La sangre de los Karimojong, en Uganda, clama al cielo

4/03/2019 | Editorial

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Los que conocemos a los pueblos nilóticos Karimojong, que habitan la región de Moroto, al noreste de Uganda, sabemos lo dura que es su vida. Ahora, lo es todavía más. Son pueblos nómadas que sobreviven gracias a sus animales. Su alimentación se basa en: la sangre, leche y carne de sus ganados.

Además de la tierra muy árida que habitan, su vida nómada con sus ganados y la falta casi total de infraestructuras, por un olvido sistemático de los gobiernos del país, se han añadido en los últimos años, dos nuevos órganos de opresión.

Por un lado, las empresas que explotan los nuevos minerales descubiertos en la región, como: la piedra caliza, uranio, mármol, oro, grafito, hierro, nickel, cobre, cobalto y litio.
El informe del Ministerio de Energía ha desvelado la presencia de abundantes minerales en la región, según “The Guardian. Uganda”.

Por otro lado, un buen número de empresas y de ONG que a partir de 2011 se han lanzado a la región de Moroto para aprovechar la situación, y hacer sus negocios: explotando los minerales, promoviendo hoteles, transporte y medios de comunicación.

Esta es la revelación de Aran Valente, una profesora de ciencia política de USA que han enseñado en el colegio de Bukinda en Kabale, Uganda.

La población local es empleada para romper las piedras extraídas por excavadoras, y reciben 200 chelines (0,06 $) por cada cubo con capacidad de 27 litros de gravilla.

Lo que es todavía más diabólico y esto lo he visto personalmente en Tapac, es que habitualmente los trabajadores no reciben ese mísero salario, sino que son pagados con waragi (ginebra local) como salario.

Además de agotarlos con el trabajo duro y el calor, destruyen su salud con una ginebra muy fuerte y de baja calidad.

Los trabajadores se quejan de que incluso estas ONG que han llegado, no se preocupan de aliviarles con medios como semillas para la agricultura y el desarrollo, sino de hacer sur propio negocio.

Este comportamiento de gobiernos, empresas y grupos llamados humanitarios, no solamente abandonan a estos pueblos empobrecidos, sino que cuando descubren que hay riquezas minerales, todavía los esclavizan más, destruyendo incluso su propia vida.

Es un ejemplo de cómo el ser humano puede usar su inteligencia, talento y medios, para estrujar más. todavía a los empobrecidos, con tal de aumentar su fortuna.

Semejante comportamiento no solamente no proporciona facilidad a nadie, sino que causa desgracia y sufrimiento innecesario a nuestros semejantes, deshumanizándonos todos en el proceso.

Espero que seamos capaces de reaccionar ante esta crueldad, denunciando a los responsables y exigiendo más justicia y más humanidad.

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