Con cada día que pasa descubrimos nuevos acuerdos secretos entre los políticos, a nivel nacional e internacional. Paul Kagame, presidente de Rwanda, acaba de firmar “acuerdos de cooperación” con Nicolás Sarkozy y también con Barack Obama. Según el Daily Monitor de Uganda de hoy mismo, B. Obama acaba de enviar un grupo de “comandos” para hacerse con Kony, vivo o muerto, que es el jefe de “los guerrilleros del señor” y continúa sembrando el terror en zonas de Uganda, Sudan y Congo. Cuando Kony ha aterrorizado a los habitantes del norte de Uganda durante 23 años, ¿por qué se producen estos acuerdos en este momento? Sencillamente porque estos jefes de gobierno están muy interesados en el gran tesoro petrolero, descubierto recientemente en la región y en el consecuente negocio.
Las decisiones de los tribunales de justicia con respecto a algunos políticos, son ignoradas constantemente por otros políticos, como ha ocurrido ahora con Bashir, que ha visitado Malawi con toda impunidad. Al menos tres ministros en Uganda: Amana Mbabazi, primer ministro, Sam Kutesa ministro de asuntos exteriores y Hilary Onek, ministro del interior, han sido cesados por el parlamento ugandés mientras se investiga su presunta implicación en acuerdos secretos con las compañías petroleras: Tullow Oil, Neptune Petroleum y Dominion Petroleum Limited. Nos queda por ver si el presidente va a respetar esta vez la decisión del parlamento y de la justicia.
La lista de “dobles caras”, también en acuerdos secretos de ventas de armas entre gobiernos, es interminable. Las elecciones, cuando son democráticas, apartan a políticos corruptos y violentos del gobierno. Pero mientras están en el poder “se casan con el diablo” por interés mutuo. ¿Dónde están los principios éticos y de integridad? ¿Dónde se queda el respeto de la dignidad propia y de los derechos humanos de los ciudadanos?
Con razón se fueron ayer a la calles de todas las grandes capitales del mundo millones de jóvenes “indignados” porque además de no tener trabajo en su mayoría, están frustrados de tanta hipocresía, corrupción y falta de humanidad en gran parte de los políticos. Todos somos responsables de la presente situación. Se trata de moderar el poder de los políticos y bancos exigiéndoles más transparencia e integridad.
