Justicia O Paz

21/07/2008 | Editorial

Habitualmente se habla de “Justicia y Paz”, como si fuesen los aspectos de una misma realidad, las dos caras de una misma moneda. Decimos que “sin justicia no hay paz”, así como “sin paz no hay justicia”. Pensamos que estas dos realidades van tan unidas que hay que trabajar a la vez en los frentes. De ahí el slogan: “si quieres la paz, lucha por la justicia”.

Sin embargo, en África, a nivel institucional, la paz y la justicia parecen enfrentadas de tal modo que si se quiere la paz, hay que olvidarse de la justicia, y si se quiere justicia, hay que decir adiós a la paz. Esta discrepancia es evidente cuando miramos a los dirigentes políticos y a los “señores de la guerra”.

Mucho se discutió en el norte de Uganda sobre la necesidad de elegir entre la paz o la justicia. ¿Qué escoger: llevar a los responsables de crímenes de guerra ante la justicia para determinar sus responsabilidades e imponerles la condena merecida, o acceder al deseo de la población civil que aspiraba a la paz a cualquier precio? Un juicio de condenación contra los dirigentes de las guerrillas desencadenaría aún más violencia de parte de quieres verían a sus líderes juzgados y tratados como criminales. Por otra parte, la población civil estaba harta de violencia y deseaba ante todo la paz para reconstruir sus vidas, aunque eso supusiese dejar impune a los responsables de asesinatos, violaciones, amputaciones y demás crímenes.

El proceso de “Verdad y Reconciliación”, los años 90 en Sudáfrica, se basaba en la misma constatación de incompatibilidad concreta entre justicia y paz. El gobierno sudafricano optó por la paz, respondiendo a la necesidad de la población civil de acabar con la violencia e intentar saber y comprender lo que había sucedido en realidad. Muchos criminales confesaron sus fechorías, y “la verdad” los perdonó, quedando libres del castigo que “la justicia” hubiese podido imponerles.

En estos días, estamos ante la misma situación en Sudan. El Fiscal General de la Corte Penal Internacional, ICC, ha solicitado al Tribunal Internacional de La Haya el procesamiento del Presidente de Sudán, Omar El Bashir, acusado de 10 cargos de genocidio, de crímenes contra la humanidad y de crímenes de guerra en la región de Darfur. El fiscal quiere hacer justicia.

Pero n sorprende la reacción de organizaciones, como USAID, que declaró que “esta acusación podría hacer añicos las últimas esperanzas para una paz duradera en Sudán”. El mismo Consejo de Seguridad de la Unión Africana emitió una declaración, el pasado 11 de julio, en la que afirmaba que “la búsqueda de la justicia no debería poner en peligro las posibilidades de implantar una paz duradera en Sudán”. Estas organizaciones intentan conseguir la paz.

Aunque en la actualidad una opción entre Justicia o Paz parece ineludible, esperamos que un día las dos podrán reinar juntas en África.

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