Una autonomía auténtica y madura, tanto a nivel personal como social, no es exclusiva sino inclusiva, y se vive y expresa en respeto mutuo y en concreta solidaridad.
Todas las personas que conozco, valoramos nuestras raíces y nos sentimos orgullosos de nuestros orígenes: familia, tierra y país.
Cuando convivimos con personas de otras culturas, razas y religiones, aprendemos a respetar y apreciar a la otra persona en su identidad y diversidad. Esto supone entonces un enriquecimiento mutuo sorprendente.
¿Por qué encontramos pues tanta agresividad, exclusión y odio incluso, en las palabras y comportamientos, hacia personas de diferente región, lengua, cultura, partido político, país o religión?
Numerosas regiones del mundo han deseado a lo largo de la historia y siguen buscando, no solamente mayor autonomía, sino independencia. Algunos ejemplos:
El líder de los Kurdos ( Kurdistán iraquí), ha declarado en rueda de prensa en Erbil: “No vamos a declarar la independencia, queremos votar en referéndum y después vamos a negociarla con Bagdad.”
Mayoría budista de Tíbet que quiere la independencia de China.
El Reino de Escocia fue un estado independiente hasta 1707, fecha en la que se firmó el Acta de Unión con Inglaterra, para crear el Reino de Gran Bretaña.
La expresión “Países Catalanes”, acuñada a finales del siglo XIX, adopta un cariz politizado en la ideología nacionalista que propugna la existencia de la nación política basada en dicha comunidad lingüística. Ahora parte de Cataluña busca independizarse de España.
Irlanda del Norte, conserva un fuerte sentimiento independentista del reino Unido y busca formar parte de la República de Irlanda.
Hong Kong es una región administrativa especial del sur de China formada por una península y varias islas. Hasta el 1 de julio de 1997 fue colonia del Reino Unido. Ahora busca su independencia de China.
El País Vasco (Euskadi) es una comunidad autónoma situada en la franja cantábrica. Lo integran las provincias (denominadas territorios históricos en el ordenamiento autonómico) de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya. Euskadi busca su independencia.
También el antiguo Reino de Navarra (ahora Comunidad Foral), podría integrarse en Euskadi, si esta comunidad autónoma-foral, decide un día su incorporación, de acuerdo con la disposición transitoria cuarta de la Constitución española.
El País Vasco francés (en euskera: Iparralde («zona norte») o Ipar Euskal Herria («País Vasco norte»); en francés: Pays basque; es una región o país tradicional del sur de Francia, dentro del departamento de los Pirineos Atlánticos, en la región de Aquitania.
Galicia es una comunidad autónoma española. Está situada al noroeste de la península ibérica y formada por las provincias de La Coruña, Lugo, Orense y Pontevedra. Galicia está definida en el artículo primero de su Estatuto de autonomía como una «nacionalidad histórica» y antiguo Reino, con un sentimiento independentista significativo.
El proceso de encontrar un mayor equilibrio e integración social en la relación entre “nosotros y ellos” es difícil y laborioso, pero necesario.
Algunos requisitos indispensables para llegar, de forma pacífica y sin violencia, a una convivencia y colaboración armoniosa con el “otro”, son:
* Madurez y valores humanos para apreciar lo diferente y respetar la diversidad.
* Equilibrio entre razón, sentimientos y pasión, para superar fundamentalismos.
* Educación integral y holística para promover relaciones respetuosas.
* Oportunidades de una vida y trabajo dignos para todos.
* Experiencia de relaciones interculturales para conocer al “otro”.
* Actitudes para valorar la autonomía personal o social y la solidaridad o cuidado de los demás, son inclusivas y fundamentales.
* Líderes íntegros que sean capaces de dialogar y promover el bien común.
* Participación activa y responsable de la sociedad civil para garantizar buena gobernanza y distribución equitativa de los recursos comunes.
* El actual aumento de radicalismos, en varios tipos y niveles, se supera con educación de calidad, experiencias interculturales y sabiduría auténtica. Me sorprende en España, la dificultad de muchas personas para escuchar y dialogar con los demás razonablemente.
“Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, su procedencia o su religión. El odio se aprende, y si es posible aprender a odiar, es posible aprender a amar, ya que el amor surge con mayor naturalidad en el corazón del ser humano que el odio. La bondad humana es una llama que puede quedar oculta, pero que nunca se extingue”. Nelson Mandela. “Largo camino hacia la libertad” p.645
