JUSTICIA Y PAZ, E INTEGRIDAD DE LA CREACIÓN, PARA 2013

8/01/2013 | Editorial

El 1 de Enero es el día internacional para la Paz, y el 20 de Enero es el día internacional para la Justicia Social.

Si respondemos con empatía a las invitaciones del Evangelio y al grito de todos los seres humanos que sufren las esclavitudes de hoy: pobreza extrema, paro, hambre, enfermedades curables y abusos de menores, nos daríamos cuenta de que todos somos responsables de una mayor promoción de justicia y de solidaridad.

Este compromiso, no es opcional, sino fundamental para todos, como seres humanos y más aún, como creyentes.

A través de la historia, se han dado diferentes respuestas al sufrimiento humano, a la pobreza y a los abusos de la dignidad humana.

Primera respuesta: CARIDAD.

La caridad y compasión hacia los que sufren ha sido siempre la primera respuesta de la humanidad y de las comunidades creyentes. Esta respuesta será siempre necesaria para con los necesitados. Con toda la ayuda caritativa sola, es insuficiente.

Segunda respuesta: DESARROLLO.

En las décadas de los 60 y 70, desde la perspectiva cristiana, se insistió sobre todo en el desarrollo, que significaba un desarrollo integral, para superar la pobreza y el hambre en el mundo. La caridad ciertamente requiere la promoción del desarrollo humano, a través de todos los medios científicos e informativos a nuestro alcance, para superar los retos que esclavizan a tantos seres humanos. A pesar de todo, la caridad y el desarrollo son también insuficientes.

Tercera respuesta: JUSTICIA SOCIAL Y SOLIDARIDAD

Desde la década de los 80, somos más conscientes de la necesidad de ir a las raíces del mal: pobreza, hambre, enfermedades curables, paro y abuso de derechos humanos, y de trabajar en la promoción de la Justicia Social y de la solidaridad global.

Hablamos de una Justicia Social humana, llena de solidaridad para todos. La caridad y el desarrollo alivian el mal de la pobreza y de las injusticias pero no las superan.

Hoy, necesitamos ir a la raíz del mal: el deseo compulsivo de poder y lucro, a cualquier coste, que vicia toda política y economía y que solo puede ser transformado por un nuevo espíritu de justicia social y un corazón más solidario.

Las limosnas y donativos a ONG, solo consiguen aliviar los síntomas de los males sociales y a veces hasta pueden acallar y cubrir la necesidad de ir a las raíces del mal.

El desarrollo científico e informático, que está revolucionando el mundo con increíbles posibilidades, es también absolutamente necesario para promover el Bien Común. Sin embargo nuestro mundo hoy día no llega a ser más humano ni a superar la pobreza, hambre y las nuevas esclavitudes de los seres humanos.

Es absolutamente indispensable que además de fomentar la caridad hacia los pobres y necesitados, sigamos promocionando el desarrollo tecnológico para ayudar a superar los males y construir un mundo mejor.

Pero, por encima de todo, lo más importante hoy día para construir el Bien Común y un mundo más humano, es el trabajo de todos por una mayor justicia social y solidaridad, para que todos lleguen a vivir con dignidad humana.

Al sistema capitalista actual no le va a gustar nada. Los poderes financieros que controlan la promoción y distribución de los grandes recursos naturales y minerales, intentarán proteger ferozmente sus propios intereses. Los políticos y sindicatos de turno también van a defender sus propios privilegios a toda costa. Los emprendedores más honestos estarán dispuestos a potenciar el Bien Común.

El punto de no retorno de esta transformación social, está llegando con el Despertar Social. Y los seres humanos despertamos quizás más a través de los fracasos que de los éxitos. En la India, el abuso de una joven, ha bastado para levantar todo un país en favor de la dignidad humana. En los países árabes, el sacrifico de un joven fue la chispa que prendió las Revoluciones árabes. Los jóvenes y las mujeres van a ser de nuevo los protagonistas de una nueva transformación social.

Este despertar social, está en proceso en todo el globo y lo que necesitamos es colaborar para que sea un despertar a una mayor justicia social y a una verdadera solidaridad.

Los recursos existen para cubrir las necesidades de todos, solo nos falta el compromiso de todos y el elegir a líderes íntegros que ayuden a superar las “pequeñas políticas partidistas” y promocionar la Política del Bien Común.

Para ello necesitamos promocionar una mayor sensibilización social para la justicia y solidaridad y una educación ética a todos los niveles de la sociedad, sin dejar algo tan trascendente en manos de los políticos.

Cuidemos a todos los seres vivientes y en especial a los seres humanos necesitados.

FELIZ, PRÓSPERO Y JUSTO 2013.

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