La situación en el Kivu norte particularmente, ha vuelto a calentarse por unas complicidades realmente diabólicas. Es muy difícil decir con claridad lo que esta pasando en el Kivu norte, pero resulta claro que Nkunda no controla nada, en el sentido de decidir sobre la intensidad de la guerra… De hecho, ese señor no es más que una marioneta que esta allí para realizar unos proyectos secretos. Como se deja claramente entender en el mensaje del presidente ruandés, «incluso sin Nkunda, la guerra seguirá en el Kivu norte.» El tema, es que Nkunda y sus militares están en la frontera entre Ruanda; Uganda y Congo, y sobre todo los rebeldes hutus podrían desde esta frontera, llegar con más facilidad a Kigali, que si pasasen por otras fronteras…
Pero en esta guerra, esta implicada sobre todo la Comunidad Internacional por unas razones que los comunes de los mortales, no controlamos. El tema es que la MONUC, que controla actualmente dicha guerra, se interpone siempre que el ejército congoleño esta en situación de fuerza, y cuando Nkunda quiere avanza hasta lugares donde la MONUC no quisiera que llegase. Por tanto, se entiende que esa MONUC entregue de vez en cuando, armas a Nkunda y a los Interahamwes, para que no se pare la guerra, y al mismo tiempo, aproveche para saquear igual que las demás fuerzas negativas, los recursos naturales del Congo. A este respecto, de algunas fuentes seguras, sabemos que la MONUC se esta llevando minerales de Walikale hacia un destino hasta ahora desconocido. Hay datos seguros de que sus helicópteros están saliendo cargados de minerales de dicho pueblo. Estoy esperando datos visuales o audio visuales para confirmar esta afirmación.
Dicho esto, esta claro que la guerra en Congo va para mucho tiempo, a pesar de que la gente se este muriendo de hambre y de muchas otras enfermedades debidas a que muchos viven fuera de sus casas y de sus tierras por causa de esa guerra. Parece ser que la Comunidad Internacional, sobre todo los EEUU, considera esto un mal menor… Actualmente, hay al frente, unos militares congoleños intransigentes que no quieren ninguna colaboración con los rebeldes, ni con los ruandeses. Estos, muchos son maï maïs, están obligando a los de Nkunda a echarse atrás, a pesar del alto al fuego que quiere imponer la MONUC.
Hemos hablado con uno de ellos que ha reconocido que ya no quieren jugar el juego de la MONUC y de algunos comandantes del ejército congoleño, y por tanto, ya no van a obedecer a cualquier orden. Muchos comandantes están muriendo de manos de sus subordinados que ya no quieren aceptar cualquier tontería…
En el Kivu Sur, se habla de infiltraciones de militares ruandeses. Sin embargo, todo apunta a que una guerra, en el sentido literal del termino, no esta al orden del día. Parece que esta inseguridad en el este del Congo favorece mas bien a Ruanda que puede evitar mirar de frente a sus verdaderos problemas, y claro esta, a las multinacionales que siguen saqueando los recursos de este país.
De todos modos, en el encuentro de la Sociedad Civil y el de la Diócesis, quedamos en denunciar claramente a la MONUC, solicitar que Alain Doss no obtenga el refuerzo que ha ido a pedir a la Comunidad Internacional y buscar datos claro sobre las infiltraciones en el Kivu Sur.
En Ituri, la situación está bastante revuelta, sobre todo en algunos pueblos. De hecho, la organización armada que acaba de salir de la nada, está llevando otra vez la inseguridad hasta algunos pueblo. Esta organización tiene visiblemente apoyo de Uganda, aunque de momento no lo quieren reconocer, como ha sido siempre el caso.
En fin, espero que estos sean datos suficientes para provocar una movilización, para que la Comunidad Internacional no siga cerrando los ojos ante el drama de los congoleños, por unas razones que ella misma sabe, y por unos intereses de sus multinacionales…
