El 19 de Enero de cada año, recordamos el día mundial del emigrante y del refugiado.
Los emigrantes que están en situación regular se integran más o menos en el nuevo país. Los extranjeros que están en situación irregular en el país son particularmente vulnerables a la discriminación. Primero, porque se tiene la falsa percepción de que las personas gozan de derechos dentro de su territorio y los pierden al viajar sin documentos, de ahí que con frecuencia sufran de abusos y vejaciones. Segundo, porque cargan con una serie de estereotipos y estigmas que los relacionan con delincuentes, integrantes de grupos delictivos, alta peligrosidad y violencia.
Los refugiados son considerados grupos en situación de vulnerabilidad porque, el sólo hecho de tener que huir de sus países y adentrarse en otro, muchas veces de forma irregular, los hace poco visibles y susceptibles de abusos.
Según datos de ACNUR, a finales de 2009 se contabilizaban: 43.3 millones de personas in situación de desplazamiento forzoso, en todo el mundo. Un total de 16,2 millones de personas son refugiados. Se estima en 27,1 millones de personas las consideradas desplazadas internas.
Países de origen de los refugiados: Afganistán: 2.8 millones, Iraq: 1.7 m, Somalia: 678.300, R.D. Congo: 455.900, Sudan: 368.200, Eritrea: 209.200 etc.
Países receptores de los refugiados: Pakistán: 1.7 millones, Irán 1.1 m, Alemania 593.800, Kenia: 359.700 etc.
Los países en vías de desarrollo acogieron a las cuatro quintas partes del total de personas refugiadas en el mundo, porque la mayor parte huyen a los países vecinos.
Las mujeres y las niñas constituyen el 47% del total de personas refugiadas. El 41% de las personas refugiadas tienen menos de 18 años.
El Papa Francisco afirmo en su mensaje para esta jornada: “ Toda persona pertenece a la humanidad y comparte con la entera familia de los pueblos la esperanza de un futuro mejor”…
”No se puede reducir el desarrollo al mero crecimiento económico, obtenido con frecuencia sin tener en cuenta a las personas más débiles e indefensas. El mundo solo puede mejorar si la atención primaria está dirigida a la persona, si la promoción de la persona es integral, en todas sus dimensiones, incluida la espiritual. Si no se abandona a nadie, comprendidos los pobres, los enfermos, los presos, los necesitados, los forasteros, si somos capaces de pasar de una cultura del rechazo a una cultura del encuentro y de la acogida”…
“Los flujos migratorios contemporáneos constituyen el más vasto movimiento de personas, incluso de pueblos, de todos los tiempos”…
”La realidad de las migraciones, con las dimensiones que alcanza en nuestra época de globalización pide ser afrontada y gestionada de un modo nuevo, equitativo y eficaz, que exige en primer lugar una cooperación internacional y un espíritu de profunda solidaridad y compasión”…
”Es importante subrayar además como esta colaboración comienza ya con el esfuerzos que cada país debería hacer para crear mejores condiciones económicas, y sociales en su patria de modo que la emigración no sea la única opción para quien busca paz, justicia , seguridad y pleno respeto de la dignidad humana.”…
Todos podemos constatar los grandes beneficios: humanos, culturales, sociales, económicos y espirituales que nos aportan los inmigrantes y los emigrantes.
También es conveniente recordar que en casi todos los países hemos conocido los dos fenómenos de inmigración y de emigración en nuestras propias familias.
En nuestro mundo más globalizado, los movimientos migratorios han alcanzado proporciones impresionantes y esto pide una actitud más acogedora y fraterna.
