Las comunidades rurales africanas de las zonas de explotación minera de uranio, se organizan contra las multinacionales

30/10/2008 | Crónicas y reportajes

Las comunidades africanas se están reuniendo para emprender la lucha contra las compañías internacionales que están extrayendo el uranio de las minas de sus tierras, y les dejan expuestos a la radiación y los desechos tóxicos en las zonas mineras, según se informó en un encuentro internacional sobre la minería de uranio.

Un representante de Tanzania, Anthony Lyamunda, declaró en un encuentro en Namibia, organizado por Earthlife y el Instituto de Recursos e Investigación Laboral, (LaRRi), que 20 compañías internacionales hacían cola para la extracción del uranio de su país.

Recientemente, Tanzania estableció la Fundación para la Gestión del Medioambiente y Campaña contra la Pobreza, Femapo, para ayudar a 450.000 personas que viven en zonas rurales, en 786 poblados situados en medio de los lugares donde se está explotando la minería de uranio, o está planeado hacerlo.

“Estas actividades están amenazando nuestros recursos naturales, los cuales necesitamos para sobrevivir, estamos planeando organizar una conferencia sobre el uranio en las regiones afectadas de nuestro país y una más a nivel nacional, a principios de 2009”, explica Lyamunda ante los 50 participantes del encuentro.

Reinford Mwangobe, de Ciudadanos por la Justicia, CFJ, dijo en el seminario: “hemos formado una organización de la sociedad civil y hemos llevado ante los tribunales a la compañía australiana de minería, Paladín”. “El problema se resolvió entonces fuera de los tribunales y Paladin, que también tiene una mina de uranio en Namibia, hizo algunas concesiones como acordar pagar 10 millones de dólares para proyectos de desarrollo social y de provisión de agua potable a las comunidades rurales de la zona de minería”.

Mwangobe asegura que 12 compañías de minería australianas comenzarán a explotar minas de uranio en Malaui muy pronto, con Paladin a la cabeza, que empieza en enero de 2009. “Malaui no tiene legislación vigente para manejo y transporte de materiales radioactivos”, recordó Mwangobe.

“La comunidad rural, que ha vivido durante décadas en sus tierras ancestrales han sido expulsadas, con un pago de tan sólo 70 dólares como compensación. Los habitantes de la zona no obtienen ningún beneficio de la minería, sólo algunos funcionarios de los gobiernos y Paladin”, atestiguó.

“La mejor manera de actuar contra estas compañías es llevar el caso a sus propios países y alertar a los implicados que no quieren tener mala publicidad ni que los precios de sus acciones bajen”.

Un miembro de la comunidad Topnaar, del parque de Namibia Naukluft, donde operan alrededor de 20 compañías mineras para extraer el uranio, asistió al seminario con un miembro de la comunidad Nama, de Warmbad, en el sur de Namibia, donde se está produciendo una destrucción de su tierra por las grandes perforaciones y prospecciones, según expuso Gerald Ruiters.

“¿Qué es lo que hace Earthlife Namibia así como las organizaciones de la sociedad civil de Namibia? ¿Serán ustedes capaces de llevar a estas compañías ante los tribunales? Llevamos viviendo allí desde el sigo XVI y nadie nos ha consultado, la gente sencillamente llega allí y empieza con su actividad”, lamentaba Ruiters.

Bertchen Kohrs, de Earthlife, aseguró que la ONG ha encargado varios estudios sobre los riesgos medioambientales de la minería del uranio, y este seminario público, co-organizado con LaRRi, es uno de las diversas actividades que está llevando a cabo. “Estamos desde el principio de la gran carrera del uranio en Namibia y desarrollamos actividades de campaña correspondientes”, señaló Kohrs.

(This Day, Tanzania, 29-10-08)

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