LA REGIÓN DE LOS GRANDES LAGOS ES UN POLVORÍN

6/02/2012 | Editorial

El último informe de expertos de la ONU muestra una vez más como se sigue saqueando los minerales preciosos de esta región de los Grandes Lagos, de África Ecuatorial, mientras se deja la población a merced de unos líderes egoístas y sin escrúpulos.

El informe afirma que además de la actividad de grupos armados que saquean los minerales, se constata que estos grupos armados han firmado alianzas entre ellos e incluso con ejércitos regulares de países de la región. También existe la tesis de un complot internacional para explotar la R.D. del Congo.

Por otro lado la Campaña de Manos Unidas: “La salud, derecho de todos. Actúa” nos presenta un gran reto: millones de personas enfermas de Sida, Malaria y TB que podrían curarse con verdadero compromiso internacional. La Campaña reclama que la salud no se siga convirtiendo en un negocio multimillonario y que los avances en la investigación de vacunas y fármacos sean puestos al servicio de los más pobres.

Se habla mucho de política y economía, mientras que se hace muy poco para promover un mercado más justo con África, así como el bienestar y los derechos humanos de los que seguimos empobreciendo. La Campaña nos recuerda datos escalofriantes.

El 97% de las muertes por enfermedades infecciosas, que cada año se cobran la vida de 15 millones de personas, ocurre en los países en vías de desarrollo.

El VIH sigue siendo la principal infección mortal del mundo. En el año 2008 eran 33.4 millones de personas las padecían VIH, de los cuales, 22,4 millones vivían en el África subsahariana. Aproximadamente 17.5 millones de menos de 18 años quedaron huérfanos en 2008, 14.1 millones en el África subsahariana. Las mujeres representan casi un 60% de los infectados en el África subsahariana.

En 2008 hubo 247 millones de casos de paludismo, que causaron cerca de un millón de muertes, sobre todo en niños africanos. En África, cada 45 segundos muere un niño de paludismo. La enfermedad causa un 20% de las muertes infantiles.

¿Que podemos hacer para sensibilizarnos y superar gradualmente estos retos?

1. Exigir políticas y estructuras más humanas que promuevan el bien común y no el lucro injusto y vergonzoso de una minoría.

2. Educar con valores éticos nuestros jóvenes y nuestros líderes.

3. Denunciar las causas de las injusticias y que los opresores den cuenta de su gestión y respondan de las consecuencias.

4. Reclamar que la salud, la educación, el trabajo y bienestar de los ciudadanos sean la prioridad real de todos, y no el lucro a toda costa.

5. Promover justicia social, y al mismo tiempo, ser “buenos samaritanos” con los más empobrecidos.

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