La oposición de las islas Comoras se mantiene inflexible denunciando el fraude masivo en la reelección del presidente Azali Assoumani

Cuarenta y ocho horas después del cierre de la votación, el presidente de la Comisión Electoral (Ceni), Djaza Ahmed Mohamed, proclamó el martes 26 de marzo. Por la noche la victoria del jefe de estado saliente, con el 60.77% de los votos

Al frente del país, de 1999 a 2006, reelegido en 2016, el coronel retirado y ex-golpista Azali Assoumani aplastó a sus doce rivales. En segundo lugar, el abogado Mahamoudou Ahamada, del partido Juwa, obtuvo solo el 14,62% de los votos.

Tan pronto como su éxito se hizo oficial, Azali se regocijó sin moderación frente a sus partidarios.

«Nos sentimos felices porque podría haber sido más grave», reaccionó ante la prensa. «Lo más fácil se hizo, ahora viene lo más difícil construir el país, y es donde t se necesita a todos para seguir adelante”.

Su mano extendida fue rechazada de inmediato por sus oponentes. «Para nosotros, no hubo elecciones el domingo, hubo un golpe», repitió Mugni Baraka Said Soilihi, que ocupó el tercer lugar en las votaciones.

«El régimen de Azali preparó cuidadosamente su amaño, pero era demasiado grande, se descubrieron las urnas rellenas», declaró el portavoz de la Unión de Oposición, Moustafa Saïd Cheikh, «esperamos que La comunidad internacional no reconocerá esta mascarada”.

La sociedad civil comorana y los observadores extranjeros hicieron una observación abrumadora de las elecciones. Oficinas saqueadas, urnas rellenas o confiscadas por la gendarmería o asesores de la oposición impedidos de hacer su trabajo…

«Los incidentes observados (…) no han permitido a los votantes salir masivamente a ejercer sus derechos civiles en serenidad», resumió la misión de la Unión Africana (UA), el Mercado Común de África Oriental y las Fuerzas de Reserva del Sur (Comesa) y África Oriental (EASF).

La ausencia de cualquier representante extranjero en el anuncio de los resultados por parte de Ceni fue muy notoria.

«Nunca he visto elecciones más transparentes en nuestro país», replicó a todas las críticas el ministro del Interior, Mohamed Daoudou,

La oposición ha exigido una nueva votación y no parece estar lista para aceptar la mano extendida por el ganador.

Durante meses, denunció la «dictadura» del presidente Azal que disolvió el Tribunal Constitucional, enmendó la Constitución de manera que le permitiera permanecer en el poder hasta 2029 y arrestó a docenas de oponentes.

Persuadidos de que el jefe de estado está en minoría, los doce candidatos que se opusieron a él en la primera ronda prometieron «usar todos los medios civiles» para defender «el derecho de los comorenses a que se respeten sus votos».

El lunes 25 de marzo, un centenar de partidarios de la oposición fueron dispersados sin ceremonias por la policía. El martes por la mañana, se instalaron barricadas en dos carreteras que conducían a la capital, Moroni, pero la situación seguía siendo tranquila.

El régimen ha prohibido todas las manifestaciones hasta nuevo aviso. «Esta no es la calle que conducirá a este país», exclamó el ministro Daoudou a AFP. «Dicen que hubo fraude, así que solo tienen que presentar apelaciones».

La situación parece estar estancada en el archipiélago del Océano Índico, que ha visto varios golpes de estado y crisis separatistas desde la independencia en 1975.

«Espero que no haya violencia en los próximos días, pero se debe temer todo», lamentó el ex vicepresidente Ahmed Said Djaffar, quien perdió el poder en 2018 y desde entonces huyó a Tanzania.

«Hoy somos un país subdesarrollado y si agregamos violencia a nuestros problemas, no saldremos de ellos», advirtió durante una entrevista con AFP en Paris.

Fuente: Slate Afrique

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