Booth confirma que el punto más difícil sigue siendo la liberación de los 11 prisioneros, amigos de Machar, en manos de Salva Kiir. Machar también se opone a la intervención del ejército ugandés, del lado de Kiir. Este enfrentamiento ha causado unas 400.000 personas desplazadas, de los cuales unos 50.000 se han refugiado en Uganda. Esta lucha feroz por el poder y el petróleo, ha causado ya cerca de 10.000 muertos, según un analista del Grupo de Crisis Internacional. Actualmente, solo la ciudad de Bor, sigue en mano de los rebeldes.

El nuevo presidente provisional de la R. Centro Africana: Alexandre F. Nguendet ha pedido a los 100.000 refugiados alrededor del aeropuerto de Bangui que regresen a sus casas, protegidos por los soldados franceses y africanos. Unas 370.000 personas habían huido de la capital.

El nuevo presidente ha conseguido ya un acuerdo de las dos partes en el conflicto: los milicianos del “Seleka” y los del “anti-balaka”, de cesar los enfrentamientos y formar parte del proceso de desarme y de seguridad. Los civiles están celebrando esta fraternización de los dos bandos. Mientras que M.Djotodia se ha exilado en Benín, con su familia, el nuevo presidente está lanzando el proceso de pacificación con vistas a las nuevas elecciones.

Va siendo hora de que la sociedad siente en el banquillo público y pida cuentas a los políticos y financieros corruptos, que operan impunemente en el tráfico cruel de armas, sin vergüenza ni principios, causando tanto sufrimiento y muerte, para luego elegir otros líderes más íntegros.

Si permitimos con nuestro silencio o pasividad, tanto lucro manchado de sangre, todos seremos de alguna manera cómplices de tantos atropellos de la dignidad humana.

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