JEFES DE ESTADO! ¿QUÉ FUISTEIS A VER EN SURÁFRICA?

16/12/2013 | Editorial

Un centenar de Jefes de Estado, junto con la mayor aglomeración de gente jamás vista en ningún funeral, se reunieron en Suráfrica para despedir a Nelson Mandela: “Madiba”, el padre de SA y de África.

Todos los países y pueblos querían estar allí, porque de alguna manera se identificaban con este colosal líder, de una madurez humana, social y política sin precedentes.

Sin embargo, teniendo en cuenta sus obras, y no tanto sus palabras, me gustaría preguntar a los políticos y jefes de Estado: ¿qué fuisteis a ver realmente en Suráfrica?

¿Un orador? Pues sí, hablaba bien en público, pero su impacto no procedía de su oratoria, sino de su comportamiento siempre consecuente.

¿Un encarcelado? Claro que vivió 27 años en la cárcel. Es evidente que la madurez humana y política no se improvisa ni se consigue tan fácilmente.

¿Un poderoso? Es un hecho que fue elegido jefe de gobierno en el país más poderoso de África. Tan solo se quedó en la gestión del poder durante un solo periodo. Su poder consistía en la cercanía con la gente y en el servicio para construir una sociedad surafricana que aprendiera a vivir en harmonía y en solidaridad.

¿Un prisionero? Ciertamente lo condenaron a cadena perpetua. Pero, habéis conocido un persona y líder político más libre de cualquier odio, rencor, venganza, apego al poder o al dinero? Por lo visto, los mayores “prisioneros” no siempre están en la cárcel.

¿Un reconciliador? En la sociedad surafricana, como en muchos otros países, existen profundas y complejas tensiones y conflictos. Parece que solo líderes de esta talla humana y social, son capaces de transformar conflictos y de integrar a tanta diversidad, en un proyecto de bienestar común.

¿Un líder integro? Claro, de ahí venia su atractivo principal, su encanto como líder, su influencia como jefe global, su fuerza como orador, su autoridad como persona y presidente. Para ser líder con autoridad, no existen alcorces, sino que es necesario llegar a ser personas de semejante integridad.

¿Un pionero? Abrió caminos sin buscarlo. Llego a trabajar junto con enemigos políticos. Integro en un mismo proyecto a todas las diversas etnias y religiones. Paso por la presidencia de Suráfrica, como el primer presidente negro, sin aferrarse ni al poder ni al dinero. ¿Hay candidatos a ser pioneros de este calibre?

¿Un presidente a imitar? Sería una pena, si solo fuisteis a Suráfrica, para la foto del funeral, por la opinión pública y para los medios de comunicación, del país y globales.

Después de pronunciar unas palabras más o menos aplaudidas, de algún apretón de manos inusual y de alguna foto con el móvil para divertirse, ¿qué pensáis hacer a vuestro regreso al propio gobierno y país de origen?

¿Qué habéis aprendido, a nivel de gestión de poder y de recursos? ¿Qué comportamiento vais a seguir, en cuanto a integridad personal y promoción del bien común?

Aunque no podáis llegar a comportaros como Nelson Mandela, que nos sierva al menos como guía, referencia e inspiración.

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