La oposición de Comoras está dispersa y sin demasiadas ilusiones en la anticipada carrera presidencial impuesta por el jefe de Estado, Azali Assoumani, ampliamente favorecido por un voto hecho a la medida de sus ambiciones.

Como se prometió después del éxito de su controvertido referéndum de julio, el presidente electo en 2016 ha puesto su mandato de cinco años en la mesa y ha convocado a los votantes para el 24 de marzo y, en caso de una segunda ronda, para el 21 de abril. El antiguo golpista tiene mucho que ganar, ya que si tiene éxito podría mantenerse en el poder hasta 2029.

La reforma constitucional adoptada en julio permite al presidente cumplir dos mandatos de cinco años consecutivos, gracias en parte a que el referéndum elimina la presidencia rotativa entre las tres islas del archipiélago del Océano Índico (Grande-Comore , Anjouan, Moheli), sistema establecido a principios de la década del 2000, y que ha permitido hasta entonces estabilizar la Unión de Comoras evitando crisis separatistas. La oposición, por su parte denunció el cuestionamiento de este frágil equilibrio político y su deriva autoritaria, sin lograr nada.

A pesar de las divisiones que socavan la oposición y los numerosos arrestos realizados en sus filas, el presidente del Partido Democrático, Moustoifa Said Cheikh, cree que es posible luchar contra la dictadura de Azali y recuperar el orden constitucional del país. Según Cheikh, todavía existe alguna posibilidad de que Azali sea derrotado, por eso la estrategia principal que tienenen los partidos de la oposición es asegurar las elecciones mediante la movilización popular y la vigilancia de la comunidad internacional.

Durante meses, los activistas del partido Juwa (oposición) han sido perseguidos sistemáticamente. Su líder, el expresidente del archipiélago Ahmed Abdallah Sambi también se encuentra bajo arresto domiciliario por fraude y malversación de fondos públicos.

Tensiones

El abogado Saïd Larifou, que se unió hace tres años a Azali Assoumani, acaba de anunciar que se han cerrado las puertas a una coalición por no haber encontrado un espacio para el diálogo, pero poco después el secretario de la alianza presidencial, Ali Mliva Youssouf, negó cualquier división aclarando que el movimiento tiene una serie de partidos que contribuyen al mismo objetivo. Asimismo, no parece probable que estas tensiones obstaculicen la marcha hacia la reelección de Azali Assoumani.

Fuente: Salteafrique.com

[Edición y traducción, Judit Serra Ballester]

[Fundación Sur]

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