Solo una “Cultura de Encuentro” nos capacita para construir un mundo más justo y solidario, dice el Papa Francisco en su mensaje para el 101 “Día de migrantes y refugiados”, que tuvo lugar ayer 18/1/2015.
Los movimientos migratorios nos afectan a todos-as en este mundo globalizado. Solo un esfuerzo común de cooperación nos llevará a respetar la dignidad del ser humano y superar así el vergonzoso tráfico de personas, la violación de sus derechos humanos y toda clase de opresión y esclavitud.
Mencionaré tres ejemplos recientes que muestran una “cultura de desencuentro”:
1. Los eventos relacionados con “Charlie Hebdo” muestran que existen muchas formas de destruir vida y paz social entre los pueblos.
La marcha de Paris, en respuesta a la atrocidad del ataque mortal a los periodistas de la revista satírica causado por Al Qaida, así como los diferentes discursos de los políticos, me dejaron un sabor agridulce.
Para condenar el ataque criminal de unos terroristas, no es necesario una declaración de guerra de los líderes europeos. La violencia nunca se supera con más violencia, sino con más justicia social y respeto mutuo.
Nuestra educación y discursos sobre derechos humanos, nos debería liberar de estereotipos, intolerancia y arrogancia colonial.
Europa debe ser consciente de que sufre una espiral de xenofobia y fundamentalismos, tanto religiosos como seculares. Es necesario encontrar el equilibrio entre libertad, seguridad, y otros Derechos Humanos.
Existen leyes problemáticas, y el hecho de que sean mayoritarias no garantiza el que también sean éticas y justas.
2. Las devoluciones en caliente delatan la hipocresía de Europa, hacia África.
El comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa: Nils Muiznieks, critica el comportamiento europeo hacia los inmigrantes, especialmente africanos, y las devoluciones en caliente que practican España y otros países de la UE.
Un total de 5.500 personas llegaron a Melilla en 2014 de forma irregular, 3.000 de ellas procedentes de Siria, según el comisario. Son cifras manejables, estima Nils. El asilo está empezando a funcionar para los sirios, pero no para los subsaharianos.
“Me preocupa que el Mediterráneo se haya convertido en el cementerio más grande del Mundo”. Las cifras del alto Comisario de la ONU para los Refugiados, hablan de que al menos 3.419 inmigrantes perdieron la vida al intentar cruzar el Mediterráneo hasta diciembre 2014.
3. El escándalo de la creciente desigualdad, en África y en Europa, delata nuestros principios, valores y sistemas.
Aunque los líderes mundiales como B.Obama y C. Lagarde hablan sobre la necesidad de combatir la desigualdad extrema, aún estamos esperando a que muchos de ellos prediquen con el ejemplo, ha dicho la codirectora ugandesa de Oxfam: Winie Byanyima.
La edición del Foro Económico Mundial (FEM) 2015 tendrá lugar en Davos, los días 21 y24 de enero.
Según el estudio publicado por Oxfam, existe un vertiginoso incremento de la desigualdad.
El estudio revela que el 1% más rico de la población mundial tendrá más dinero que el 99% restante en 2016. Según esta ONG, una de cada nueve personas carece de alimentos suficientes para comer y más de 1.000 millones de personas viven con menos de 1.25 dólares al dia.
España es el segundo país más desigual de Europa, por detrás de Letonia. El 1% de la población española concentra más riqueza que el 70% más pobre, según Oxfam.
La ONG pide a los políticos que empiecen a redistribuir la riqueza en forma de inversión en servicios sociales básicos y políticas públicas que benefician a los más vulnerables.
Recordemos que el Informe del FEM 2014 destacó como los principales riesgos de los próximos diez años: la disparidad de ingresos, las crisis fiscales, el cambio climático y la escasez del agua o el desempleo, riesgos que son cada día más tangibles en cualquier país.
Con todo 2014 se cerraba con el acuerdo de Lima sobre cambio climático, un acuerdo de mínimos.
El compromiso por abandonar progresivamente las fuentes de energía que emiten carbono (petróleo, gas y carbón) a favor de la energía eólica, solar e hidroeléctrica, parece quedarse en “literatura”.
Potenciar la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), con especial atención a la inclusión de la mujer en todas las culturas, parece ser el eje de un desarrollo más equitativo.
Estos tres ejemplos delatan una “cultura de desencuentro”, de “doble rasero”, de hipocresía y de poca humanidad.
Es tarea de todos-as el promover una “cultura de encuentro”, de equidad, de integración y de dialogo intercultural.
