Justicia y Paz Documentos JPIC Sector de España Boletín Nº 02 Noviembre 2009 : Mafias Farmaceuticas

11/12/2009 | Documentos R+JPIC

El lunes 16 de este mes de Noviembre, comenzaron en España las
vacunaciones para inmunizarse de la gripe A. Este evento me da pie para hablar de las mafias farmacéuticas. Partimos de un informe que muy pocos medios de comunicación han comentado. Este informe fue publicado por la Comisión Europea el pasado 08 de Julio. Sus preocupantes conclusiones, sobre los abusos en materia de competencia en el sector farmacéutico merecen ser conocidas por los ciudadanos y ser ampliamente difundidas. (1)

¿Qué dice ese informe? En síntesis: que, en el comercio de los medicamentos, la competencia no está funcionando, y que los grandes grupos farmacéuticos recurren a toda clase de juegos sucios para impedir la llegada al mercado de medicinas más eficaces y sobre todo para descalificar los medicamentos genéricos mucho más baratos. Consecuencia: el retraso del acceso del consumidor a los genéricos se traduce en importantes pérdidas financieras no sólo para los propios pacientes sino para la Seguridad Social a cargo del Estado, allá donde ésta exista.

Los genéricos son medicamentos idénticos, en cuento a principios activos, dosificación, seguridad y eficacia a los medicamentos originales producidos en exclusividad por los grandes monopolios farmacéuticos.

Este periodo de exclusividad se inicia desde el momento en que el producto es puesto a la venta, vence a los diez años; pero la protección de la patente del fármaco original dura veinte años. Entonces es cuando otros fabricantes tienen derecho a producir los genéricos que cuestan un 40% más barato. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la mayoría de los Gobiernos recomiendan el uso de genéricos porque, por su menor coste, favorecen el acceso equitativo a la salud de las poblaciones expuestas a enfermedades evitables (2).

El objetivo de las grandes marcas farmacéuticas consiste, por consiguiente, en retrasar por todos los medios posibles la fecha del vencimiento del período de protección de la patente, y se las arreglan para patentar añadidos superfluos del producto, (un polimorfo, una forma cristalina, etc.). Prolongan, así artificialmente, la duración de control del medicamento. El mercado mundial de los medicamentos representa unos 700.000 millones de euros (3). Una docena de empresas gigantes, entre ellas las llamadas «Big Pharma»: Bayer,
GlaxoSmithKline (GSK), Merck, Novartis, Pfizer, Roche, Sanofi-Aventis,
controlan la mitad del mercado.

Por cada euro invertido en la fabricación de un medicamento de marca, los monopolios ganan mil en el mercado. (4). Y tres de esas firmas, GSK, Novartis y Sanofi, se disponen a ganar miles de millones de euros más en los próximos dos meses gracias a las ventas masivas de la vacuna contra el virus A(H1N1) de la nueva gripe (5).

Esas gigantescas masas de dinero otorgan a las «Big Pharma» una potencia financiera colosal. Usan dicha fuerza, en particular, para arruinar, mediante múltiples juicios millonarios ante los tribunales, a los modestos fabricantes de genéricos. Sus innumerables lobbies hostigan también permanentemente a la Oficina Europea de Patentes (OEP), cuya sede se halla en Múnich, para retrasar la concesión de autorizaciones de entrada en el mercado a los genéricos. Asimismo, lanzan campañas engañosas sobre estos fármacos bioequivalentes
y asustan así a los pacientes. El resultado es que, según el reciente Informe publicado por la Comisión Europea, los ciudadanos han tenido que esperar, por término medio, siete meses más de lo normal para acceder a los genéricos.

La ofensiva de los monopolios farmacéutico-industriales no tiene
fronteras. Según fuentes bien informadas, estos monopolios también estarían implicados en el reciente golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya en Honduras, país que importa todas sus medicinas, producidas fundamentalmente por las «Big Pharma». Desde que Honduras ingresó en el ALBA (Alianza Bolivariana de los Pueblos de América), en agosto de 2008, Manuel Zelaya negociaba un acuerdo comercial con La Habana para importar genéricos cubanos, con el propósito de reducir los gastos de funcionamiento de los hospitales públicos hondureños. Además, en la Cumbre del 24 de junio pasado, los Presidentes del ALBA se comprometieron a «revisar la doctrina sobre la propiedad industrial», o sea, la intangibilidad de las patentes en materia
de medicamentos. Estos dos proyectos, que amenazaban directamente sus intereses, impulsaron a los grupos farmacéuticos transnacionales a apoyar con fuerza el movimiento golpista que derrocaría a Zelaya el 28 de junio último (6).

Asimismo, Barack Obama, deseoso de reformar el sistema de salud de
Estados Unidos que, actualmente, deja sin cobertura médica a 47 millones de ciudadanos, está afrontando las iras del complejo farmacéutico-industrial. Aquí, las sumas en juego son gigantescas (los gastos de salud representan el equivalente del 18% del PIB) y las controla un vigoroso lobby de intereses privados que reúne, además de las «Big Pharma», a las grandes compañías de seguros y a todo el sector de las clínicas y de los hospitales privados. Ninguno de estos actores quiere perder sus opulentos privilegios. Por eso, apoyándose
en los grandes medios de comunicación más conservadores y en el Partido Republicano, están gastando decenas de millones de dólares en campañas de desinformación y de calumnias contra la necesaria reforma del sistema de salud.

Es una batalla crucial. Y sería dramático que las mafias farmacéuticas la
ganasen. Porque redoblarían entonces los esfuerzos para atacar, en Europa y en el resto del mundo, el despliegue de los medicamentos genéricos y la esperanza de unos sistemas de salud menos costosos y más solidarios.

Y nosotros, ¿qué?

Por supuesto, pienso que el Goliat bíblico es más fuerte que el del relato y el David aún más débil. La mayoría de nosotros nos beneficiamos de las tres medicinas que nos recetan, que no compramos. Esto no nos impide la denuncia en los posibles foros de nuestras actuaciones. Pienso, además, en
los compañeros que están en África y que a veces tienen responsabilidades en
farmacias y centros de salud. Lo único que no podemos es quedarnos
impasibles ante este estado de injusticia y dominación.

Notas:

(1)http://ec.europa.eu/comm/competition/sectors/
pharmaceuticals/inquiry/index.html

(2) El 90% de los gastos de la gran industria farmacéutica para el desarrollo de
nuevos fármacos está destinado a enfermedades que sólo padece el 10% de la
población mundial.

(3) Intercontinental Marketing Services (IMS) Health, 19 de marzo de 2009.

(4) Carlos Machado, «La mafia farmacéutica. Peor el remedio que la
enfermedad», 5 de marzo de 2007 (www.ecoportal.net/content/view/full/67184).

(5) Léase, Ignacio Ramonet, «Los culpables de la gripe porcina», Le Monde
diplomatique en español, junio de 2009.

(6) ObservatorioSocial Centroamericano, 29 de junio de 2009.

Eugenio Bacaicoa
15 de Noviembre del 2009

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos recientes

Estados Unidos acuerda la retirada de personal militar de Níger

Estados Unidos acuerda la retirada de personal militar de Níger

Estados Unidos retira a sus soldados de Níger a medida que la nación de África occidental fortalece cada vez más su relación con Rusia y se aleja de las potencias occidentales. El Departamento de Estado de Estados Unidos acordó retirar del país a cerca de 1.000...

Renuncia el enviado especial de las Naciones Unidas para Libia

Renuncia el enviado especial de las Naciones Unidas para Libia

Después de enfrentarse a una "obstinada resistencia" por parte de los principales actores políticos de Libia, Abdoulaye Bathily, el enviado especial de la ONU para Libia renunció al cargo. Bathily, diplomático senegalés, fue designado para el cargo en septiembre de...

Una ley en Ruanda limita el coste operacional de las ONGs

Una ley en Ruanda limita el coste operacional de las ONGs

El Parlamento de Ruanda se encuentra en medio de un proceso legal para sacar adelante una ley que obligaría a las ONGs que operen en el país a dedicar un máximo del 20 % de su presupuesto en costes operacionales, dejando un 80 % de los recursos económicos para la...

Más artículos en Documentos R+JPIC