La sospecha de ganancias ilícitas tras la construcción de viviendas en kilamba*, Angola

2/11/2011 | Opinión

Desde el pasado mes de julio, miles de ciudadanos angoleños que viven en Luanda han estado haciendo esfuerzos desesperados por adquirir, financiados por el estado, apartamentos de vivienda pública en Kilamba. La empresa privada contratada y financiada por el estado para vender los pisos, Delta Imobiliária, cobra precios que van desde 125.000 a 200.000 dólares americanos por apartamento. Estos precios inasequibles, y la revelación de los nombres de los accionistas de Delta Imobiliaria, hacen sospechar un nuevo escándalo de corrupción.

Contrariamente a lo que el gobierno había establecido como límite máximo para la vivienda financiada por el estado, Delta Inmoviliaria duplica y triplica los precios. El 5 de agosto de 2010, el Presidente de la República, José Eduardo dos Santos, anunció que las familias con problemas económicos de Angola podrían comprar una vivienda social por un precio máximo de 60.000 dólares americanos. Él hizo el anuncio durante su intervención en la reunión del Programa Nacional para la Vivienda Social, celebrada en el palacio presidencial. [1]

En el periodo previo a las elecciones legislativas de 2008, el Presidente José Eduardo dos Santos hizo una promesa electoral de construir un millón de viviendas en cuatro años. Tal promesa fue crucial para el triunfo electoral de su partido. A pesar de que redujo la planificación previa a unos pocos miles de casas debido a la limitada capacidad de construcción, el proyecto de viviendas en Kilamba se convirtió en un símbolo de lo que había prometido a su pueblo.

El proyecto, llevado a cabo por la empresa china CITIC de propiedad estatal, inicialmente implicaba la construcción de un total de 2.000 edificios de viviendas e infraestructura de apoyo, por un valor total de 3.500 millones de dólares, según datos publicados en la página web de la empresa de construcción.[2]

CITIC procedió a entregar el primer lote de 115 edificios, con 3.118 apartamentos, en una ceremonia presidida por el Presidente dos Santos el 11 de julio de 2011. El Presidente, en su primer discurso del estado de la nación, que tuvo lugar el 15 de octubre de 2010 en la Asamblea Nacional, reconoció que «el sector en el que la situación está empeorando es la vivienda. Más del 70% de las familias angoleñas aún no tienen una casa digna. En este área, tenemos que hacer un enorme esfuerzo para revertir la situación actual».

El pueblo angoleño está pasando por un momento de indiferencia en cuanto a los discursos electorales ya que el comportamiento de sus gobernantes ha tenido consecuencias graves para la sociedad. Aunque Angola es un país rico en petróleo, la mayoría de los angoleños se encuentran entre los más pobres del mundo. El producto interior bruto per cápita es de 4.941 dólares por año, mientras que más de la mitad de la población (54,3 %) vive por debajo del umbral de la pobreza, con menos de 1,25 dólares por día. [3] Por un lado, los angoleños oyen hablar de la noble idea de construir viviendas sociales, y por el otro son testigos de la desorbitante especulación, junto con políticas que garantizan con seguridad la exclusión social, económica y política de las mismas personas a quienes se supone que el proyecto pretendía favorecer.

En su discurso en la inauguración del proyecto de vivienda Kilamba, el Presidente dos Santos lo llamó «el mayor proyecto de vivienda construida en Angola constituyendo a nivel mundial un ejemplo de la política social puesto en marcha para resolver el déficit de vivienda”. El presidente elocuentemente afirmó que su ejecutivo sería» pionero de un nuevo modelo de gestión urbano, que será funcional, simple, racional y útil para sus fines, y capaz de encontrar las mejores soluciones para mejorar la calidad de vida del ciudadano”.

Delta Force

Esta investigación se centra exclusivamente en la gestión del proyecto y su transparencia. Delta Imobiliária – Sociedade de Promoção, Gestão e Mediação SA-, que se encargó de la venta de los apartamentos, se creó el 27 de diciembre de 2007. Sus accionistas son: el presidente del consejo de administración y consejero delegado de la compañía petrolera nacional Sonangol, Manuel Vicente, el ministro de Estado y jefe de la oficina militar en la presidencia el General Manuel Hélder Vieira Dias, alias “Kopelipa” y su principal asesor, el general Leopoldino Fragoso do Nascimento. La compañía está liderada por funcionarios de la Oficina Militar de la Presidencia, como el coronel José Manuel Domingos, alias “Tunecas”, y João Manuel Inglés y Belchior Inocêncio Chilembo, así como el asistente privado del general Kopelipa, Manuel Domingos Inglés, alias «Avô Inglés”. Estos hombres entre ellos sólo ocupan el 0,16 % de las acciones de la compañía.

“A Nova Centralidade do Kilamba”, nombre que recibió oficialmente el proyecto, fue supervisado hasta el final de 2010 por la entonces Oficina de Reconstrucción Nacional (GRN), que formaba parte de la oficina militar de la presidencia, encabezada por el general Kopelipa. Esta oficina fue creada en 2004 para hacer frente a la aplicación de los préstamos chinos, hasta la fecha con valor de 15.000 millones de dólares para proyectos nacionales de reconstrucción según lo definido por la propia GRN. [4] El GRN también fue responsable de la gestión financiera y de supervisar el trabajo.

El 27 de septiembre de 2010, Dos Santos entrega formalmente todas las responsabilidades de la GRN en Kilamba y proyectos similares en la zona de Luanda a “Sonangol Imobiliária”, una subsidiaria de la petrolera estatal. [5]

A pesar de la ausencia de una justificación oficial para la entrega a Sonagol del proyecto de viviendas de ayuda social más importante del estado, los analistas chinos ofrecen esta posible explicación: «CITIC ha estado tratando de financiar el proyecto con su propio dinero, porque el gobierno todavía no lo tiene. Se entregó el proyecto a Sonangol, que recientemente pagó por los servicios que se encontraban en demora. CITIC tuvo que invertir 350 millones de dólares de su propio banco para continuar con el proyecto y mantener los 10.000 trabajadores chinos.

No importa la opción que eligió el estado con el fin de continuar inyectando fondos públicos en el proyecto, en este caso por medio de la inversión directa de Sonangol, cuyo jefe, Manuel Vicente, está a la par de Kopelipa como figuras centrales en las negociaciones con China. Los préstamos se pagan con envíos de petróleo crudo.

Mediante la contratación de Delta Imobiliária para vender los apartamentos en el complejo de viviendas sociales en Kilamba, Sonangol rompió las leyes vigentes de venta. La Ley de Probidad Administrativa define como un acto de corrupción que favorece el enriquecimiento ilegal»la recepción de una ventaja económica en concepto de comisión, en forma directa o indirecta (entre otros actos) a través de una acción, durante el cumplimiento de los deberes de funcionario público»(art. 25, 1, a).

Manuel Vicente, como el más alto oficial de Sonangol, está haciendo negocios consigo mismo cuando él encarga un contrato de la empresa estatal que administra para recibirlo en su empresa privada. Él está recibiendo fabulosas ganancias para su enriquecimiento personal derivadas de la venta de los apartamentos, a través de la comisión que Imobiliária Delta recibirá en el reparto.

El mismo argumento jurídico se aplica al general Kopelipa, ya que es a la vez accionista de Delta Imobiliária y gerente general del proyecto Kilamba, además de contar con indudable influencia sobre el Presidente dos Santos, quien tiene la última palabra sobre la gestión del proyecto.

A pesar de esta situación criminal, el presidente señaló durante la inauguración de Kilamba que la venta de los apartamentos gestionados había sido un gran éxito. «Consideramos que esta promesa se ha cumplido. El gobierno había lanzado un comunicado en el que anunciaba los criterios de acceso a los apartamentos construidos en Kilamba, cumpliendo la promesa hecha al pueblo”, dijo el ministro de Estado y jefe de personal del presidente, Carlos Feijó, en su conferencia de trianual sobre el desempeño del ejecutivo. [6]

El modelo de corrupción se convierte en una tarjeta de visita

El gobierno de José Eduardo dos Santos, presentó el proyecto de vivienda social Kilamba como un gran modelo para su política social.

En los últimos dos años las autoridades de Angola han gozado de un éxito considerable invitando a dignatarios extranjeros a visitar el proyecto Kilamba, consiguiendo a su vez dotarlo, no sólo de prestigio internacional, sino también darle legitimidad interna. Gestores del proyecto, usan el sello de aprobación externa extranjera para apaciguar las quejas del país, al mismo tiempo que han «privatizado» el proyecto para su personal e ilegal enriquecimiento.

La presidenta de Liberia, Ellen Johnson-Sirleaf, fue la jefa de estado que más recientemente ha visitado el proyecto, el 12 de septiembre de 2011, describiéndolo como «grandioso e imponente», según La Angrop, agencia estatal de noticias. [7]

En el pasado agosto el presidente de Mozambique Armando Guebuza visitó el proyecto y lo describió como una «maravilla». [8] El Rey Mswati II de Suazilandia también estuvo presente.

El presidente de Namibia, Lucas Pohamba, visitó el proyecto el junio pasado. El ministro angoleño de Urbanismo y Construcción, Carlos Fonseca, habló en su nombre. «Al Presidente le ha gustado mucho esta iniciativa; naturalmente, sacó muchas lecciones de este gran desarrollo y creemos que vamos a ser capaces de dar toda nuestra solidaridad y apoyo al pueblo de Namibia, donde este tipo de proyectos son necesarios”. [9] El Ministro continuó diciendo que «estamos dando un ejemplo para toda África teniendo en nuestro punto de mira a nuestros jóvenes, que anhelan la oportunidad de desarrollo, mostrando con este complejo residencial que hemos hecho una promesa con ellos y con nuestra gente.» [10]

En junio pasado, el Presidente de Timor Oriental, Ramos Horta, también visitó el proyecto, y agregó su voz al coro de propaganda oficial: «El gobierno debe ser felicitado por este proyecto y por su visión, que responde a las preocupaciones y los sueños de los jóvenes, de las familias angoleñas”.

El vicepresidente chino, Xi Jinping, cuyo país proporcionó el crédito para el proyecto, realizó una visita de inspección a Kilamba el 20 de noviembre de 2010, según el diario estatal Jornal de Angola. [11]

Se puede decir que el proyecto Kilamba, un verdadero modelo de corrupción en África, se ha convertido en la principal tarjeta de visita de las autoridades angoleñas. El uso del crédito chino, destinado a proyectos sociales para los sectores marginados de la sociedad, se ha convertido en otra vía sin obstáculos para los líderes de Angola para saquear y aumentar aún más su ilícita riqueza.

Rafael Marques de Morais

Publicado en Pambazuka News. El 12 de octubre de 2011, Nº 552.

Traducido para Fundación Sur, por Pilar Ruiz.

*Kilamba: nueva ciudad en el municipio de Kilamba Kiaxi, en la provincia de Luanda en Angola.

NOTES:

[1] http://bit.ly/pSunRI

[2] http://bit.ly/phcrxk

[3] United Nations Development Program. ‘Human Development 2010’, New York: Palgrave Macmillan, 2010:145, 162.

[4] Commarmond, Cécile de. ‘China lends Angola $15bn, but few jobs are created’, Agence France Presse, 6 March 2011, http://bit.ly/qRIo8l

[5] http://www.pr.ao/imprensa/actividade/156

[6] http://www.opais.net/pt/opais/?det=22479

[7] http://bit.ly/r131Ju

[8] http://bit.ly/nllwqo

[9] http://bit.ly/mR5OyJ

[10] Ibid.

[11] http://bit.ly/pmVMoV


Traducido para Fundación Sur, por Pilar Ruiz.

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