La firma de un tratado del Nilo sin Egipto desata la alarma en este país

8/06/2010 | Crónicas y reportajes

Desde que fracasaron las conversaciones celebradas en abril, en Sharm el Sheikh, entre los nueve estados de la cuenca del Nilo, para alcanzar un consenso sobre un acuerdo marco de cooperación sobre el río Nilo, la crisis del Nilo ha dominado las portadas de los periódicos de Egipto.

El asunto de las relaciones de Egipto con los países corriente arriba del río, concretamente han acaparado la atención de los medios, justo después del acuerdo firmado el 14 de mayo por los cinco países que están situados antes de Egipto en el curso del Nilo.

Los periódicos nacionales oficiales de Egipto han intentado asegurar a los ciudadanos que Egipto está en una firme posición, con referencia a su derecho natural y los derechos históricos a las aguas del Nilo.

Los analistas de los medios independientes dicen que esto es una mera cobertura de las deficiencias en las políticas del gobierno y de casi 30 años de ausencia del papel de Egipto en el continente africano.

Esta ausencia egipcia ha debilitado sus lazos de unión con los países del África oriental.

Un experto egipcio, hablando sobre la disminución de la presencia de Egipto en la región, escribía que esto ha facilitado a Etiopía asumir el liderazgo entre los países situados corriente arriba, del Nilo, y avivar el conflicto por el agua, como una forma de atraer el apoyo público, justo antes de las elecciones presidenciales.

De hecho, el Al Ahram, el periódico egipcio oficial, publicó un artículo acompañado de una viñeta que mostraba la mano de un marionetista diabólico que se extendía desde Etiopía, controlando a los países corriente arriba, y la otra mano ahogando al Nilo a la altura de sus fuente.

Sin embargo, los periódicos independientes han echado la culpa directamente al gobierno egipcio, por su negligencia al gestionar la crisis.

Una serie de figuras públicas y expertos, en un seminario organizado por el periódico independiente Dostoor, incluso han instado al gobierno a publicar los nombres de las personas encargadas de conducir las negociaciones del Nilo, como reprimenda por su falta de atención.

A partir de entonces, una reunión del gabinete de ministros egipcios afirmaba que habían considerado todos los posibles escenarios para negociar con los países situados corriente arriba del Nilo, y que la opción de recurrir a un arbitraje internacional para resolver conflictos con estos países, está sobre la mesa.

La reunión del gabinete también descartó explícitamente la posibilidad de ir a la guerra. En su lugar, decidieron aumentar la presencia de Egipto, antes fuerte, en la región e intensificar el compromiso diplomático con los países situados corriente arriba del Nilo.

Sin embargo, los periódicos nacionales han seguido insistiendo en que el tratado firmado por los cinco países de la cuenca del Nilo no tiene valor y no invalida los anteriores tratados del Nilo, de 1929 y 1959.

Desde un punto de vista técnico, reducir el flujo de agua hacia Egipto necesitaría grandes proyectos que no tienen muchas posibilidades de surgir corriente arriba en los próximos 10 años, por lo menos.

Eso es a lo que Ahmed Nazif, primer ministro de Egipto, parece referirse cuando dice que los países situados corriente arriba del Nilo “no cerrarán el grifo del agua mañana”.

Por otro lado, desde una perspectiva financiera, Egipto cuenta con que los donantes y bancos globales internacionales se negarán a financiar proyectos de riego y energéticos en los países de la cuenca del Nilo, hasta que se alcance un consenso entre todos los nueve países, incluidos los dos últimos en el cauce del Nilo, Sudán y Egipto.

El gobierno de Egipto afirma públicamente que el reparto de las aguas del Nilo está preservado por la ley y que Egipto seguirá dando su asistencia a la cuenca del Nilo.

Lo que es digno de destacar, es la unidad de todos los periódicos egipcios, nacionales, independientes y de la oposición, en dos puntos. El primero es el rol de Israel en agitar a los países situados corrientes arriba del Nilo; el segundo es la crítica a las provocativas declaraciones del primer ministro de Etiopía contra Egipto.

Lo que no se duda es que la firma del nuevo tratado ha enviado una oleada de alarmas a la sociedad de Egipto.

Así, el célebre arquitecto e ingeniero civil, Mamdouh Hamza, en un seminario organizado por El Dostoor, dijo: “la activación de este tratado por los países corriente arriba significa una exterminación segura de la nación egipcia. La crisis del Nilo debe ser considerada como una amenaza a la seguridad nacional”.

Los ciudadanos de la calle de Egipto fueron tomados completamente por sorpresa cuando se enteraron de que los países de la cuenca del Nilo estaban firmando un tratado sin Egipto. Muchos se preguntan perplejos si Etiopía va a cortar el agua de verdad.

A lo largo de los siglos, los egipcios han creído que nadie puede detener el flujo del Nilo hacia Egipto; incluso aquellos que nunca han oído hablar del antiguo historiador griego Herodoto, estarían inmediatamente de acuerdo con su afirmación: “Egipto es el regalo del Nilo”.

By Manal Agrama

The East African

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