Kivu: CNDP, nuevo dueño del tráfico ilícito de minerales

22/03/2010 | Crónicas y reportajes

El Kivu corre el peligro de seguir siendo la «puerta de entrada» de los hacedores de guerras y un verdadero polvorín para la RDC y para toda la región de los Grandes Lagos. Como prueba, los sepultureros de la economía congoleña y los desestabilizadores de las instituciones nacionales no hacen sino alternarse. Según acusaciones concordantes, el CNDP (Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo) se ha convertido en el “nuevo dueño del tráfico ilícito de minerales”. ¿El temor? Que en cualquier momento puede suceder cualquier cosa y que la guerra podría relanzarse.

En su último informe, la ONG Global Witness acusa a los antiguos rebeldes del CNDP de haberse convertido en los nuevos dueños del tráfico ilícito de minerales. Una situación que ha sido favorecida por las últimas operaciones KIMIA 2, que han permitido a los elementos del CNDP tomar el control de las zonas mineras, antes ocupadas por los rebeldes ruandeses del FDLR y dedicarse al tráfico clandestino, del que se aprovechan sobre todo los altos mandos del CNDP, hoy oficiales de las FARDC.

Se trata especialmente de minerales de alto valor, muy apreciados en la industria mundial, como el coltan y la casiterita que entran en la composición de los teléfonos móviles y de los circuitos informáticos. “De este modo han adquirido un control más importante de las zonas mineras del que gozaban anteriormente cuando eran rebeldes”, se puede leer en el informe de Global Witness. “Los cargamentos de casiterita y tantalio salen siempre principalmente por la vecina Ruanda, sin que nadie se extrañe de ello. Comenzando por el gobierno de Kinshasa que, al parecer, cierra los ojos a cambio del mantenimiento de una paz precaria en los Kivu. Un “deal” que podría resultar ilusorio. Por el hecho de su capacidad para desviar los ingresos provenientes de las minas, los antiguos rebeldes poseerían los medios financieros para rearmarse, caso de que decretaran que la paz ya los conviniese”, analiza Global Witness, después de realizar una investigación en Kivu durante cuatro semanas.

Y algo más grave, Global Witness se extraña de la actitud de la comunidad internacional. “Los gobiernos occidentales, donantes de fondos, han hecho gran caso de sus compromisos para restablecer la paz y estabilidad en el este de la RDC. Pero esas bellas palabras se contradicen con el hecho de que persisten en no pedir cuanta alguna a las empresas que dependen de su jurisdicción y que compran minerales provenientes de conflictos”. Global Witness cita que una empresa británica muy implicada en la compra de minerales congoleños ha sido reemplazada por una firma de Malaisia, MSC, cuarto productor de estaño en el mundo, dirigida por un británico.

Como puede verse perfectamente, el Kivu es a la vez una “puerta de entrada” de mafiosos y “un polvorín” para la RDC y para la región.

Kimia 2 y Bolsa

El informe reconforta a quienes habían emitido observaciones pertinentes con relación a la operación Kimia 2. En efecto, ponían de relieve que el enfoque de la operación planteaba algunos problemas en cuanto al envío de militares a la zona de operaciones. Ha quedado constatado que se trataba de “comandantes y de militares del CNDP” quienes retomaban las posiciones anteriormente ocupadas por las FDLR. Ello ponía sobre la mesa el problema de la integración de esos elementos en el seno de las FARDC y el hecho de que los soldados del CNDP no habían abandonado el Kivu Norte. Consecuencia: tienen ahora un control administrativo paralelo.

Que el CNDP sea hoy el dueño de zonas mineras y que la explotación de las mismas dependa de este movimiento, mientras Kinshasa todavía no ha extendido su autoridad estatal en esas zonas, todo ello suscita interrogantes e inquietudes.

Por otro lado, esta constatación se hace justamente en el momento en que en Kigali se ha abierto una “Bolsa de materias primas”. En una declaración a las autoridades locales ruandesas, el presidente de Ruanda les ha pedido que sean flexibles y laxos con los movimientos de las personas y bienes en la frontera con la RDC. Que personas provenientes de la RDC “aportaban dinero y minerales, no hay razón alguna para rechazarlo”. En otros términos, las FDLR ya no constituían amenaza alguna para Ruanda.

Ahora bien, el informe de Global Witness establece con toda claridad que “cargamentos de casiterita y tantalio siguen saliendo, principalmente a.C. Ruanda, sin que nadie se extrañe”. Una de dos: o bien Ruanda a través de su “Bolsa de materias primas” acaba de oficializar el tráfico ilícito de las materias primas provenientes de la RDC, apoyando de este modo abiertamente al CNDP, o bien el acuerdo entre la RDC y Ruanda está siendo violado. Todo ello planteará un serio problema en cuanto a la integración efectiva de los hombres del CNDP en el seno de las FARDC. Los elementos del CNDP que operan bajo el uniforme de las FARDC desacreditan el ejército nacional congoleño.

Kinshasa interpelado

En tanto no sean dominadas las causas profundas de la guerra del este, será ilusorio creer en una paz duradera. Le corresponde al gobierno de Kinshasa hacer todo para retomar el control de todas las zonas mineras y desmilitarizarlas.

Se recordará que en anteriores ediciones de Le Potentiel había demostrado que a semejanza de Afganistán, la RDC era también “una zona neurálgica” en la que todo puede suceder, incluso la balcanización de la RDC para controlar sus minerales. El hecho de que asista a confrontaciones entre potencias occidentales, americanas y asiáticas en RDC es una prueba irrefutable de que la RDC despierta muchas codicias y es una zona neurálgica.

Le corresponde a Kinshasa utilizar la oportunidad que se presenta en el mes de abril, ya que el 2 y 3 de abril, Bujumbura acogerá, en el marco de la Conferencia internacional de la región de los Grandes Lagos, la “Reunión del Comité sobre explotación de recursos naturales”. Kinshasa tiene la obligación moral y política de proponer proyectos para “la certificación de los recursos naturales”, a semejanza de “Proceso de Kimberley” relativo a los diamantes. Se trata de uno de los desafíos inmediatos para lograr una paz duradera en la RDC y en la región de Los Grandes Lagos de África.

(Le Potentiel, RDC, 15/03/2010)

Traducido por Ramón Arozarena.

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